Foto: Ángel Martínez Levas

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Museo Museo Arqueológico Nacional
Inventario 1999/99/144
Clasificación Genérica Cerámica
Objeto/Documento Ánfora
Autor/a Pintor de las Coéforos
Conjunto Vasos griegos 3D; Vasos Magna Grecia 3D
Materia/Soporte Arcilla
Desgrasante cerámico
Barniz antiguo
Técnica Figuras rojas
A torno
Cocción mixta
Barnizado
Dimensiones Altura = 58,10 cm; Anchura máxima = 23 cm; Boca = 16,20 cm; Pie = 14,70 cm
Descripción Esta ánfora forma pareja con la nº 1999/99/143. En el hombro de ambas caras, el programa funerario acude al repertorio característico, aquél con el que también se adornan los sarcófagos tarentinos: las luchas míticas de animales. En el anverso dos grifos atacan a un cérvido, en el reverso la presa de los grifos es un caballo. El discurso se refuerza con la imagen de la cara B, donde un inmenso grifo de alas desplegadas, cresta puntiaguda y afilado pico ha clavado ya sus garras delanteras en el vientre de un caballo que, herido y aterrorizado, se encabrita y levanta las patas delanteras. El monstruo, levantado sobre sus patas traseras, clava también su pico sobre el cuello del animal: la sangre brota ya de sus heridas, se desliza entre las garras del grifo y surca el pecho del caballo. La violencia del enfrentamiento, la alteridad de los atacantes y el espacio liminal donde estas cacerías míticas se suceden, son metáfora de la muerte. Pero los seres híbridos anuncian, sobre el terror de sus acciones, la idea del tránsito. Sólo a través de ellos, y sólo en estos parajes sin tiempo, la muerte y el devoramiento son acciones fecundas.
La singularidad del vaso se concentra, sin embargo, en la imagen del anverso: el rapto y violación de Casandra, tema mítico extraído de la Ilioupersis o toma de Troya. Centra la composición la imagen de la estatua de Atenea, de talla inferior a la de los personajes de Áyax y Casandra, representada de frente, con el rostro ligeramente en tres cuartos, sobre un pedestal de tres escalones sombreados con líneas rojas entrecruzadas. La diosa, sin el casco tradicional, ceñida la cabeza con cintas, viste un sencillo peplo. Sostiene el escudo y la lanza en la izquierda y levanta sobre Casandra una corona. No sabemos si es el xoanon, la estatua de madera de la diosa poliada, imagen de culto guardada en el interior del templo de Atenea, o el famoso Palladion, el objeto sagrado dado por Zeus a Dardano en el momento de la fundación de la ciudad de Troya, cuya suerte estaba ligada a la posesión del este regalo divino. Una pequeña imagen femenina caída sobre los escalones de la estatua, representada de perfil y sin armas, ofrece con su rigidez el aspecto monolítico de un xoanon. Su presencia alude a la profanación del templo, a la violencia que ha derribado las imágenes por el suelo. Pero, entonces, ¿cuál de las dos es la estatua de culto? Hay aquí una confusión de motivos y una contaminación con otros episodios, posiblemente con las imágenes del robo del Palladion. Sin embargo, lo que el pintor quiere destacar es la presencia activa, viva, de Atenea. No es un mero eidolon, sino una fuerza poderosa que actúa en este preciso momento como protectora de Casandra. Ésta aparece sentada en tres cuartos junto a la estatua, las piernas hacia la izquierda, la cabeza girada hacia su agresor. Su asiento es un capitel jónico, posiblemente un altar rematado en volutas. Casandra está semidesnuda, el manto sólo le cubre las piernas. Ciñe sus cabellos de largos rizos una rama de laurel, signo de su vinculación a Apolo y de su capacidad mántica, inútil poder, pues sus profecías estaban condenadas a no ser nunca creídas. Con el brazo izquierdo se abraza a la estatua, pero el derecho se cruza sobre el pecho, ocultando sus senos y queriendo evitar, aunque de forma poco convincente, la violencia de Áyax. El jefe locrio es un joven guerrero desnudo, cubierto con casco de tipo itálico de largo penacho, bajo el que asoma una melena de largos bucles. La espada cuelga de una correa cruzada sobre su pecho, y el brazo izquierdo queda oculto tras el escudo. Áyax se inclina hacia Casandra y agarra un mechón de sus cabellos.
La imagen de esta ánfora nos presenta un cuadro singular: una escena casi "galante", donde la acción de Áyax parece más un cortejamiento que la violación y el rapto del relato épico. Atenea es una presencia viva que protege a Casandra pero, sobre todo, le ofrece la corona del triunfo. En el contexto funerario, al que este vaso fue destinado, la escena puede tener una nueva lectura, más allá de la mera representación de un episodio mítico sujeta a las fórmulas de la tradición iconográfica. La confrontación con Áyax se ha convertido en un encuentro erótico. El héroe raptor, futuro amante, es metáfora de la muerte. La joven doncella acude a la diosa como suplicante: en las futuras bodas que la muerte le depara, Atenea actuará como valedora, como protectora, entregándole el símbolo de su aceptación como iniciada y de su triunfo sobre la muerte.
Iconografia A: Áyax; Casandra; Paladio; Xoanon; Atenea;
B: Caballo; Grifo;
H: Caballo; Ciervo; Grifo
Datación 350[ac]
Contexto Cultural/Estilo Cultura Griega
Época Clásica
Lugar de Producción/Ceca Lucania
Historia del Objeto Colección Várez Fisa
Catalogador Antigüedades Griegas y Romanas
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