Descripción |
En 323 a.C. Ptolomeo, general de Alejandro Magno, heredó a la muerte de éste la región más codiciada de sus dominios, Egipto, a la que convirtió en una potencia mediterránea con un sistema monetario al modo griego. Esta pieza, acuñada por su hijo, es un magnífico ejemplo del arte del retrato helenístico: en ella podemos ver a la pareja reinante, Ptolomeo II y Arsinoe -que además de esposa era su hermana de padre-, mientras que en el reverso aparecen sus antecesores, Ptolomeo I y Berenice.
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