| Descripción |
Sarcófago paleocristiano con decoración figurada en el frente principal y los lados laterales y trasero lisos. La decoración del frontal está compuesta por cinco grupos separados entre sí por columnas estriadas en espiral, las de los extremos exentas, las otras adosadas, rematadas por capiteles de orden compuesto. Sobre estos cabalgan alternativamente arcos escarzanos muy bajos y frontones a dos vertientes rectas. Presenta mutilaciones en los rostros de los personajes debido al rigor de alguna dinastía musulmana.
Los temas, de izquierda a derecha, son:
-EL SACRIFICIO DE ISAAC. La escena está formada por Isaac, al que vemos arrodillado y maniatado dispuesto a la muerte y Abraham, de pie en el centro, portando en la mano derecha, alzada, la empuñadura de lo que fue un gran cuchillo o espada al que le falta la hoja, y la izquierda sobre la cabeza de la víctima. Padre e hijo visten túnica corta ceñida a la cadera y sujeta al hombro izquierdo, dejando libre al movimiento al brazo derecho. Isaac va descalzo, mientras que Abraham calza borceguíes altos propios de pastor o labrador. A su derecha un ara ardiente detrás de la cual, sobre una especie de roca, aparece un cordero. Detrás de Isaac aparece la figura de un tercer personaje acéfalo que sujeta la mano izquierda de Abraham.
Las cabezas de estas dos figuras se han perdido, quedando únicamente la huella en la superficie del sarcófago. En cambio, se ha conservado la del niño, con pelo corto. En el ángulo superior izquierdo aparece la mano de Dios, que se acerca al rostro de Abraham exhortándole a que baje el cuchillo.
-LA NEGACIÓN DE PEDRO. En este segundo recuadro aparecen dos personajes acéfalos de pie, togados y calzados con sandalias a ambos lados de un árbol en cuya copa aparece un gallo igualmente acéfalo. El personaje de nuestra izquierda, identificado como Cristo, porta en su mano izquierda, baja, un rollo abierto, mientras que la mano derecha toca con los dedos índice y corazón las patas del ave que se posa en el árbol. El personaje de la derecha, Pedro, que debió estar barbado a juzgar por los restos que quedan de su cabeza, miraba hacia el árbol y lleva en la mano izquierda un rollo, palo o bastón, grueso y la derecha, alzada a la altura del pecho, se ha perdido.
-LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y LOS PECES. Cristo, en el centro de la escena, pone sus manos sobre la cesta de pan que tiene el Apóstol de la derecha y sobre el pez que presenta el de la izquierda. A sus pies, y a ambos lados, sendos pares de canastas llenas de panes. Las tres figuras acéfalas. Los tres visten túnicas cortas y toga sobre ellas y calzan sandalias.
-EL PECADO ORIGINAL. Ambos personajes, totalmente desnudos, se cubren pudorosamente con grandes hojas. Entre ambos se yergue el árbol cuyo tronco envuelve con sus anillos una serpiente. Eva alza la mano derecha como invitando a su pareja a seguir probando del nefasto fruto. Adán parece hacer un ademán de repulsa con su mano derecha.
-MILAGRO DE MOISÉS. Moisés, en el centro del grupo, envuelto en toga y calzado con sandalias, tiene en su izquierda el rollo de la sabiduría, y en la diestra (desprendida), la vara mágica, de la que queda la adherencia en la parte alta del milagroso manantial. Con ella acaba de tocar en la peña del monte Horeb, de la que el agua salvadora brota abundante. A ella se precipitan con avidez dos seres diminutos tocados con el gorro cilíndrico consabido, con el pilus pannonicus, y vestidos con breves túnicas de mangas largas. El personaje que aparece detrás de Moisés lleva también túnica exigua ceñida a la cintura, bracae cubriendo las piernas y borceguíes. Ambas figuras acéfalas. Este último tema ha planteado algunos problemas a los estudiosos; para algunos puede tratarse de un milagro apócrifo: San Pedro haciendo brotar una fuente para que beban sus carceleros; para otros es el milagro de la Peña de Horeb, donde Moisés sacia la sed de los hebreos haciendo surgir agua en el desierto.
Aemás de las escenas centrales, entre las cuatro enjutas de los tres arcos centrales se narran cuatro momentos sucesivos de la historia de Jonás: Jonás es tragado por el monstruo marino; Jonás durmiendo bajo la calabacera tras ser devuelto por la ballena, cuya cabeza se ve en el vértice izquierdo; en el tercero, un pastor con su cordero, y por último, en el cuarto, un ave, restos de lo que parece un navío y una cabaña.
En las enjutas extremas de los dos arcos que comienzan y terminan el friso, pueden verse sendos tritones portadores de timón haciendo sonar la larga caracola.
En cuanto a su ejecución, son característicos los paños pesados surcados por estrías continuas y profundas que trazan y dibujan (pero no modelan) el juego de pliegues. Es destacable asimismo la aparición de punciones de trépano en las comisuras labiales y oculares y en las interdigitales de manos y pies, así como el empleo del mismo en los capiteles, arcos y frontones.
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| Bibliografía |
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PALOL, P. Arqueología cristiana de la España romana. 1967.
RODRÍGUEZ NEILA, J.F.. Del amanecer prehistórico al ocaso visigodo. 1988. pp. 516-517; Historia de Córdoba (vol. I).
SCHLUNK, H.. Sarcófagos paleocristianos labrados en Hispania. 1972. p. 187; VIII Congreso Internacional de Arqueología Cristiana.
SOTOMAYOR MURO, M.. Sarcófagos romano-cristianos de España. Estudio iconográfico. 1975. p. 20.
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VICENT, A. Un sarcófago cristiano en el Museo Arqueológico de Córdoba. 1962. pp. 198-199; Noticiario Arqueológico Hispánico (VI, 1-3).
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