Museo |
Museo Nacional de Antropología
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Inventario |
CE1285
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Clasificación Genérica |
Adorno personal; Adornos de extremidades; Restos humanos
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Objeto/Documento |
Brazalete
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Nombre Específico |
Tankil
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Materia/Soporte |
Madera Cabello rojo Colmillo de jabalí Bejuco marrón Bambú rojo
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Técnica |
Tallado Cestería trenzada
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Dimensiones |
Altura = 13 cm; Diámetro = 10 cm
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Descripción |
Brazalete de colmillo de jabalí utilizado por los hombres en las ceremonias de corte de cabezas, decorado con mechones de cabellos cortados a una cabeza capturada. Entre todos los grupos étnicos filipinos ha sido tradicional el uso del adorno personal, que es también un símbolo del estatus y de prestigio social. En las regiones donde existe una economía de subsistencia los adornos personales se realizan principalmente con materiales efímeros, mientras que en aquellas regiones donde existe una organización más compleja se utilizan materiales más perdurables, incluidos los de joyería.
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Datación |
1801=1900 (Siglo XIX)
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Contexto Cultural/Estilo |
Kankanay
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Lugar de Producción/Ceca |
Lepanto (Cordillera, Ilocos (Región))
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Lugar de Procedencia |
Filipinas(Sudeste asiático, Asia)
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Historia del Objeto |
El núcleo principal de las colecciones de Filipinas y de las islas Marianas y Carolinas del Museo Nacional de Antropología proceden de la exposición que sobre estos lugares se celebró en Madrid, siendo responsable de la Comisión en Manila el naturalista Domingo Sánchez. La exposición se inauguró el 30 de junio de 1887 en el Palacio de la Minería -hoy Palacio de Velázquez- y en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro. Luego los objetos pasaron al Museo Biblioteca de Ultramar, creado en 1887 con el fin de acoger los objetos de la Exposición monográfica sobre Filipinas, Marianas y Carolinas y otras posteriores especiales y periódicas de productos de las colonias ultramarinas, e instalándose en el Palacio de la Minería. El Museo se cerró en el año 1908 y los objetos más directamente relacionados con la Etnología y la Antropología física pasaron a la Sección de Antropología, Etnografía y Prehistoria del Museo de Ciencias Naturales. [En la ficha aparece un sello rojo : MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA Nº Rº 20 . Hace referencia a la nueva numeración dada a raíz del RD 694/1993, del 7 de mayo, por el que se creó el MNA.]
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Bibliografía |
ROMERO DE TEJADA Y PICATOSTE, Pilar. Filipinas. Población, Economía, Familia, Creencias. Madrid: Dirección General de Bellas Artes y Archivos, 1993. pp. 14-15; COLLAR Y BRAZALETE
Bontoc. Provincia Montañosa (Norte de Luzón).
Colmillos de jabalí, bejuco, madera y cabellos.
Largo 55 cms. Altura 13 cms.
Nos. Inv. 1.897 y 1.285.
Los collares (boaya) y brazalete (tankil) de colmillos de jabalí eran llevados sólo por los hombres en la ceremonias de corte de cabezas, siendo los primeros muy raros y apareciados. Los brazaletes son un privilegio de la clase superior y se decoraban con mechones de cabellos cortados de una cabeza capturada. Si ésta era de mujer, la figura que se colocaba era femenina, y masculina si era la de un varón.. SANTOS MORO, Francisco José de. El Mundo de las creencias. SIERRA DELAGE, Marta(A); ROMERO DE TEJADA Y PICATOSTE, Pilar(A). Teruel: Museo de Teruel (Diputación Provincial de Teruel), 1999. Pág. 109; BRAZALETE
Kankanay. Filipinas. Siglo XIX.
Madera, colmillos de jabalí, nito y pelo.
Altura 13 cm
Nº. inv.: 1.285. Museo Nacional de Antropología (sede Alfonso XII).
El corte de cabezas fue uno de los rasgos distintivos más significativos de los grupos de la Cordillera de Luzón (Filipinas), cuya importancia en el pasado se recoge en su mitología. No formaba parte esencial de las ceremonias religiosas, pero sí era el camino más importante para la obtención de prestigio y poder dentro de la comunidad, como asimismo para vengar las ofensas sufridas por algún miembro de ésta. La continuación de esta práctica se debía a la creencia de que una cabeza humana era la ofrenda más valiosa que podía hacerse a los antepasados, ya que con ello se aseguraba una cosecha abundante y la fertilidad de los animales domésticos. Las cabezas que se habían tomado a los enemigos se colocaban en unos postes construidos especialmente en el centro del poblado y se celebraba una ceremonia con una danza especial a su alrededor. Los brazaletes de colmillos de jabalí, llamados tankil, se utilizaban sólo por los hombres en estas ceremonias, se decoraban con mechones de cabellos de la cabeza capturada. Si ésta era de mujer, la figura tallada que se colocaba era femenina, y masculina si era la de un varón. Pero estos brazaletes eran, además, un símbolo de diferenciación social y de prestigio de la clase pudiente.. Autor de la ficha: Pilar Romero de Tejada
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Catalogación |
Romero de Tejada y Picatoste, Pilar
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