Historia del Objeto |
En 1956, la Institución Príncipe de Viana (IPV) estaba subvencionando diversas obras de mantenimiento en la iglesia de Olleta. Al eliminar el revoco de yeso que cubría muros y bóvedas, aparecieron pinturas al fresco pero la forma en que se estaba trabajando dañó parte de estas.
Ante esta situación, el párroco se puso en contacto con la IPV, que al visitar la iglesia, ordenó paralizar las obras para que las tareas se hicieran de la manera más adecuada y por personal competente.
Con fecha 13 de octubre de 1956, la Diputación Foral de Navarra acordó encomendar a la IPV el arranque de las pinturas al fresco aparecidas en la Iglesia parroquial de Olleta e ingresarlas, una vez arrancadas, en el Museo de Navarra, con el fin de completar la colección del Museo e impedir su destrucción ya que tal y como estaban en la iglesia no podían continuar.
El párroco estuvo de acuerdo en ceder las pinturas, teniendo en cuenta que la IPV había subvencionado las obras de la iglesia con 35.000 pts.
Una vez que José Gudiol realizó los trabajos de arranque, traspaso y restauración, en su taller de Barcelona, las pinturas ingresaron en el Museo de Navarra, en 1957.
AIPV
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