| Descripción |
Arqueta de planta rectangular, labrada toda ella en plata sobredorada, con asiento inferior moldurado de borde recto y cuatro patitas guarnecidas por apliques de ángeles fundidos. El contenedor presenta proporciones equilibradas y está cubierto por una tapa a cuatro aguas con tabla superior en cuyo centro se atornilla una cruz con brazos de sección romboidal y crucero marcado. Incorpora aplicados veintiún esmaltes ovalados, once en la cista y diez en la tapa, con fondos de azul ultramarino y detalles en turquesa. Los que aparecen en la tapa y los laterales, con disposición horizontal, presentan el anagrama IHS en su diseño. En el frente, se adapta una caja cuadrada de cerradura con seguro pasante y lengüeta articulada desde la tapa mediante charnela simple. El mecanismo está sobrepuesto a la pieza, tiene acabados toscos y elementos de sujeción vistos.
La decoración grabada presenta paneles de ces ramificadas, afrontadas con apliques esmaltados centrales. En los laterales, el diseño cambia, las ces aparecen contrapuestas, incorporan botones de esmalte horizontales en su interior y uno vertical entre ambas volutas.
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| Clasificación Razonada |
Como ocurre en multitud de piezas españolas de plata del siglo XVII, esta arqueta eucarística carece de marcas, y ni las técnicas empleadas ni la tipología ayudan a determinar con claridad su origen. Las particulares circunstancias que influyeron en la platería española de la decimoséptima centuria, contribuyeron a la creación de estereotipos, siendo muchos los obradores de la Península y tierras de ultramar que labraban piezas de similares características morfológicas y ornamentales, en muchos casos carentes de marcas o atributos diferenciadores.
En las primeras dos décadas del siglo XVII, estas piezas de carácter cortesano, con sus característicos botones de esmalte, se labraban por lo tanto de forma semejante en Madrid, Toledo, Valladolid, Sevilla, Córdoba, México, etc. Son pocas, sin embargo, las arquetas eucarísticas de estas características conocidas o identificadas con uno u otro taller, quizá la más semejante sea la conservada en la colección Várez Fisa, bastante posterior a la nuestra y que, siendo mexicana, desarrolla un modelo de marcada tradición española.
La arqueta del MNAD, dadas sus características generales y conociendo precedentes de platería tipo cortesano en Castilla, seguramente se trate de un trabajo vallisoletano, madrileño o toledano, realizado entre 1600 y 1615; cualquiera de las producciones de estos tres centros pudo ser el origen, durante las primeras décadas del la centuria, de piezas como esta arqueta. En este caso, la mano del platero no demuestra ninguna excelencia en los recursos empleados; con una labor de cincel imprecisa, ejecuta diseños decorativos poco originales, repetidos con frecuencia en la platería española ya desde las últimas décadas del siglo XVI y durante buena parte del XVII.
Esta tipología experimentó un importante desarrollo durante el siglo XVII, refrendado en la décimoctava centuria con la aparición de grandes piezas barrocas de exaltación eucarística. Su función principal tenía lugar tras la ceremonia de Jueves Santo, en ella se mantenía el cuerpo de Cristo en reserva, oculto en este caso. Este tipo de mueble tiene el mismo origen que las pequeñas arquetas civiles de estrado; en ambos casos el lenguaje decorativo y algunos detalles simbólicos les aportan su carácter religioso o profano.
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