Foto: Miguel Angel Otero

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Museo Museo Nacional de Arqueología Subacuática
Inventario ESC-I/20.88/2/10351
Clasificación Genérica Objetos rituales y ceremoniales; Objeto de metal
Objeto/Documento Mano
Materia/Soporte Bronce
Técnica Fundido
Moldeado
Dimensiones Altura = 17 cm; Anchura = 9,50 cm; Profundidad = 5 cm
Descripción Figura que representa una mano derecha, de tamaño algo menor que el natural, que arranca desde debajo de la muñeca (pulsus). La muñeca es hueca, estando terminado el extremo en forma de un ligero engrosamiento redondeado, que ofrece un plano de sustentación estable, de forma oval, que sirve de base para disponer la pieza en posición vertical. La mano, con cuidados detalles anatómicos, presenta los dedos pollex, index y medius extendidos, y los anularis y digitus minimus plegados sobre la palma, en la posición clásica de la bendición latina. En el extremo del dedo index se aprecia lo que podría ser una pieza embutida, quizá el soporte de otra pieza escultórica perdida, que se habría apoyado en dicho dedo. Sobre el extremo del dedo pollex presenta una protuberancia de forma más o menos esférica, que corresponde a una piña. Una serpiente recorre el dorso hasta la unión de los dedos anularis y minimus, desde donde se elevan exentas la parte superior del cuerpo y la cabeza, que describen un trazado sinuoso y ascendente. La cabeza, barbada, presenta la boca abierta y dentada. Sobre la base del dedo index se sienta un personaje barbado en altorrelieve, al que faltan el brazo derecho y el izquierdo desde la mitad del antebrazo. Viste túnica corta o manicata, ceñida en la cintura, que llega hasta por encima de las rodillas, calzón largo o anaxyrides, y gorro frigio. Los pies descansan sobre una cabeza de carnero en alto relieve. Ambos constituyen un sola pieza aplicada a la mano mediante soldadura. La superficie de la mano aparece cubierta de otros motivos en relieve, algunos de los cuales se pueden identificar. En la palma, un cuchillo, un bípode o ara flameante y una figura femenina recostada con un niño en brazos dentro de una cueva. A la izquierda, una jarra dispuesta sobre una mesa y a la derecha, un ánfora de grandes asas, sobre cuya boca hay un objeto puntiagudo, quizás una tapadera. En el dorso, un arbusto de tronco curvo, del que salen varias ramas a la izquierda y a la derecha, con pequeños frutos redondeados; un lagarto; un palo o bastón recto; una rana; un escarabajo; un caduceo y otros objetos no identificados.
Iconografia Serpiente; Ara; Representación humana; Piña; Lagarto; Escarabajo; Carnero; Cuchillo; Vid; Instrumentos Musicales; Figura femenina
Datación 34=66 (Segundo tercio del siglo I d. C.)
Contexto Cultural/Estilo Romano imperial
Lugar de Producción/Ceca Mediterráneo oriental
Lugar de Procedencia Cartagena
Lugar Específico/Yacimiento Escombreras 4
Clasificación Razonada Su localización y excavación se realizó en el curso de las actuaciones arqueológicas de urgencia para el proyecto de ampliación de la dársena de Escombreras entre los años 1997 y 2002. Se documentaron y extrajeron miles de materiales arqueológicos procedentes de diversos naufragios de mercantes de época romana, identificándose seis pecios: cinco romanos fechados entre los siglos II a. C. y VI d. C. y uno medieval datado entre los siglos XII-XIII d. C. En concreto, hallada el 27 de agosto de 2001, formaba parte del cargamento del pecio Escombreras 4, barco procedente de la Bética, que se hundió a finales del siglo I d. C, cuando transportaba con destino a Carthago Nova grandes cantidades de vino en ánforas Haltern 70 y de salazones en ánforas Dressel 8, 9 y 14, así como Beltrán IIB, además de un lote reducido de ánforas de aceite Dressel 20. Este pecio esta relacionado con la annona. A partir de Augusto, el abastecimiento de la ciudad de Roma, así como de las guarniciones militares asentadas en las fronteras del imperio, era garantizado mediante la annona. El estado concertaba la adquisición y transporte de ciertos productos básicos, como el vino o el aceite bético. Aprovechando estos flujos comerciales, otros productos como los salazones, se beneficiaron del comercio dirigido. La pieza que estudiamos es un exvoto que se utilizaba como estandarte en las procesiones y ritos dedicados al dios Sabazios. Se le atribuía el poder de proteger a las mujeres en el parto, por lo que no es de extrañar la representación de una mujer amamantando a un niño dentro de una cueva. La serpiente es el símbolo de la renovación anual de la vida. La cabeza de carnero, el cuchillo y el ara llameante aluden al sacrificio ritual. Estas ceremonias de sacrificio incluirían el consumo comunitario de vino, de ahí la presencia del ánfora y de la jarra. Sabazios, hijo de la diosa madre Cibeles, era una divinidad redentora de origen tracio, cuyo culto penetró en Grecia a finales del siglo V a. C. y se extendió a Roma a partir del siglo II a. C, aunque con una incidencia minoritaria, que no pueda compararse a la de otros dioses orientales. Por ello, los testimonios escritos o físicos de Sabazios son relativamente escasos. En Grecia su genealogía cambió y se convirtió en descendiente de Zeus y Perséfone, diosa del inframundo, ya que era un dios que salvaba las almas de sus fieles. Asimismo fue asimilado a