Foto: Pablo Linés Viñuales

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Museo Museo Nacional del Romanticismo
Inventario CE1543
Clasificación Genérica Pintura
Objeto/Documento Miniatura
Autor/a Corro, Cecilio (Lugar de nacimiento: Granada - Lugar de defunción: Granada, act. 1834-1866)
Título Manuel Remírez y Barreda
Materia/Soporte Miniatura: Marfil artificial
Pigmento
Trasera: Pergamino
Marco: Seda [Terciopelo verde]
Metal
Cristal
Cuero
Técnica Miniatura: Gouache
Acuarela
Dimensiones Marco: Altura = 24 cm; Anchura = 20,30 cm
Miniatura: Altura = 12,40 cm; Anchura = 10,40 cm
Descripción Retrato de un caballero joven situado en un interior del que se trasluce el vano de vidriera emplomada a la izquierda, por el que penetra la luz, y un sencillo cortinaje azul a la derecha. Luce el cabello corto peinado a la romana, con raya al lado, puntas rizadas sobre las sienes y largas patillas, y va vestido cuidadosamente a la moda, con levita y corbata oscuras y chaleco rojo abotonado. Se apoya sobre unos mullidos cojines de terciopelo, haciendo bascular todo su cuerpo, y la mirada, hacia la derecha, en actitud distraída. Dominan los colores oscuros, en tonos azules, de manera que el brillante rojo del chaleco atrae la mirada del espectador.

El retratado es Manuel Remírez, natural de Aguilar de Campos, que en 1846 fue nombrado caballero de la Orden de Calatrava.

A nivel técnico, el pintor marca los contornos del cuerpo del personaje para rellenarlo con manchas de color, mientras el rostro es delicadamente modelado a través del suave punteado. Resulta singular el tratamiento técnico del muro de la estancia, que recuerda vagamente a los efectos de las técnicas fotográficas, con las que el pintor experimentó.

El autor, Cecilio Corro, fue uno de los grandes miniaturistas del Romanticismo español. Nombrado pintor de cámara en miniatura en 1846, retrató en diversas ocasiones a Isabel II y su hermana. De hecho, el Museo del Romanticismo conserva un retrato de su madre la reina María Cristina (Inv. CE10133).
Inició su formación como escultor en su ciudad natal, Granada, trasladándose a la capital a finales de la década de 1830 para matricularse en la Academia de San Fernando. Como señala Carmen Espinosa (ESPINOSA MARTÍN, C., "Las miniaturas en el Museo del Prado". Madrid: Museo Nacional del Prado, 2011: 68), en esos años aprovechó para para aprender y perfeccionar la técnica de la miniatura siguiendo los consejos y enseñanzas de Antonio M.ª Esquivel.
Aunque destacó sobremanera en el arte del pequeño formato, mostró gran inquietud por otras facetas artísticas, solicitando en varias ocasiones la plaza de restaurador en La Alhambra, así como abriendo un establecimiento fotográfico en Madrid.

El retrato miniatura, como la imagen transportable de un ser querido, fue una de las manifestaciones artísticas más significativas del siglo XIX. Este es un caso especial, porque la placa de marfil artificial que actúa como soporte es más gruesa de lo que es habitual en este tipo de obras y, además, el tamaño del retrato y el marco de cuero repujado y firmado con el que la pieza ha llegado a nosotros, nos hace pensar que fue concebida para ser colgada en alguna estancia de la casa, quizá, en la alcoba o boudoir de la mujer del retratado.
Iconografia Retrato individual masculino; Fondo de interior
Datación 1850[ca]
Contexto Cultural/Estilo Romanticismo
Reinado de Isabel II (1843-1868)
Lugar de Producción/Ceca Madrid (España, Europa)
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Foto: Pablo Linés Viñuales

Foto: Javier Rodríguez Barrera

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