| Descripción |
La decoración se centra en el anverso del vaso. En el reverso hay solo una corona vegetal, en blanco que cuelga de las asas, ornamento frecuente en estos vasos: el mismo recipiente es coronado. La diosa Atenea cabalga un monstruo alado. Viste túnica, que se agita al viento y encima la égida o piel de cabra, moteada, con la cabeza frontal de Gorgona. El alto casco, puntiagudo, deja al descubierto el rostro, con las paragnátides o carrilleras levantadas -dos elegantes, estilizadas volutas- que permiten que asomen sus cabellos dorados. La diosa mira de frente. Sostiene lanza en su diestra, sesgada, como quien la balancea y prepara. A la derecha, bajo el vuelo de la túnica quedan restos suficientes del blanco escudo, en la perspectiva de tres cuartos, casi flotando junto a ella. Va calzada con sandalias. Todas sus carnaciones, en blanco.
El ser híbrido sobre el que cabalga, un varón barbado con orejas puntiagudas de Pan o de sátiro, su torso desnudo y alado, concluye en su parte inferior con un abanico de volutas florales. Evoca el arranque de escamas y algas en los cuerpos de gigantes y tritones del helenismo. Este cuerpo de volutas le asocia a la tierra -o al agua fecunda, floral-, de donde brotan, como parte de su ser en surgimiento, diversos tallos blancos.
El demon sin nombre surge, bate las alas y sopla, como los tritones en sus caracolas, en un alargado cuerno, a modo de trompeta de leve curva que anuncia la manifestación, el ascenso por los cielos de la diosa Atenea. Una cinta atada al instrumento permitirá luego llevarlo colgado. Sobre el fondo del vaso están representados las estrellas lucientes y los círculos de los astros inmortales.
Una antigua tradición ática decía que la diosa había nacido junto a las fuentes de Tritón, en tierras de Libia, su río natal. Nuestro escifo podría narrar la asistencia epifánica de Atenea Tritonia (o Tritogéneia), que surgió nacida con las armas (Apolodoro, I,3,6). La anunciaría el alargado cuerno musical del demon alado. Una segunda opción, más creíble, es que la diosa cabalgue un gigante, nacido de la Tierra y a ella vinculado.
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