| Bibliografía |
Los caminos de Santiago: el arte en el período románico en Castilla y León, España, siglos XI a XIII = Caminhos de Santiago: arte no período românico em Catela e Leâo, Espanha, séc. XI a XIII. Valladolid: Junta de Castilla y León, 2006. p.290; Son muy escasos los bordados que se han conservado anteriores al siglo XIII, momento en el que surge un movimiento de renovación que alcanza a todas las artes y que acrecienta considerablemente la afición por el bordado en toda Europa, a sí como la consideración del oficio de bordador. El delicado estado de conservación, la carencia absoluta de datos documentales y sobre todo des conocer las dimensiones completas que tendría, hacen muy complicado establecer el uso y función de este rico fragmento bordado. La decoración se presenta en tres franjas paralelas que contienen círculos casi tangentes formados por tallos lisos que se enlazan por mediación de nudos abiertos. En La primera franja sólo se conserva un tondo que contiene la figura tocada de la Madre de Dios, como atestiguan los monogramas situados a ambos lados de la cabeza, con las manos extendidas delante del pecho en actitud orante. En la segunda y tercera franja se conservan tres tondos en cada una con personajes masculinos barbados, con halos de santidad y de perfil acompañados de sus nombres, aunque no todos son legibles. Podemos distinguir Bartolomeus y Petru [s]. Las figuras representadas permiten suponer que, de haberse conservado la totalidad del bordado, se trataría de una e cena del Pentecostés. Los espacios de las enjutas están ocupados con palmetas y otros elementos vegetales enlazados que no permiten apreciar el tejido de base .La técnica empleada en este bordado es la de hilos metálicos tendidos, que en los motivos decorativos se utiliza de forma oblicua, y en los fondos y túnicas se prenden con otros perpendiculares, también metálicos , a intervalos regulares . Este sistema de ejecución será muy utilizado en los bordados occidentales de siglos posteriores. Las facciones y motivos decorativos se perfilan y resaltan con pespuntes de hilo de seda color púrpura , muy degradado en la actualidad . Sin duda, el obrador conocía bien el oficio, pues con escasos recursos técnicos consiguió efectos de relieve sorprendentes. Resulta inevitable comparar esta pieza con las medallas, los tejidos y, sobre todo, con los marfiles bizantinos de los siglos X al XII, como el Tríptico de Constantinopla [Gabinete de Estampas, Biblioteca Nacional de Francia). Nada extra o considerando la gran influencia, no suficientemente estudiada, que Bizancio ejerció en la España cristiana, tanto en la arquitectura como en las artes decorativas. Este magnífico fragmento parece así demostrarlo, siguiendo rigurosamente dichos modelos, aunque también puede relacionarse con los esmaltes realizados en los talleres de Silos , con las ilustraciones miniadas de la Biblia de Cardeña [1175] y con los elementos figurativos y vegetales de las pinturas románicas . También los nombres de los apóstoles, escritos en latín, apuntan a que su realización pueda situarse en talleres castellano leones de finales del siglo XII. No podemos descartar que este fragmento fuese un icono, que a partir del siglo X se hicieron en gran variedad de soportes y técnicas como oro, plata, mosaico, marfil, esmalte, y también bordados, aunque menos numerosos. Además de su carácter litúrgico, los iconos servían como medio eficaz para relacionarse con la Divinidad en el ámbito privado. En caso de ser a sí, esta pieza estaría dotada de mayor singularidad. Maria Dolores Vila Tejero
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VV.AA.. Ponferrada: templarios, peregrinos y señores: el mundo de los castillos. Valladolid: Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, 2010. p. 178; Fragmento de bordado
· 1200-1225.
· 33 x 23 cm.; Valladolid: Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, D. L. 2010 [cat. exp., Castillo de los Templarios, Ponferrada (León), 29 de octubre de 2010-8 de enero de 2011].
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