Museo Museo Nacional de Artes Decorativas
Inventario CE15534
Clasificación Genérica Cerámica; Ajuar de mesa
Objeto/Documento Plato
Materia/Soporte Pasta cerámica
Técnica Moldeado a esteque
A torno
Esmaltado (cerámica)
Pintado a pincel
Dimensiones Altura = 4,10 cm; Diámetro = 31,70 cm; Diámetro base = 18 cm
Descripción Plato redondo, fondo plano, pared inclinada cóncava, ala inclinada cóncava gallonada y labio exvasado. Base circular plana.

Anverso: esmalte blanco, con decoración en relieve de gallones o veneras formando una cierta arquería en el ala, y decoración pintada a pincel en ocre, verde y manganeso, de elementos vegetales en fondo y ala. Labio de listel morado.
Reverso: igual esmalte blanco, más imperfecto, sin decoración. Marcas de torno.

En el ala, tres florecillas con tallos y hojas y decoración en relieve con impresiones a modo de gallones o veneras continuas. En el fondo, palmera de largo tronco, sobre un suelo, con arbustos a los lados.
Iconografia Anverso, ala.: Flor;
Anverso, fondo: Palmera;
Anverso, ala.: Gallones;
Datación 1801=1900
Contexto Cultural/Estilo Edad Contemporánea
Lugar de Producción/Ceca Ribesalbes (Plana (La) (comarca), Castelló)
Clasificación Razonada Aunque la tradición cerámica de estos centros tiene sus raíces en épocas anteriores, es a la sombra de la fábrica de Alcora cuando experimentan un fuerte impulso. El éxito de la cerámica de la fábrica hizo que en el último cuarto del siglo XVIII, surgieran alfares que imitaban sus moldes y decoraciones y vendían sus productos a un menor precio y a un público más general y heterogéneo. Estas fábricas se establecieron en la propia localidad de Alcora (fabriquetas), y en otras de la provincia de Castellón como Ribesalbes. Tal fue el volúmen y la calidad de su producción que llegaron a ser una seria competencia para la Fábrica, por lo que se les obligó a marcar sus piezas de forma diferente para distinguirlas.
Estos cambios se acusaron también en centros como Onda y Manises, en los que la influencia alcoreña se aprecia desde el uso de buenos esmaltes y óxidos, de tonos brillantes, y en los esquemas decorativos más o menos ordenados en torno a un motivo central, hasta en la tipología de piezas (se fabrican bacías de borde ondulado, soperas, aguamaniles, etc.).
Por tanto él éxito de la cerámica de Alcora y sus fabriquetas no sólo propició cambios en la moda y los gustos estéticos sino que la industria cerámica de estos centros vieron reflotada y multiplicada su producción; en especial Ribesalbes, Onda y Manises, que a partir de los primeros años del siglo XIX, desarrollaron estilos propios en los que la influencia de Alcora no deja de ser un vago recuerdo (sobre todo en los dos últimos): se conocen como cerámicas populares, por su cantidad, variedad, e ingenuidad en los estilos decorativos.
Quizá, la cerámica de Ribesalbes sea la que más próxima permaneció a la influencia alcoreña, como denota esta pieza: decoración sencilla, ordenada, con decoración en relieve en el ala, motivo vegetal central más naturalista y proporcionado (sobre todo si se compara con sus contemporáneas de Onda y Manises), utilizando el dibujo en manganeso de forma expresiva, de trazo descuidado, no sólo para perfilar los contornos.
Bibliografía SOLER FERRER, María Paz. Historia de la cerámica valenciana. 1987-1989. Valencia: Vincent García. Tomo IV
Catalogación Alonso Santos, Manuel
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