| Museo |
Museo Nacional de Artes Decorativas
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| Inventario |
CE16549
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| Clasificación Genérica |
Cerámica; Ajuar de mesa
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| Objeto/Documento |
Bandeja
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| Materia/Soporte |
Pasta cerámica
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| Técnica |
Pintado a pincel
A torno
Esmaltado (cerámica)
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| Dimensiones |
Altura = 1,50 cm; Longitud = 20 cm; Anchura = 16 cm
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| Descripción |
Bandeja rectangular de lados ligeramente curvos y ángulos en escotadura; fondo plano, pared inclinada ligeramente cóncava muy estrechas y ala recta. Base rectangular plana casi elíptica.
Anverso: esmalte blanco, con decoración pintada a pincel en amarillo, rojo, verde y manganeso, de elementos vegetales en fondo y ala.
Reverso: igual esmalte blanco, sin decoración. Marcas de torno y atifles.
En el centro del fondo, decoración de hojas y flores, dispuestas en torno a un tallo como eje, que está rematado por un capullo.
En el ala, cuatro capullos de pequeño tamaño, con hojas, situados en los extremos de los diámetros del rectángulo, y dispuestos de manera circular concéntrica.
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| Iconografia |
Anverso, fondo y ala.: Motivos vegetales
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| Datación |
1801=1900
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| Contexto Cultural/Estilo |
Edad Contemporánea
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| Lugar de Producción/Ceca |
Manises (Huerta de Valencia (comarca), Valencia)
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| Clasificación Razonada |
Aunque la tradición cerámica de estos centros tiene sus raíces en épocas anteriores, es a la sombra de la fábrica de Alcora cuando experimentan un fuerte impulso. El éxito de la cerámica de la fábrica hizo que en el último cuarto del siglo XVIII, surgieran alfares que imitaban sus moldes y decoraciones y vendían sus productos a un menor precio y a un público más general y heterogéneo. Estas fábricas se establecieron en la propia localidad de Alcora (fabriquetas), y en otras de la provincia de Castellón como Ribesalbes. Tal fue el volumen y la calidad de su producción que llegaron a ser una seria competencia para la Fábrica, por lo que se les obligó a marcar sus piezas de forma diferente para distinguirlas.
Estos cambios se acusaron también en centros como Onda y Manises, en los que la influencia alcoreña se aprecia desde el uso de buenos esmaltes y óxidos, de tonos brillantes, y en los esquemas decorativos más o menos ordenados en torno a un motivo central, hasta en la tipología de piezas (se fabrican bacías de borde ondulado, soperas, aguamaniles, etc.).
Por tanto el éxito de la cerámica de Alcora y sus fabriquetas no sólo propició cambios en la moda y los gustos estéticos sino que la industria cerámica de estos centros vieron reflotada y multiplicada su producción; en especial Ribesalbes, Onda y Manises, que a partir de los primeros años del siglo XIX, desarrollaron estilos propios en los que la influencia de Alcora no deja de ser un vago recuerdo (sobre todo en los dos últimos): se conocen como cerámicas populares, por su cantidad, variedad, e ingenuidad en los estilos decorativos.
Esta bandeja permanece cercana a la influencia de los finos estilos y tipologías de Alcora.
A pesar del esquema simple y ordenado de la decoración, común en la cerámica de Ribesalbes, parece verosímil que esta pieza sea obra de los talleres de Manises, ya que si bien los elementos vegetales son más naturalistas y detallados de lo que parece habitual en este centro, están menos abocetados y perfilados, así como el uso de tonos rojos cercanos al rosa, frente a Ribesalbes donde tienen más fuerza y presencia los ocres y tonos brillantes.
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| Catalogación |
Alonso Santos, Manuel
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