Foto: Silvia Maroto Romero

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Museo Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba
Inventario CE012946
Clasificación Genérica Metales. Herramientas y útiles
Objeto/Documento Dedal
Materia/Soporte Bronce
Técnica Fundido
Decoración incisa
Dimensiones Diámetro base = 1,70 cm; Grosor = 0,10 cm; Altura = 2,10 cm
Descripción Dedal realizado en bronce en regular estado de conservación ya que presenta un tono verdoso en toda su superficie y un agujero en su parte superior. Posee una forma troncocónica, es el más común de los tipos empleados para la costura doméstica o la sastrería. En cuanto a su decoración aparece exteriormente el típico punteado un total de diez filas horizontales, permitiendo que la zona más achatada sea la que ejerza la presión sobre la aguja.
Datación 901=1100
Contexto Cultural/Estilo Edad Media. Al-Andalus. Califal
Uso/función Utensilio para sastrería. Doméstico
Lugar de Procedencia Córdoba(Andalucía, España)
Clasificación Razonada La pieza ingresó en el museo en Marzo de 1958, mediante la compra a un chatarrero, anotándose en la procedencia ´ un lugar dessconocido de Montoro´. Este tipo de piezas son cada vez más comunes encontrarlas en las Intervenciones Arqueológicas prácticadas en Córdoba, debido seguramente a la importancia de las manufacturas textiles, de estructura familiar, que durante esta época se desarrollaron en la ciudad.
Es cierto que los dedales piriformes se han tenido siempre como los tipícamente musulmanes sin embargo no todos los dedales piriformes tienen una procedencia andalusí: conocemos por ejemplo, un par de dedales medievales procedentes del sur de Francia, de apariencia piriforme con punteado central y decoración en la base que no son musulmanes.
En cuanto a la datación es difícil de afirmar que procedan de un siglo concreto aunque debido a la riqueza y a la magnitud que presentan nos inclinaríamos a fecharlos entre los siglos X y XI, momento en que las producciones artesanales de la España islámica se mantuvieron más florecientes. Por lo demás, esta impresión viene corroborada por los hallazgos de Medina Elvira, publicados por Gómez Moreno y por diversos ejemplos conservados en el Albert & Victoria Museum o el Museo Arqueológico Nacional.
En cuanto a la técnica empleada no resulta fácil apreciarla a primera vista pero en el caso de los dedales es evidente que fueron realizados a la cera perdida. Sabemos que durante el período medieval se usaron diversos procedimientos entre los que destacan los tres siguientes: cera perdida, sobre todo los que tienen apariencia de cápsula, aquéllos que tienen un peso y un grosor mayor han sido elaborados mediante la técnica de la cera perdida para lo que se utilizaba una pieza de cera que embutida más tarde en el interior de un molde, era sustituida por un metal que era inyectado en dicho molde.
A parte del molde se utilizó también el del martilleo sobre un molde. La herramienta básica era un pesado bloque de hierro con agujeros de diferentes tamaños en los que se introducía una lámina de metal que se martilleaba en dichos agujeros por medio de punzones graduados; el metal era calentado a intervalos en un horno que lo suavizaba y lo hacía más maleable. Una vez alcanzado el estado final, los dedales se extraían de los moldes mediante el uso de un punzón o martillo, se sumergían en ácido para limpiarlos después del templado y era finalmente pulidos.
Por último, otra técnica empleada en los dedales es la soldadura. Algunos dedales se elaboraron a partir de una lámina de metal enrollada sobre sí misma y cerrada mediante soldadura, de forma que aparece a todo lo largo de su superficie una junta o costura más o menos pronunciada y visible por las caras exterior e interior del dedal. En este caso, las piezas tienen un aspecto menos cuidado, con la corona rematada de manera más ruda y suele coincidir con los de menor peso y escaso grosor.
La última fase de la fabricación consistía en efectuar sobre su superficie el habitual punteado para el agarre de la aguja y eventuales dibujos decorativos. En cuanto al primero, las pequeñas indentaciones que forman el punteado para el agarre de la aguja y eventuales dibujos decorativos. En cuanto al primero, las pequeñas indentaciones que forman el punteado podían hacerse de dos maneras: o bien se empleaba un torno que hacía girar rápidamente una especie de punzón sobre la superficie, o bien se usaba el método, de colocar el dedal en una horma sobre la que se iba golpeando mediante un martillo y un buril hasta obtener el citado punteado. La diversidad de profundidades y grosores que presenta el punteado de los dedales es debido a la función al que el propio dedal fuera destinado.
Tipo de Colección Colección Estable
Bibliografía CÓRDOBA DE LA LLAVE, R.; HERNÁNDEZ, I.. Dedales hispano-musulmanes en la provincia de Córdoba. 1994. Sociedades en Transición Actas IIIIV Congreso de Arqueología Medieval Española
Comunicaciones Asociación Española de Arqueología Medieval
Ingra S.L, Alicante
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VV.AA.. El esplendor de los Omeyas cordobeses. La civilización musulmana de Europa Occidental. 2001. Catalogo de Exposición.
Ed. Junta de Andalucía, Consejería de Cultura a través de la Fundación El Legado Andalusí.
Granada, 2001.

VV.AA.. El Zoco. Vida Económica y Artes tradicionales en Al-Andalus y Marruecos. 1995. El legado andalusí
Lunwerg Editores, S.A.
Barcelona-Madrid, 1995.

VV.AA.. Las Andalucías de Damasco a Córdoba. 2000. Catálogo de la exposición. Exposición en el Instituto del Mundo Árabe del 28 de noviembre del 2000 al 15 de abril 2001
Fundación Legado Andalusí,Hazan, Institut du Monde Arabe y Consejería de Cultura
París, noviembre 2000
Observaciones No disponible para exposición temporal
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