Descripción |
Anverso: + DOMINVS : MICHI : ADIVTOR : ET : EGO : DIS/PICIAM : INIMICOS : MEOS :(flor), en dos líneas concéntricas entre gáfilas de puntos. En el campo, EN coronadas.
Reverso: + ENRICVS : DEI : GRACIA : REX : CASTEL, entre dos gráfilas de puntos. Cuartelado de castillos y leones rampantes a izquierda, dentro de gráfila cuatrilobulada; a la izquierda, arriba y derecha de esta gráfila, tres flores; debajo, S.
En sentido amplio, "real" es el nombre que reciben las monedas propias de los reyes durante la Edad Media; sin embargo, en sentido estricto, el término sólo se aplicó a determinados valores en oro, plata o vellón de ciertos Estados europeos, entre ellos, Castilla, Aragón, Valencia, Mallorca y Navarra.
El real fue la unidad del sistema de plata castellano desde su creación por Pedro I (1350-1369). Con diferentes tipos, leyendas y pesos, se acuñó ininterrumpidamente hasta mediados del siglo XIX, ya convertido, desde los inicios del siglo XVIII, en la unidad del sistema monetario español.
Tipológicamente, estas piezas se conciben claramente al servicio de los intereses del soberano, reforzando la imagen del poder del rey, en este caso Enrique II de Castilla, hermano y sucesor de Pedro I tras una cruenta guerra civil. De ahí la letra central del anverso, en realidad el monograma del nombre del monarca coronado, el cuartelado de castillos y leones, emblema del reino, y las leyendas que los rodean formando círculos concéntricos: una invocación al auxilio de Dios ("Señor, escúchame y ayúdame a descubrir a mis enemigos") y la proclamación del nombre y titulatura del rey ("Enrique, rey de Castilla y León").
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