| Clasificación Razonada |
La técnica de la taracea en bloque estuvo muy extendida en el ámbito del Mediterráneo occidental en la Edad Media, y perduró durante el Renacimiento. De origen posiblemente hispanomusulmán, se dedicó a conformar decoraciones geométricas, en las que se aprecian variantes peculiares de los distintos ámbitos geográficos. Las grecas y fingimientos de cornisamientos que aparecen en este ejemplar menudearon a fines del siglo XV y a principios del siglo XVI en el norte de Italia, donde la antigua técnica se empleó para traducir ornamentos de procedencia clásica como los mencionados.
La forma de la pieza, que se estructura en una base troncopiramidal, cuerpo recto y tapa a cuatro aguas truncada y rematada por un cuerpo sobrealzado, es corriente en piezas del mismo origen decoradas en otras técnicas.
Todas estas notas pasaron al Levante español, donde se realizaron muebles de distintas tipologías -escritorios, arquetas, ruedas de estudio- con molduraciones y motivos clasizantes yuxtapuestos a otros de lacerías, que se inspirarían, entre otras fuentes, en arquetas como ésta.
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