Museo Museo Nacional de Artes Decorativas
Inventario CE16587
Clasificación Genérica Cerámica; Ajuar de mesa
Objeto/Documento Plato
Materia/Soporte Pasta cerámica
Técnica Esmaltado (cerámica)
Pintado a pincel
A torno
Dimensiones Altura = 4 cm; Diámetro = 29 cm; Diámetro base = 17 cm
Descripción Plato redondo, fondo plano, pared inclinada cóncava, ala inclinada ligeramente cóncava, y labio ligeramente invasado. Base circular plana.
Anverso: esmalte blanco cremoso, con decoración pintada a pincel en azul, ocre, verde y manganeso de decoración vegetal en fondo, y geométrica en ala. Labio de listel azul.
Reverso: igual esmalte blanco, sin decoración. Marcas de torno.

En el fondo, descentrado, en pequeño tamaño, decoración vegetal de ramo formado por tallo ondulado central con flor, hojas y dos tallos a los lados, y un pequeño insecto esquemático en un tallo.
En la pared, decoración geométrica de listeles concéntricos.
El ala se decora con una guirnalda geométrica a modo de cortinaje formada por diez tramos de ondas con puntos.
Iconografia En el centro y fondo del plato: Motivos vegetales;
En la pared: Motivos geométricos;
Ala: Guirnalda;
En el fondo: Insecto
Datación 1801=2000
Contexto Cultural/Estilo Edad Contemporánea
Lugar de Producción/Ceca Ribesalbes (Plana (La) (comarca), Castelló)
Clasificación Razonada Aunque la tradición cerámica de estos centros tiene sus raíces en épocas anteriores, es a la sombra de la fábrica de Alcora cuando experimentan un fuerte impulso. El éxito de la cerámica de la fábrica hizo que en el último cuarto del siglo XVIII, surgieran alfares que imitaban sus moldes y decoraciones y vendían sus productos a un menor precio y a un público más general y heterogéneo. Estas fábricas se establecieron en la propia localidad de Alcora (fabriquetas), y en otras de la provincia de Castellón como Ribesalbes. Tal fue el volúmen y la calidad de su producción que llegaron a ser una seria competencia para la Fábrica, por lo que se les obligó a marcar sus piezas de forma diferente para distinguirlas.
Estos cambios se acusaron también en centros como Onda y Manises, en los que la influencia alcoreña se aprecia desde el uso de buenos esmaltes y óxidos, de tonos brillantes, y en los esquemas decorativos más o menos ordenados en torno a un motivo central, hasta en la tipología de piezas (se fabrican bacías de borde ondulado, soperas, aguamaniles, etc.).
Por tanto el éxito de la cerámica de Alcora y sus fabriquetas no sólo propició cambios en la moda y los gustos estéticos sino que la industria cerámica de estos centros vieron reflotada y multiplicada su producción; en especial Ribesalbes, Onda y Manises, que a partir de los primeros años del siglo XIX, desarrollaron estilos propios en los que la influencia de Alcora no deja de ser un vago recuerdo (sobre todo en los dos últimos): se conocen como cerámicas populares, por su cantidad, variedad, e ingenuidad en los estilos decorativos.
Quizá, la cerámica de Ribesalbes sea la que más próxima permaneció a la influencia alcoreña, como denota esta pieza: decoración sencilla, ordenada, motivos vegetales más naturalistas y proporcionados (sobre todo si se compara con sus contemporáneas de Onda y Manises), utilizando el dibujo en manganeso de forma expresiva, de trazo descuidado, no sólo para perfilar los contornos.
Catalogación Alonso Santos, Manuel
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