| Descripción |
Moneda muy desgastada de cinco céntimos del Gobierno Provisional.
Anverso: CINCO GRAMOS. Figura de España sentada, bajo línea de exergo L.MARCHIONNI (Marca de grabador), debajo 1870.
Reverso: DOSCIENTAS PIEZAS EN KILOG· CINCO CÉNTIMOS. León con escudo, bajo línea de exergo, las iniciales OM (Marca de taller)
Gráfila de puntos en anverso y reverso.
Una de las primeras medidas adoptadas por el Gobierno Provisional presidido por el general Serrano tras el triunfo de la Revolución Gloriosa de 1868 y el derrocamiento de Isabel II fue la de introducir un nuevo sistema monetario, sobre todo después de que las numerosas reformas llevadas a cabo por Isabel II hubieran dejado un panorama complejísimo, con multitud de valores en circulación.
Por Decreto de 19 de octubre de 1868 se convierte a la Peseta en moneda nacional. El Ministro de Hacienda Laureano Figuerola adoptó esta medida para ajustar el sistema monetario español al de las naciones de la Unión Monetaria Latina (UML), un convenio establecido por Francia, Bélgica, Italia y Suiza para equiparar el peso, tamaño y ley de las divisas basándose en el Sistema Métrico Decimal. Esta Unión, formada por Francia, Bélgica, Italia, Suiza y Grecia, fue un intento de salvaguardar el sistema bimetálico internacional, unificando los valores de los estados miembros.
Así la peseta, implantada en España desde ese momento como unidad monetaria, debería estar sometida al Sistema Métrico Decimal y ser de la misma ley y peso que el franco francés, la lira y el resto de las monedas de la Unión, aunque España no perteneciera a ella. De esta forma, el Escudo y el Real desaparecieron como monedas efectivas.
El Artículo 1º del Decreto disponía: "En todos los dominios españoles la unidad monetaria será la peseta, moneda efectiva equivalente a 100 céntimos".
Se establecía inicialmente la emisión de 5, 10, 20, 50 y 100 pesetas en oro; 1, 2 y 5 pesetas y 20 y 50 céntimos en plata, y 1, 2, 5 y 10 céntimos en bronce.
Estas monedas de diez y de cinco céntimos del Gobierno Provisional fueron conocidas como "perras gordas" y "perras chicas", en alusión al supuestamente fiero león que aparecía en el reverso sosteniendo el escudo de España.
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