Foto: Museo Nacional de Escultura

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Museo Museo Nacional de Escultura
Inventario CE0247
Clasificación Genérica Escultura
Objeto/Documento Escultura de bulto redondo
Autor/a Anónimo [Taller palentino]
Título San Juan Evangelista
Conjunto Pareja de Calvario de San Cebrián de Mazote
Materia/Soporte Plata [Oxidada]
Madera
Técnica Tallado
Policromado
Estofado
Dimensiones Altura = 54 cm; Anchura = 22 cm; Profundidad = 17,50 cm
Descripción Esta escultura, al igual que la figura de la Virgen Dolorosa (Nº 0246), en origen pertenecía a un Calvario. Ambas fueron adquiridas en la localidad de San Cebrián de Mazote, donde fueron localizadas durante la restauración de la iglesia en el año 1933. La noticia de su hallazgo entre los escombros al ser retirado un retablo barroco, permite deducir la pérdida del Cristo crucificado que completaría el conjunto. En contraposición con la postura retraída de la Virgen, la figura de San Juan alza su rostro abiertamente hacia el Crucificado, manifestando su pesar con el gesto de la mano derecha colocada sobre el pecho, que en este caso ha perdido gran parte del brazo.
Aunque ambas esculturas han sido relacionadas con el taller de Juan de Valmaseda, por comparación con el famoso Calvario del retablo mayor de la Catedral de Palencia, su carácter más pausado y menos expresivo, las acerca más a otros conjuntos de la misma catedral palentina como el retablo de San Gregorio y muy especialmente el retablo de la Capilla del Sagrario. El empleo de recursos muy similares a la hora de plasmar el cabello, las grandes manos o la caída de los pliegues en amplias masas, suponen razones estilísticas suficientes para relacionarlas con los talleres que realizaron los mencionados conjuntos. Del mismo modo, la policromía responde a lo habitual en la escultura palentina de fechas cercanas a 1530.
Iconografia San Juan Evangelista
Datación 1530[ca]
Contexto Cultural/Estilo Renacimiento español. Castilla
Lugar de Procedencia Iglesia, San Cebrián de Mazote(Valladolid Centro, Valladolid (p))
Lugar Específico/Yacimiento Iglesia
Clasificación Razonada Aunque en alguna ocasión se ha afirmado, por error, que ambas esculturas pertenecientes a un grupo del Calvario proceden del Monasterio de la Mejorada de Olmedo, se tiene constancia de su adquisición en la localidad de San Cebrián de Mazote, donde fueron localizadas durante la restauración de la iglesia en el año 1933. La noticia de su hallazgo entre los escombros al ser retirado el retablo barroco, facilitada por el arquitecto Constantino Candiera, permite deducir la pérdida del Cristo crucificado que completaría el conjunto.
Ambas obras siguen un esquema habitual en Calvarios palentinos, tanto de grande como de mediano y pequeño formato, durante la tercera y la cuarta década del siglo XVI. En ellos se contraponen la actitud de ambas figuras al situar a la Virgen vuelta hacia la cruz pero con la mirada dirigida hacia el suelo, superada por el dolor, mientras que el San Juan alza su rostro abiertamente hacia el Crucificado, manifestando también su pesar con el gesto de la mano derecha colocada sobre el pecho, que en este caso ha quedado extrañamente sujeta por la pérdida de una gran parte del brazo. De esta forma se logra transmitir la participación de la Virgen en la redención y el papel testimonial de San Juan, que quedará plasmado en su Evangelio representado por el libro sujeto con la mano izquierda.
La notable repercusión que ejerció en el medio palentino y sus zonas de influencia el Calvario del retablo mayor de la Catedral encargado a Juan de Valmaseda en 1519, ha supuesto la atribución al taller de dicho escultor de varias tallas de medidas y actitudes relativamente similares a éstas del Museo Nacional de Escultura. Sin embargo, el carácter mas pausado y menos expresivo de las últimas, todavía con influencias vigarnistas, las acerca más a otros conjuntos de la misma catedral palentina como el retablo de San Gregorio y muy especialmente el retablo de la Capilla del Sagrario. El empleo de recursos muy similares a la hora de plasmar el cabello, las grandes manos o la caída de los pliegues en amplias masas que se forman al quedar uno de los extremos sobre el suelo, suponen en mi opinión razones estilísticas suficientes para relacionar la Virgen y el San Juan, con los talleres que realizaron los mencionados conjuntos. Mas difícil resulta sin embargo delimitar el estilo de un escultor concreto, más aún si se tiene en cuenta que los indicios documentales dejan constancia de la colaboración en las obras de referencia de un amplio grupo de artistas.
Del mismo modo la policromía responde a lo habitual en la escultura palentina de fechas cercanas a 1530. Su notable calidad puede apreciarse particularmente en la escultura de la Virgen, mucho mejor conservada que la de San Juan, en la que el azul del manto resalta una amplia y rica cenefa de motivos renacentistas a candelieri al tiempo que contrasta con la túnica dorada con adornos en la parte superior, la cintura y las mangas también esgrafiados.
Bibliografía HERNÁNDEZ REDONDO, José Ignacio. Virgen Dolorosa y San Juan. En: URREA FERNÁNDEZ, Jesús(dir). Museo Nacional de Escultura VI: La escala reducida. Valladolid (m): 2008. pp. 18-19.

SONEIRA BELOSO, Begoña. O arquitecto Constantino Candeira. Coruña (A) (m): 2006. p. 81.
Catalogación Hernández Redondo, José Ignacio
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