Descripción |
Los reyes utilizaban sellos pendientes de oro para sancionar documentos de excepcional solemnidad. Hasta 1716, los documentos emitidos para las Coronas de Castilla y Aragón seguían normas diferentes. Éste de Felipe II, originalmente una pieza de dos caras unida por hilos de colores a algún documento, hoy desconocido, sigue el modelo utilizado en Aragón desde el siglo XIV: el rey, entronizado con los símbolos de su rango, y el escudo, con la cruz de San Jorge y las cuatro cabezas de reyes moros.
La pieza se cortó en época indeterminada, por lo que el anverso y el reverso están separados.
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