Foto: Museo Nacional de Escultura

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Museo Museo Nacional de Escultura
Inventario CE0970
Clasificación Genérica Pintura
Objeto/Documento Cuadro
Autor/a Ruiz de la Iglesia, Francisco Ignacio (Lugar de nacimiento: Madrid (m), 01/07/1649 - Lugar de defunción: Madrid (m), 28/09/1703)
Título San José con el Niño
Materia/Soporte Lienzo []
Técnica Pintura al óleo
Dimensiones Marco: Altura = 140 cm; Anchura = 109 cm; Profundidad = 4,50 cm
Soporte: Altura = 136,50 cm; Anchura = 106 cm
Descripción La mayor cantidad de información sobre la vida del esposo de la Virgen María no se encuentra en los evangelios canónicos sino en los apócrifos; su figura, inicialmente en un segundo plano, adquirirá paulatinamente mayor importancia hasta legar a ser considerado el mayor de todos los santos, lo que se refleja en el desarrollo de una iconografía independiente. La orden carmelita, especialmente Santa Teresa de Jesús, y figuras como San Francisco de Sales contribuyeron decisivamente a la popularización de su culto.
En esta luminosa pintura de finales del siglo XVII se le representa en una tierna escena familiar, como un hombre aún joven, sentado con el Niño en los brazos, mientras un angelito se ocupa en preparar la cuna. Contrasta con la sencilla intimidad del episodio, la poderosa arquitectura del fondo que revela el teatral cortinaje levantado por otro pequeño ángel.
Iconografia San José con el Niño; Niño Jesús
Datación 1691=1700
Contexto Cultural/Estilo Barroco español. Madrid
Clasificación Razonada Según Jesús Urrea (2007): Esposo de la Virgen y padre nutricio de Jesús, la figura de José apenas se menciona en los Evangelios Canónicos, en cambio los Apócrifos colman esa laguna con detalles anecdóticos sobre su existencia. De edad muy superior a la de María, el humilde oficio de carpintero que se le atribuye no explica la estirpe real a la que pertenecía; sin embargo jugó un papel decisivo para salvar la vida de Jesús amenazada por Herodes. La huida con su Esposa e Hijo a tierras de Egipto le convierten en un inmigrante forzoso, motivo por el que se prefiere representarlo como un hombre maduro, con todo su vigor, de grave expresión, dispuesto a cumplir cabalmente con su condición paterna. Desaparece de la escena pública antes de dar comienzo la pasión de Jesús ya que de no haber sido así, según San Francisco de Sales, sin duda Cristo no habría encomendado su propia madre a San Juan.
Precisamente a San Francisco de Sales le debe San José gran parte de la creciente popularidad que adquirió su figura a partir del siglo XVII, hasta el punto de llegar a considerársele como el mayor de todos los santos. También la orden carmelita, y muy especialmente Teresa de Jesús, actuaron en este sentido de manera decisiva. Curiosamente este lienzo de San José formó pareja con otro representando a San Francisco de Sales, (Inv. n.° 1.486), que a su vez es réplica de otro firmado por Ruiz de la Iglesia conservado en el templo de San Ginés, de Madrid, como si la devoción sentida hacia San José por quien encomendó ambas pinturas hubiese sido motivada por San Francisco de Sales.
La pintura estuvo atribuida primeramente a Palomino, después se consideró, como su lienzo compañero, del molfetés Corrado Giaquinto e incluso perteneciente al círculo de la pintura cortesana influida por el rococó francés, apuntándose que posiblemente sería obra de un imitador de Van Loo... de hacia 1770. No obstante, es obra claramente pintada dentro de la última década del siglo XVII ya que su colorido luminoso junto con el tratamiento de la luz y su soltura técnica, evidencian la innegable influencia que ejercitó el napolitano Lucas Jordán en el ambiente pictórico de la corte española de aquel momento.
Se representa a José sentado en una silla en lo que parece ser una balconada, sostiene tiernamente al Niño en sus brazos y hace ademán de depositarle en la cuna que está preparando un angelito. La cariñosa actitud y el cruce de miradas refuerzan la familiaridad de la escena que curiosamen te se desarrolla en un palacio, con grandes columnas pareadas y un monumental edificio semicircular al fondo, recién descubierto por otro ángel volandero al levantar un teatral cortinaje rojizo. La delicadeza de la actitud del Santo no empaña la varonil expresión ni la firmeza que denotan sus manos. Técnicamente es una pintura muy ligera de color y rápida de ejecución, adivinándose las dotes que tuvo Ruiz de la Iglesia como pintor de decoraciones al fresco, al tiempo que se puede comprobar también su gran dependencia de los modelos utilizados por Palomino y José Donoso.
Bibliografía GIL CARAZO, Ana. San José con el Niño. En: MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA; PATIO HERRERIANO, MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO ESPAÑOL. Figuras de la exclusión. Valladolid (m): 2011. pp. 50-51.

URREA FERNÁNDEZ, Jesús. San José con el Niño. Museo Nacional de Escultura V: Pintura entre lo real y lo devoto. Valladolid (m): 2007. pp. 42-43.

URREA FERNÁNDEZ, Jesús. San José con el Niño. Pintura del Museo Nacional de Escultura. Siglos XV al XVIII (II). Valladolid (m): 2001. pp. 85-87.
Catalogación Urrea Fernández, Jesús
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