Museo Museo Nacional de Artes Decorativas
Inventario CE25844
Clasificación Genérica Cerámica; Ajuar de mesa
Objeto/Documento Fuente (servicio de mesa)
Autor/a Fábrica de Alcora (act. 1727-1944)
Materia/Soporte Pasta cerámica
Técnica Pintado a pincel
Pintado a mano
Moldeado (Cerámica)
Esmaltado (cerámica)
Dimensiones Altura = 3,20 cm; Longitud = 33 cm; Anchura = 24,30 cm
Base: Anchura = 14 cm; Longitud = 23 cm
Descripción Fuente ovalada de borde ondulado, fondo plano, pared recta apenas desarrollada, ala inclinada cóncava y convexa siguiendo el borde ondulado, labio exvasado recto. Base ovalada plana. (Grieta o fractura).
Anverso: esmalte blanco, con decoración pintada a pincel en azul claro de motivos vegetales y geométricos en el ala. Marcas de atifles en el labio.
Reverso: igual esmalte blanco, desgastado por uso y el roce en la base (donde se adivina una pasta rojiza). Sin decoración.

Anverso, en el ala junto al labio: decoración geométrica de tres listeles paralelos de diferentes grosores a lo largo de todo el borde. En el ala, decoración de motivos vegetales y puntos dispuestos a lo largo de toda el ala a modo de puntillas o guirnalda, orientados hacia el fondo, desde el último de los listeles paralelos.
Iconografia Puntilla; Anverso, ala: Motivos vegetales; Motivos geométricos
Firmas/Marcas/Etiquetas Reverso, ala, Pintado a pincel
. 7 (Marca de la Fábrica de Alcora: marca de tamaño.) [En azul.]
Datación 1727-1764[ca]
Contexto Cultural/Estilo Edad Moderna
Lugar de Producción/Ceca Alcora (Peñagolosa (comarca), Castelló)
Clasificación Razonada Reciben el nombre de «puntillas» los motivos de los bordes de las piezas que recuerdan a un encaje textil. En Alcora la primera referencia documental conocida es de 1736 [SÁNCHEZ ADELL, José, 1973, doc. LXIX, pp. 85-86, en TODOLÍ, Ximo, 2003, La fábrica de cerámica..., p. 238], pero debieron utilizarse desde los primeros momentos de producción introducidos por los maestros pintores franceses Joseph Olerys o Eduard Roux contratados por el conde de Aranda para la puesta en marcha de la Fábrica. En Moustiers, donde Roux tenía taller propio y Olerys debió trabajar en la fábrica de Joseph Clérissy, se habían realizado series similares que se denominaban «á la Berain» porque se relacionaban con el trabajo de la familia de decoradores del mismo nombre de la corte de Luis XIV. No obstante, según la documentación, no parece que se utilizase esta denominación en Alcora.
De forma general, en Alcora las «puntillas» se hicieron en claroscuro azul, y podían enmarcar motivos centrales como bustos, cariátides, grutescos, mascarones, etc., o escenas tomadas de grabados. Decoraban piezas de muy variadas tipologías, y se imitaron de forma más esquemática en centros como Talavera (desde 1750), lo que puede dar una cierta medida de su éxito. Se desarrollaron variedades como la llamada «holandesa» (a partir de 1749), conocida también como de lambrequines o con influencias de Rouen, que se pintaron de igual modo en policromía y con decoración en rayado rojo.
En 1753 aún figuraban piezas con puntillas en una relación que se envía a Madrid, y ya no es así en el memorial del director Mamés Lalana de 1775 que recoge datos desde 1764. [TODOLÍ, Ximo, 2003, La fábrica de cerámica..., pp. 238-240].
En el Museo Arqueológico Nacional hay un plato (nº inv. 59316, col. Boix) [Un siglo de cerámica de Alcora, p. 714, nº 50] marcado con una A (usada a partir de 1784), decorado con motivos de puntillas y lambrequines en rayado rojo y azul, que por su excepcionalidad se ha considerado como ejemplo de las recuperaciones puntuales de diseños en desuso; no obstante, no se puede descartar que estas decoraciones permanecieran hasta finales del siglo XVIII bajo otro nombre.
En cuanto a la marca del reverso, puede corresponder a una marca de tamaño que se utilizaba en ocasiones sobre tipologías de las que se hacían en diferentes formatos como las Fuentes; no se han conservado números mayores a 8.
También se utilizaron números para las marcas que intentaban controlar la producción: a cada pintor y retocador se le asignaba un guarismo que cada uno tenía la obligación de pintar en cada pieza que realizase (en una zona que no afectase a la decoración). A pesar de que desde la fundación de la Fábrica siempre existió la voluntad de establecer un cierto control sobre la producción, esta medida parece que se inició en torno a 1749, ya que así se recoge en las Ordenanzas promulgadas ese año y en la nómina de pintores del bienio 1748-1750. Con anterioridad a esta fecha eran más comunes las piezas con marcas y firmas de autores. [TODOLÍ, Ximo, 2003, La Fábrica de cerámica..., p. 193-196].

BIBLIOGRAFÍA:
ESCRIVÁ DE ROMANÍ Y DE LA QUINTANA, Manuel, Conde de Casal, Marqués de Alginet: Historia de la cerámica de Alcora : estudio crítico de la fábrica, recetas originales de sus más afamados artífices, antiguos reglamentos de la misma. Imp. Fortanet. Madrid, 1919.
SÁNCHEZ ADELL, José: Primeros años de la Fábricade cerámica de Alcora (nuevos daos para su historia). Diputación Provincial de Valencia y Consejo Superior de Investigaciones Científicas. 1973.
TODOLÍ PÉREZ DE LEÓN, Ximo, 2003: La fábrica de cerámica del Conde de Aranda en Alcora : historia documentada, 1727-1858. Asociación de Ceramología, Alicante, 2003.
TODOLÍ PÉREZ DE LEÓN, Ximo, 2003: La influencia de Olerys en la cerámica de Alcora y Moustiers. En Revista de la federación española de anticuarios. Año VI, 1er semestre 2003, nº 11, pp. 54-69.
Un siglo de cerámica de Alcora en el Museo Arqueológico Nacional (1727-1827). Museo Arqueológico Nacional, 6 de septiembre - 29 de octubre de 2006. Ministerio de Educación y Cultura. Madrid, 2006.
Catalogación Alonso Santos, Manuel
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