| Descripción |
En la cara principal se representa el primer trabajo de Heracles. La lucha contra el león se ha convertido en época arcaica en la escena más frecuente de las de tema mitológico. La fiera, enviada por Hera y cuya piel era invulnerable a las armas, asolaba la región de Nemea. El héroe ha de enfrentarse al león sólo con sus manos. Su espada, inútil, está envainada, y su clava, apoyada en el suelo. Elige aquí el pintor el esquema más convencional de esta lucha, el vertical, derivado de los tipos orientales. En torno a esta fecha, ca. 530 a.C. comenzará a representarse la lucha horizontal, una invención ática, que será la forma en que se difunde la imagen de la primera hazaña del dodekathlón de Heracles durante el siglo V a.C.
Detrás de Heracles, un hombre barbado viste una túnica adornada con gruesos puntos rojos y algunos blancos. Lleva un arco en la mano derecha, preparado y de su tahalí cuelgan el carcaj y una espada. Está atento esperando el desenlace de la lucha, tal vez se trate de Jolao, el amigo. A la derecha, Atenea es el otro testigo de la hazaña y la protectora del héroe. Jolao y Atenea son los testigos más frecuentes de este athlós. La diosa lleva casco de alta cimera y sujeta la lanza y el escudo redondo cuyo episema es el prótomo blanco de un león amenazante con las fauces abiertas. Entre Heracles y Atenea cuelgan las ropas del héroe.
En la cara posterior aparece una escena dionisíaca. Aparece parado en el centro un impresionante Dioniso de larga barba. Mientras que con la mano derecha sujeta una gran rama de vid de la que cuelgan pámpanos y que llena el fondo del vaso, en la otra mano lleva su vaso cultual, el cántaros. Vuelve la cabeza hacia atrás, hacia un sátiro bailarín que mira hacia abajo, con la boca abierta, tal vez asombrado del tamaño de su falo. A la derecha una mujer de piel blanca, con una guirnalda de hiedra con flores rojas destaca con su actitud recatada, con la mirada baja, del escandaloso e itifálico sátiro.
Dioniso y Heracles comparten muchas veces el mismo vaso. Paralelos entre ambos encontramos también en el mito y en el culto. Ambos son hijos de Zeus y de mujeres mortales, ambos nacen en Tebas o tienen relación con Beocia, los dos han sido odiados por Hera y ambos tuvieron una agitada existencia terrestre. Es posible que estuvieran conectados también en los festivales áticos reorganizados en la primera mitad del siglo VI a.C. Dioniso y Heracles son los temas más populares en las imágenes de los vasos de figuras negras.
|
