Museo Museo Nacional de Artes Decorativas
Inventario CE09383
Clasificación Genérica Cerámica; Ajuar de mesa
Objeto/Documento Plato
Materia/Soporte Pasta cerámica
Técnica Esmaltado (cerámica)
Pintado a pincel
A torno
Dimensiones Altura = 2,50 cm; Diámetro = 13,70 cm; Diámetro base = 5,50 cm
Descripción Plato redondo de pequeño tamaño, de fondo cóncavo rebajado, casi plano, con pared y ala apenas desarrolladas, ligeramente convexa, sin separación con el fondo. Base circular de solero plano rehundido. Agujero para colgar en el ala realizado posteriormente. Fragmentado y pegado.
Anverso: esmalte blanco, con decoración pintada a pincel en verde, amarillo, azul, ocre o naranja, y morado, de motivo vegetal triangular que ocupa casi toda la superfice del fondo, enmarcado por dos ramas o arbustos esquemáticos. En la pared y el ala, listeles concéntricos de distintos grosores y colores.
Reverso: igual esmalte blanco, más ligero y defectuoso, apenas aplicado en el solero, sin decoración. Marcas de torno.
Iconografia Anverso, fondo: Motivos vegetales;
Anverso, pared y ala: Motivos geométricos
Inscripciones/Leyendas Reverso, fondo, Pintado a mano
D.(C.)1089 (Número de Depósito Cerámica) [En tinta negra]
Datación 1726=1750
Contexto Cultural/Estilo Edad Moderna
Lugar de Producción/Ceca Puente del Arzobispo (Toledo, Castilla-La Mancha)
Talavera de la Reina (Talavera (comarca), Toledo)
Clasificación Razonada La tradición hispanomusulmana en las decoraciones cerámicas de los centros españoles en la Edad Moderna se ve plenamente superada en Talavera a partir de la segunda mitad del siglo XVII con el desarrollo de series decoradas con escenas de sentido paisajista, en consonancia con el efectismo barroco. Se trata tanto de la transposición de patrones de la producción azulejera a las piezas del ajuar doméstico, como de la culminación de un proceso que se había iniciado a mediados del siglo XVI y principios del XVII con la introducción de esquemas de influencia italiana y oriental, pero que aún eran elementos aislados carentes de narrativa.
En inicio (mediados del siglo XVII) son producciones escasas y de probable encargo, de las que, en su versión rayado naranja, han llegado hasta hoy pocos ejemplares (GÓNZALEZ ZAMORA, César, 2004, p. 162; MAN, nº inv. 58191, AINAUD DE LASARTE, Juan, nº 683, p. 256). A partir del último cuarto de siglo se desarrolla una decoración que ya cubre toda la superficie de la pieza, apenas dejando ver el esmalte blanco, y que se compone de escenas con un pretendido realismo paisajista y descriptivo. Por su profusión, estas decoraciones generan una ilusión óptica de realidad cromática que ha llevado a denominar estas series como polícromas, aunque en realidad, la paleta no difiera básicamente de la empleada en Series precedentes (GÓNZALEZ ZAMORA, César, 2004, p. 162).
Son escenas que tienen lugar al aire libre, sin apenas excepciones, dispuestas sobre una idea de suelo y rodeadas por elementos vegetales (a menudo desproporcionados) que las sitúan en un paisaje campestre. Los temas más habituales son los cinegéticos y animales, aunque también existen ejemplos con niños y otras figuras humanas, escenas religiosas y mitológicas, motivos heráldicos, etc. Se trata de un cambio importante que no sólo tiene lugar en España (también en Francia, y con anterioridad había ocurrido en Italia), puesto que la cerámica comienza a ser vista como soporte para decoraciones pictóricas (aunque en España rara vez tuvo el apoyo económico para contar con pintores de primera fila), y se comienzan a elaborar repertorios que corren en paralelo a las corrientes pictóricas (como el desarrollo de la pintura de paisajes, de la que se toman algunos detalles como por ejemplo los árboles secos del que salen nuevos troncos que aparecen en los grabados de Esaias Van de Velde, las obras de Jan van Goyen, o en Jacob y el ganado de Labán de Murillo del museo Meadows de Dallas), y que trascienden en cierta medida lo puramente decorativo. Los pintores cerámicos podía utilizar grabados y estampas como modelos para sus trabajos, como por ejemplo las series sobre caza y luchas de animales del italiano Antonio Tempesta (1555-1630) y de su maestro, el flamenco establecido en Florencia Jan Van der Straet o Giovanni Stradano (o Stradanus, 1523-1605), o las obras sobre los juegos de niños de los franceses Jacques Stella (1596-1657) y su hija Claudine Bouzonnet Stella (1636-1697) (GÓNZALEZ ZAMORA, César, 2004, p. 169).
Este plato y otro semejante (CE09371) se decoran únicamente con un arbusto o motivo vegetal triangular que también aparece formando parte de grades composiciones historiadas (por ejemplo, Cuenco nº inv. CE00169)
Aunque los especialistas no se han puesto de acuerdo en cuanto al inicio de esta serie (GÓNZALEZ ZAMORA, César, 2004, pp. 174-178), todos parecen situar su final en torno al segundo cuarto del siglo XVIII, cuando se puede decir que fue aplastada por la moda monocromática de solo azul que dominó toda la centuria. Se han establecido diferentes dataciones según una posible evolución en los elementos que acompañan estas escenas principales, como los árboles o las cenefas de los bordes; no obstante, se tiende a utilizar estos criterios solo para agrupaciones de piezas, puesto que es arriesgado organizar cronológicamente una manifestación tan popular como la cerámica únicamente por diferencias figurativas, cuando además, en Talavera coincidieron en el tiempo varias de sus series decorativas (incluso pueden aparecer combinadas en una misma pieza).

BIBLIOGRAFÍA:
AINAUD DE LASARTE, Juan: Cerámica y vidrio. Ars Hispaniae, vol X. Editorial Plus Ultra, Madrid, 1952. (REF 031:7 10-X).
GÓNZALEZ ZAMORA, César: Talaveras. Antiqvaria, Madrid, 2004. (11.315).
PLEGUEZUELO HERNÁNDEZ, Alfonso, 1994: Talaveras en la Colección Carranza. Catálogo de la Exposición. Ayuntamiento de Talavera de la Reina. (6.654)
Catalogación Alonso Santos, Manuel
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