| Descripción |
Busto de hombre de edad avanzada. Representado como filósofo, presenta unos rasgos secos y una expresión pensativa. La expresión se refuerza con una profunda talla del iris cuya parte superior queda oculta bajo un pesado párpado, y una pupila que presenta una gruesa perforación oval. Los surcos sobre la frente caracterizan la madurez del personaje, y su descarnado aspecto, enfatizado por sus altos pómulos, resalta su carácter estoico. Las mejillas aparecen cubiertas por una densa barba y el bigote cae sobre el labio superior dejando visible el inferior. La cabeza está girada hacia la derecha y hacia abajo, lo que aporta movimiento y expresividad a la obra. El pelo está distribuido a base de mechones que caen en línea recta sobra la frente. Dos perforaciones en la parte posterior de la cabeza y una hendidura que rodea el cráneo hasta las orejas, parecen indicar que el retrato estuvo provisto de una corona abierta en la parte frontal.
Este modelo, habitual en las imágenes de personajes griegos de época romana, parte de la tradición helénica que, a diferencia de la latina, no buscaba mostrar rasgos concretos, sino cualidades morales. A pesar de las influencias metropolitanas, que llevaron a la difusión del retrato privado en el siglo II, la continuidad de esta tradición determinó que, para la creación de sus efigies, los notables romanos adoptaran como modelos las imágenes de personalidades del ámbito helénico, hecho que explica la gran difusión de la iconografía del filósofo.
En esta obra, como punto de referencia, se recurrió a la imagen del más célebre personaje griego del siglo segundo, el sofista y orador Herodes Ático, benefactor urbano, prestigioso filósofo y tutor de los jóvenes Marco Aurelio y Lucio Vero. Destaca la semejanza de esta pieza con la efigie del filósofo en el Louvre, con la que comparte una fuerte carga emotiva lograda a través de la mirada pensativa, dirigida hacia abajo, que escapa a la contemplación directa del observador.
El hecho de que al retratado se le otorgase algún tipo de honor sugiere que la emulación del gran benefactor constituyó probablemente el motivo de la relación tipológica entre ambas piezas. Los filósofos, incluyendo a Herodes Ático, aparecen con túnica y manto, por lo que el torso desnudo del retrato parece remitir a un homenaje de carácter urbano.
La inscripción que se encuentra sobre la base, en la que se puede leer EPICVR, aunque antigua, es probablemente una adición posterior. El retrato obviamente no presenta ninguna similitud con Epicuro. Además, el perfil cóncavo de la base la hace inadecuada para exhibir una inscripción, lo que ha forzado su extraña localización, únicamente visible desde arriba.
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