Museo Museo Nacional del Romanticismo
Inventario CE8307
Clasificación Genérica Obra gráfica
Objeto/Documento Dibujo
Autor/a Avrial y Flores, José María (Lugar de nacimiento: Madrid (m), 26/02/1807 - Lugar de defunción: Madrid (m), 1891)
Título Arquitectura y ornato del Retablo mayor de la Capilla del Obispo.
Materia/Soporte Tinta
Papel
Técnica Dibujo a la tinta
Dimensiones Altura = 176 mm; Anchura = 260 mm
Descripción Representación de distintos elementos del retablo de la Capilla del Obispo. En el centro del tercio inferior, identificado con el número 1, representación parcial del zócalo del retablo, con decoración escultórica inscrita en un rectángulo abierto por el lado derecho, con el escudo partido de los Vargas Carvajal, de perfil mixtilíneo con lambrequines dividido en dos cuarteles, el de la izquierda con tres grecas horizontales de formas onduladas y el de la derecha partido por una banda diagonal. El escudo está sujeto en su extremo superior por un fauno que vuelve la cabeza hacia un dragón alado que figura tras él y cuya cola, rematada por cabeza masculina, se cuela entre sus patas. Los dos tercios superiores del soporte presentan a ambos lados sendas representaciones parciales de estructuras del retablo que se repiten en sus diferentes calles, y están identificados con los números 2 (el de la derecha) y 3 (el de la izquierda). Albergan una hornacina con figuras masculinas de cuerpo entero ataviadas con túnica y capa que pueden ser alguno de los apóstoles o de los padres de la Iglesia. La hornacina está flanqueada por columnas de capiteles jónicos y fustes con decoración vegetal las de la izquierda mientras que las de la derecha son estriados con angelotes. Sobre las hornacinas hay un tondo rodeado por cuatro cabezas de putti, conteniendo el de la izquierda una cabeza masculina de perfil a la derecha y el de la derecha una cabeza femenina de perfil a la izquierda. En la parte superior y en la inferior del dibujo izquierdo, friso con ángeles unidos por guirnaldas de flores. En el derecho, friso superior con dos ángeles afrontados y separados por una urna, y basamento con rompimiento de gloria entorno a medallón central.
Este dibujo está realizado a tinta en el reverso de la vigesimoquinta hoja de un álbum de estampas y dibujos de José María Avrial y Flores (Madrid, 1807-1891), que representan distintas vistas de monumentos y paisajes de Madrid, Segovia, León y otras localidades de Castilla y León. En realidad, las doce estampas que contiene fueron pegadas a la primera hoja del álbum en un momento posterior. Representan monumentos y vistas de Madrid y Avrial debió de realizarlas en la década de 1830, cuando entró a formar parte del equipo que dirigía José de Madrazo, para la serie de litografías sobre las pinturas del Real Museo y las vistas de los sitios reales que se habían encargado a Fernando Brambilla. En cuanto a los dibujos, los de las tres primeras hojas son vistas de Madrid que pudo realizar en esa misma década durante los años que residió en la capital. Entre 1837 y 1840 lo hizo en Segovia, adonde se trasladó cuando obtuvo por oposición la plaza en la Escuela de Bellas Artes. Precisamente, los dibujos de las hojas cuarta y quinta representan monumentos, lugares o escenas segovianas. A partir de la sexta hoja vuelve a haber monumentos y vistas de Madrid y también de otras ciudades y pueblos. Teniendo en cuenta que sólo el dibujo de la novena hoja del álbum está fechado, en 1839, cabría suponer que todos los de las hojas precedentes fueron realizados ese mismo año o antes, y los de las hojas siguientes aproximadamente en esa misma fecha o poco después.
Aunque Avrial destacó especialmente por su labor como escenógrafo, muy vinculada al madrileño teatro de la Cruz, son especialmente dignos de mención los numerosos dibujos que han permitido recuperar para la memoria de España muchos monumentos hoy desaparecidos. No es el caso de la Capilla del Obispo, perteneciente al complejo parroquial de San Andrés y cuyo verdadero nombre es el de capilla de Nuestra Señora de San Juan de Letrán. Constituye un interesante ejemplo de arquitectura barroca madrileña y Avrial nos ha dejado un bellísimo testimonio de la puerta, del interior, de los sepulcros y de algunos elementos arquitectónicos (Museo del Romanticismo, inv. CE8300 a CE8308, ambos inclusive). La iniciativa de construirla se debió al licenciado Francisco de Vargas, figura destacada en la corte de los Reyes Católicos. Fue colegial mayor desde 1484, en Santa Cruz de Valladolid, corregidor luego en Guipúzcoa y miembro de los Consejos de Hacienda y Castilla. Adicionalmente, Isabel y Fernando le confiaron las alcaldías de Trujillo, Marbella y Marpequeña. Francisco de Vargas falleció cuando tan sólo se había iniciado la construcción, que continuó bajo las directrices de su hijo, el ilustre prelado de Plasencia Gutierre de Vargas Carvajal, que la convirtió además en panteón familiar en 1544, después de que los restos de San Isidro fuesen trasladados a otro lugar, pese a que albergarlos fue lo que motivó a su padre para construir la célebre capilla. Con este gesto, el prelado cumplía con una práctica entonces común entre las más notables familias de la oligarquía madrileña.
Este dibujo en particular representa varios detalles del retablo plateresco que preside la capilla, con escenas de la vida de Jesucristo. Está considerado como una de las obras más emblemáticas de la escultura renacentista castellana. Francisco Giralte (1500-1576) lo realizó por encargo del obispo de Plasencia, al igual que el sepulcro de éste y los de sus padres que se conservan en la misma capilla. Juan de Villoldo se ocupó de la policromía del retablo, conjunto que fue concluido hacia 1550. Estos dibujos representan un detalle de la decoración del zócalo, con el escudo de la familia Vargas Carvajal, así como dos elementos de las entrecalles, que en el retablo original contienen catorce figuras que representan a los apóstoles y a los padres de la Iglesia.
Avrial se ha servido de instrumentos técnicos para trazar las circunferencias de los tondos y las líneas rectas. Mayor libertad demuestra en la decoración figurativa de estos elementos del retablo, dibujadas a mano alzada. Pese a todo, el dibujo resulta bastante plano, puesto que en esta ocasión ha querido reflejar simplemente el dibujo arquitectónico, no el efecto volumétrico que el espectador aprecia cuando lo ve directamente.
Iconografia Ornamento y accesorio arquitectónico
Datación 1834=1866 (Segundo tercio del siglo XIX)
Contexto Cultural/Estilo Edad Contemporánea
Romanticismo
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