| Descripción |
La mujer ha jugado un papel esencial en las sociedades americanas, ocupando altos cargos en las esferas políticas y religiosas, y aunque en menor proporción probablemente que el hombre, su presencia no ha sido suficientemente reconocida o visualizada.
En general, ante la ausencia de escritura, las representaciones figurativas de las culturas prehispánicas suponen la fuente principal de conocimiento de estas sociedades. Sin embargo, la dificultad de identificar el género del individuo representado ha provocado en múltiples ocasiones la ausencia o el silencio sobre el papel que ciertas mujeres pudieron haber jugado en las esferas supuestamente masculinas. La utilización de un lenguaje (personaje/individuo/figura) ambiguo da lugar a una interpretación errónea por parte del lector de los textos o del visitante, creyendo que se tratara de una figura masculina, cuando posiblemente estos términos indican la falta de reconocimiento del sexo.
En estos casos, la mujer se ha vestido o ha utilizado insignias y adornos generalmente restringidos o interpretados como pertenecientes al ámbito masculino, pero que en realidad más allá de un atributo de género han sido símbolos de poder. La interpretación habitual al encontrarse con este tipo de figuras es suponer que se trata de personajes de género masculino, aunque en ocasiones, como esta figura moche, es obvio que se trata de una mujer. El artesano que realizó la figura ha pretendido resaltar su sexualidad para que no dejar dudas sobre su género, siguiendo también la intención de "retrato", como es frecuente encontrar en este tipo de cerámicas.
La revisión de estas interpretaciones en la arqueología americana, a la luz de nuevos hallazgos como la tumba de la Señora de Cao, confirman la presencia de mujeres gobernantes en la sociedad moche. El ajuar que la acompaña, incluye armas como los grandes mazos de guerra, que se interpretan como objetos masculinos, obviamente asociados a ese "poder".
Mujeres que, en la sociedad moche, tuvieron además un claro papel en el mundo religioso, al ejercer como sacerdotisas principales del sacrificio de prisioneros, tal y como evidencian los ajuares (tocado y copa de sacrificios) que se conservan en los enterramientos de las sacerdotisas de San José de Moro.
En estos casos el poder de estas mujeres no procede de su vinculación o asociación con un hombre (no es esposa, madre o hija de caciques) sino que deriva directamente de su cargo, pues el ajuar indica esto precisamente, una clara referencia al sistema ceremonial.
La relectura de las representaciones iconográficas y la revisión de las interpretaciones tradicionales de las mismas, sin duda arrojará más luz sobre el papel de la mujer en las sociedades prehispánicas.
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