| Descripción |
Dibujo que representa la Fuente de los Caños, a los pies del castillo de Villaviciosa de Odón. Rodeada de árboles y arbustos, está adosada a un gran muro con tejadillo, flanqueada por dos puertas y coronada por un arco semicircular adornado por tres jarrones y un escudo central. Bajo el caño principal se disponen horizontalmente otros tres más pequeños que vierten el agua a un pilón semicircular de perfiles alabeados, delimitado por varios mojones y en el que bebe un caballo. A la derecha, una pareja está sentada en un banco, y a la izquierda, en primer plano, otra pasea por un camino.
Este dibujo está realizado en un soporte pegado en el anverso de la hoja cuarenta de un álbum de dibujos y estampas de José María Avrial y Flores (Madrid, 1807-1891) que representan distintas vistas de monumentos y paisajes de Madrid, Segovia, León y otras localidades de Castilla y León. Como reza la inscripción, representa la fuente de Villaviciosa, conocida como "Fuente de los Caños", situada al pie del castillo de Villaviciosa de Odón. Su construcción ha sido atribuida a Ventura Rodríguez, que la realizaría en el siglo XVIII con diseño herreriano.
El álbum contiene otros dibujos de este municipio madrileño: una vista exterior del castillo, otra interior, una vista general de la localidad y dos vistas parciales del interior del convento de los Santos Juanes (Museo del Romanticismo, inv. CE8282, CE8283, CE8284, CE8286 y CE8287).
Aunque Avrial destacó especialmente por su labor como escenógrafo, muy vinculada al madrileño teatro de la Cruz, son especialmente dignos de mención los numerosos dibujos que han permitido recuperar para la memoria de España muchos monumentos hoy desaparecidos o modificados en su estructura o disposición originales. Este segundo caso es el de la fuente de Villaviciosa que, en la actualidad, presenta bastantes diferencias debidas en parte a remodelaciones urbanísticas.
A diferencia de otros dibujos en los que Avrial ha querido representar una arquitectura sin interferencia alguna de cualquier otro elemento, en este caso la humaniza con varios personajes y un caballo que dotan a la escena de cierto carácter costumbrista, muy propio de la época. Inlcuso se diría que ha querido concederles especial protagonismo al reforzar su presencia con toques de tinta negra. Por otra parte, Avrial demuestra un hábil manejo del lápiz, con trazos seguros y firmes y un particular sombreado a base de rayas que discurren en distintas direcciones. Al árbol, a las piedras y al resto de la vegetación que aparece en primer plano les ha dado mayor intensidad que al resto del dibujo para crear el efecto de perspectiva. Toques de tinta sutilmente emplazados contribuyen a reforzar la profundidad así como, a la inversa, los trazos más suaves de la vegetación que queda detrás del monumento.
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