distintos dioses: a Dionisos, en tanto que dios agrario y de éxtasis; a Hermes, por ser la divinidad que conducía a las almas hacia el Hades; y a Zeus, cuyo rayo fulminante Sabazios también manejaba. Este dios, cabeza de una religión monoteísta, fue asociado por los romanos como Baco/Dionisio y con Júpiter, incluso, los judíos lo asociaron con Yahvé, como demuestra su similitud fonética, en griego, entre el término tracio Sabazio y el hebreo Sebaoth, designación judía de Yahvé, así como con la del día de la semana Shabat, sagrado para los judíos. La religión sabazia era un monoteísmo con un fuerte componente místico. El culto a Sabazios era mistérico y se practicaba de noche. El conocimiento y revelación del dios estaban reservados a los iniciados que, según parece, eran cubiertos con tierra, para ser desenterrados posteriormente en alusión a la resurrección. La serpiente, símbolo del poder de las profundidades y del propio dios, podía haber jugado un importante papel en el ritual, asociada a diversos cultos mistéricos. Según parece, la iniciación en los misterios y ritos de Sabazios aseguraba una rica vida de ultratumba, a la que se accedía a través de un juicio final. Sabazios se configura como un dios de la luz y de las tinieblas, de la vida y de la muerte, santo y salvador, dador de vida eterna. La piña es un símbolo de regeneración muy frecuente en ambientes funerarios romanos y representa el poder regenerante del dios. El arbusto que se encuentra junto al ánfora no resulta fácil de identificar. Puede tratarse de una vid, motivo frecuente en la iconografía sabazia, que daba lugar a actos litúrgicos en cierta medida semejantes, que incluían procesiones, purificaciones catárticas y consumo de vino.Lo que podría explicar también la presencia del par de címbalos o instrumentos musicales similares. El lagarto, muy frecuente en ambientes funerarios, renace en primavera, después de permanecer oculto durante el invierno, como la serpiente. Es un símbolo ctónico y regenerador que se utilizaba también con sentido apotropaico, al igual que la rana, compartido con el posible escarabajo, de gran poder protector en el antiguo Egipto. El caduceo de Hermes-Mercurio participa en la iconografía sabazia en su calidad de conductor de almas en el tránsito de la muerte. El pecio Escombreras 4 frecuentaría las líneas del tráfico bético hacia Italia y los puertos de la Narbonense que enlazaban con el limes, por lo que existían posibilidades de contacto con círculos sabazistas. Pinedo Reyes y Alonso Campoy (2003: 248) señalan que la presencia de esta pieza en un barco en trayecto del Estrecho a Carthago Nova concuerda con el ambiente costero de otros hallazgos de objetos sabazios en Hispania como las dos manos sabazias del Museo Arqueológico Nacional, procedentes de la colección del Marqués de Salamanca. Asimismo, concluyen que la difusión del culto por el extremo Occidente se llevó a cabo exclusivamente a través de las líneas marítimas de altura.
Junto con otros cultos mistéricos como los de Mitra o Isis, el de Sabazios representa esas primeras aceptaciones del monoteísmo (semi-politeísta) que culminará con la aceptación global del cristianismo. En el occidente romano el culto a Sabazios no llegó a alcanzar nunca los niveles de institucionalización de Oriente y los Balcanes, donde existieron diversos templos de Sabazios que contaban con sacerdotes, esclavos e incluso palomares y árboles sagrados.
Existen dos tipos de exvotos conocidos relacionados con esta divinidad, por un lado, relieves con la imagen y el nombre del dios (menos habituales) y, por otra parte, pequeñas esculturas con forma de mano en actitud de bendecir, en las que se incluyen diversos elementos iconográficos. En este último caso se conocen manos votivas de Sabazios, fechadas en el siglo I a. C. como el Busto de Sabazios coronado con una cesta de frutas, procedente de Pompeya y la Mano votiva de Sabazios, procedente de Herculano, ambos conservados en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles; la Mano votiva de Sabazios del Museo Arqueológico Nacional de Florencia y la del Museo Nacional Romano de las Termas de Diocleciano, procedente de Isola Farnese (Roma), de los siglos II-III d. C.
Bibliografía ALONSO CAMPOY, Daniel; PINEDO REYES, Juan. Un nuevo documento de culto Oriental en Carthago Nova: la mano Sabazia de la Isla de Escombreras. Mastia. Revista del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena. Cartagena: 2003, pp. 235-249. pp. 235-249. Disponible en: <https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6076284> Consulta: 20/12/2021.

ARQVA, Museo Nacional de Arqueología Subacuática. Madrid: Ministerio de Cultura, Subdirección General de Publicaciones, Información y Documentación, 2008. p. 232, ficha n.º 60. Mano sabazia. Ficha realizada por Maria de los Ángeles Pérez Bonet.

ARQVA. Museo Nacional de Arqueología Subacuática. Guía. Madrid: Ministerio de Cultura, Subdirección General de Publicaciones, Información y Documentación, 2008. p. 65.

Scombraria. La historia oculta bajo el mar. Arqueología submarina en Escombreras. Murcia: Dirección General de Cultura, 2004. p. 217, ficha n.º 162. Ficha realizada por Daniel Alonso Campoy
Forma de Ingreso Depósitos de las CCAA
Fecha de Ingreso 02/04/2008
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