| Descripción |
Los personajes del cuadro se afanan en la edición de un primer ejemplar recién salido de la plancha. Alenza, fiel a su temperamento, retrata con inmediatez aquello a lo que dota de importancia: lo cotidiano. Este óleo sobre cobre, que forma pareja con otro titulado "Componiendo el periódico", nos sirven por una parte de fuente documental de primera mano para asomarnos al proceso técnico de edición e impresión que se seguía en España antes de mediar el siglo, y por otra, no cabe duda de que pone de manifiesto la importancia que tuvo desde el siglo XIX en adelante, la prensa en nuestro país.
La mujer en la prensa decimonónica no tuvo una actitud pasiva. Por un lado, gran parte de las publicaciones periódicas del XIX escogen como público destinatario precisamente a la mujer. Muchas de las revistas ilustradas y los folletines por entregas, por ejemplo. Algunas escritoras románticas participaron escribiendo en estas publicaciones, no sólo en las femeninas, sino que también participaron en las generalistas, si bien muchas de ellas hubieron de utilizar sinónimos debido a la fuerte presión social que recibían, incluso de sus mismos compañeros de profesión.
Ellas hubieron de asistir a que en la propia prensa escrita se las reprobara para que retornaran a las ocupaciones propias de su sexo, ya que el tiempo empleado en la escritura e incluso en la lectura suponía una manifiesta dejación de sus obligaciones domésticas y de cuidado familiar.
No obstante, a partir de mediados de siglo, y sobre todo durante el último tercio del XIX, comenzamos a encontrar mujeres que no solamente escriben en los periódicos y semanarios, sino que también los dirigen. Se trata de un mundo, el de la prensa, la literatura y la ilustración, en el que la mujer, consciente de su trascendencia, desde el primer momento reclamó su lugar y al que, con lento paso llegó finalmente a tener acceso.
Asunción Cardona Suanzes
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