Museo Museo Nacional de Artes Decorativas
Inventario CE19523
Clasificación Genérica Mobiliario de soporte
Objeto/Documento Pie (mobiliario)
Materia/Soporte Hierro
Hueso
Madera de nogal
Técnica Pintado
Talla (madera)
Dimensiones Altura = 81,50 cm; Anchura = 110 cm; Profundidad = 47,50 cm
Descripción Pie de escritorio (pie cerrado) en forma de caja rectangular, con dos cajones grandes sobre dos puertas y decoración de motivos geométricos tallados.
El mueble apoya sobre pies en forma de tacón. Las puertas y los cajones están provistos de una pareja de tiradores de hierro forjado en forma de piña.
La parte frontal está decorada con motivos geométricos tallados en bajorrelieve y pintados. Algunos elementos están realizados en chapas de hueso pintadas con dibujos florales.
El pie de escritorio es un mueble en forma de banco, mesa o armario, concebido para sustentar un escritorio. En España comenzó a utilizarse en el último tercio del siglo XVI, aunque tuvo su auge en el siglo XVII como complemento imprescindible de algunos muebles de guardar. Las dos tipologías más frecuentes son el pie abierto (sobre patas) y el pie cerrado (con cajones y puertas).
Esta pieza fue realizada en España en el primer tercio del siglo XVII. Es un ejemplo representativo de la tipología de pie cerrado, que nació a finales del siglo XVI y pervivió durante todo el XVII y buena parte del XVIII.
Iconografia Motivos florales; Motivos geométricos
Datación 1620-1630
Contexto Cultural/Estilo Barroco
Edad Moderna
Lugar de Producción/Ceca Castilla
Bibliografía VV.AA.. Saavedra Fajardo, soñar la paz, soñar Europa. Almansa, Severo(dir). Murcia: Ayuntamiento de Murcia, 2008. p. 286; nº 71; Escritorio de columnillas sobre pie cerrado.
Castilla.
Segunda mitad del siglo XVII.
Nogal, hierro forjado y terciopelo cortado.
40,5 x 63,5 x 105 cm.
Museo Nacional de Artes Decorativas. Madrid.
Nº inv. 19522.
Escritorio con tapa frontal abatible, aplicaciones de hierro sobre tejido en el exterior de la caja y decoración arquitectónica de placas de hueso y hueso torneado en la muestra, en parte policromado y dorado. La organización horizontal de la muestra, dividida en tres registros por dos entrepaños, se atiene a la estructura tradicional de los escritorios españoles que, formulada en el siglo XVI, tuvo larga pervivencia en los muebles provinciales durante el Barroco. Resulta, pues, retardataria si se compara con la composición en calles verticales adoptada por la Corte por influencia de los stipi y cabinets europeos. La distribución de las gavetas y puertecillas se atiene a las soluciones más bien tardías del tipo: en el centro se abre una puertecilla con decoración de portada de alto zócalo sobre ménsulas y frontón partido curvo, flanqueada por dos gavetas altas con ornamentación similar; y en el centro del cuerpo inferior figura otra gaveta de gran tamaño con estructura externa de serliana. El que la portada principal se sitúe ya en la zona central manifiesta una tímida influencia de los modelos cortesanos, pero su tamaño reducido, no mayor que el de las gavetas arquitectónicas colocadas al tresbolillo, evidencia la pervivencia de las jerarquías y esquemas compositivos del siglo anterior. El zócalo de la gaveta inferior es practicable, a modo de cajón secreto, recurso habitual en los escritorios de este grupo. La caja, construida con tableros enterizos de madera de nogal - el lateral derecho de otra madera, tal vez pino- , está ensamblada a lazos vistos. La trasera, de tableros de diferentes cortes de nogal, está claveteada. Las caras interiores de la caja se rebajan al frente para encajar la tapa frontal. Los entrepaños y tabicas son de pino, reengruesados de nogal, con cortes a inglete al frente para dar continuidad a la molduración decorativa. El frente de las gavetas es asimismo de nogal, ensamblado a las gualderas con lazos ocultos; las traseras se unen a éstas lazos vistos. Gualderas y fondos son modernos, cortados a máquina. La tapa está cabeceada, Todos estos recursos constructivos, característicos de los escritorios del grupo castellano del siglo XVII, a penas experimentaron variaciones a lo largo de más de un siglo, preservados por talleres muy conservadores que tenían una clientela asegurada que gustaba del mobiliario tradicional. Las guarniciones de hierro forjado también se remiten intencionadamente a modelos del pasado, a los que corresponden los cordones decorativos, las terminaciones de alcachofa flordelisada de las alguazas, la pieza de condenar, las fallebas y los pestillos con aplicaciones de balaustres, los leones rampantes de la cerradura, las placas de calados vermiculados, los tiradores de venera, ..; los clavillos de cabeza estrellada, en cambio, proceden con toda probabilidad de los Países Bajos, de donde se recibían aplicaciones metálicas a granel. La decoración de placas geométricas y de columnillas entorchadas de hueso dorado, de serlianas y de capillas es la típica de los llamados escritorios de columnillas o de Salamanca, tipo que se extendió por Castilla a lo largo del siglo XVII y de buena parte del XVIII. Sobre las estructuras arquitectónicas de tradición manierista se desarrollan motivos procedentes de diferentes orígenes culturales y geográficos: las molduras rizadas son trasunto de la flammenleisten flamencas y de los tremidos portugueses; los discos dextrógiros se emplearon abundantemente en la decoración lígnea corriente de la zona norte, al igual que las uñadas de gubia; las pájaras y las flores de botón rojo menudean en el barroco español en distintos soportes y técnicas. La brillante policromía indica una fecha más bien tardía, aunque la pieza está bastante repintada. El pie cerrado parece hacer juego con el escritorio, aunque las chapas de hueso que presentan un mayor resalte hayan sido repintadas con decoración vegetal estilizada de líneas oscuras, alterando la percepción del mueble. El resto se desarrolla a juego con la parte superior: las composiciones de rosáceas compartimentadas por redes de rombos de los frentes de los cajones, la decoración floral y las uñadas de gubia que invaden los resquicios dejados por las geometrías, Se trata, pues, de un conjunto que retrata la realidad castellana de la época: el empecinamiento en las tradiciones y la acumulación de estratos estilísticos locales sobre el sustrato del gran Renacimiento (Daniela Heinze y Sofía Rodríguez Bernis).
; Murcia: Ayuntamiento de Murcia [cat. exp., Murcia, Centro de Arte Palacio Almudí, Sala de Exposiciones CAM, 28 de abril-27 de julio de 2007]. Daniela Heinze y Sofía Rodríguez Bernis. No se menciona el número de inventario del pie cerrado (actualmente, CE19523).
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