Descripción |
Ritón moldeado en forma de cabeza de toro, sobre cuya frente se levanta el vaso cilíndrico, provisto de un asa vertical barnizada en negro. La escena que decora el cuello, realizada en figuras rojas, representa un simposio en el que participan una hetera y dos jóvenes, todos ellos reclinados en las klinai. Al fondo figuran dos cestas y la funda de un aulós. La cabeza del toro está cubierta de engobe blanco. Los cuernos, morro y orejas se han pintado con barniz negro diluido. La testuz se ha decorado con puntos en relieve pintados de marrón rojizo.
Los ritones son una forma de origen oriental y carácter ritual inspirada en los vasos metálicos. Es un vaso de bebida, una especie de profunda copa que suelen terminar en forma de cabeza de animal. Su función es muy específica: frente a la copa, vaso de la bebida colectiva que pasa de mano en mano entre los simposiastas, el ritón es el vaso de la bebida individual, aquel que contiene el vino puro, sin mezclar. Es por tanto un objeto transgresor, que se aparta de la norma humana, de la civilizada convivencia sin excesos. Es el vaso de Dioniso, el que contiene el líquido sagrado en estado puro. Se puede, por tanto, considerar, en manos del dios o de algún miembro de su séquito, un objeto sagrado, ritual, símbolo pregnante del poder que el vino y Dioniso encarnan. Sin embargo, los ritones cerámicos tienen una diferencia fundamental con sus modelos metálicos: no son vasos rituales, sino votivos o funerarios, son ofrendas en santuarios o parte del ajuar de las tumbas.
Este ritón ofrece un interés extraordinario por la imagen del animal, por su decoración, la intensa policromía que presenta, por la imagen de simposio que decora su cuello, realizada por el Pintor de Tarquinia, uno de los artistas áticos de mayor calidad del segundo cuarto del siglo V a.C., por el empleo de diferentes técnicas de fabricación y decorativas, y por su función.
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