| Museo |
Museo Nacional de Antropología
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| Inventario |
CE7585
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| Clasificación Genérica |
Adornos de cuerpo
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| Objeto/Documento |
Collar
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| Materia/Soporte |
Arcilla
Fibra de algodón
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| Dimensiones |
Sin tipo de medida definido = 60 cm
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| Descripción |
Collar realizado con cuentas esféricas, cilíndricas y troncocónicas de cerámica con decoración incisa a base de dibujos geométricos, insertadas en una cuerda de algodón.
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| Datación |
1933-1934
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| Contexto Cultural/Estilo |
Área andina
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| Lugar de Producción/Ceca |
Perú (América del Sur, América)
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| Lugar de Procedencia |
Perú(América del Sur, América)
Recolección, Iglesias Brage, Francisco
[Francisco Iglesias Brage permaneció en el área amazónica entre 1933 y 1934 como Delegado de la Sociedad de Naciones con el fin de administrar el llamado triángulo de Leticia que en aquel momento estaba en litigio entre Colombia y Perú, recogiendo diferentes materiales etnográficos.]
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| Historia del Objeto |
Recogido por el Capitán D. Francisco Iglesias Brage (1900-1973) entre junio de 1933 y marzo de 1934 durante su estancia en la Amazonia como Delegado español para representar a la Sociedad de Naciones con el fin de administrar el llamado triángulo de Leticia, territorio amazónico que en aquel momento estaba en litigio entre Colombia y Perú.
A su regreso, él mismo organizó la Exposición Iglesias de Etnografía Amazónica, que abrió sus puertas el 10 de marzo de 1935 en los salones de la Sociedad Española de Amigos del Arte. Clausurada la exposición, todos los materiales fueron guardados en su pazo A Toxeiriña, situado en el municipio pontevedrés de Moraña. Tras la desaparición del entonces Coronel Iglesias, sus bienes, y con ellos las colecciones etnográficas, fueron heredados por sus sobrinas María del Pilar y María del Carmen Iglesias Pérez. El legado material -y muy especialmente los objetos plumarios- sufrió las inclemencias del tiempo que predominan en toda la región. Más con la pretendida ilusión de preservarlos que con el conocimiento de saber cómo hacerlo, los diversos objetos fueron envueltos en periódicos con la creencia de que el papel serviría como escudo y les preservaría de las posibles filtraciones de agua.
Sin éxito, las sobrinas ofrecieron el legado al Instituto de Cultura Hispánica primero y a la Direcciíon General de Bellas Artes desp¡ués. Pero el 22 de diciembre de 1976 María del Carmen Iglesias inició una serie de contactos personales que culminarían con la compra por parte del Estado del legado histórico de su tío. Dado que parecía difícil que una sola institución se interesara por el conjunto completo, el 15 de enero de 1977 las herederas realizaron varias propuestas de venta: una para los fondos documentales, otra para los de archivo, y una tercera con los objetos etnográficos -en la que se sugería llevarlos al Museo de América o al entonces Nacional de Etnología-.
El 1 de junio de 1980 se remitió una nueva oferta de las colecciones etnográficas y bibliográficas con la pretensión de que fueran destinadas al Msueo de América, institución que por aquellos años se encontraba cerrada al público y estaba siendo sometida a una profunda y plena reorganización interna y de infraestructura. Ahora, el entonces Ministerio de Cultura no rechazó la oferta y adquirió la colección etnográfica y la bibliográfica para ser asignadas al actual Museo Nacional de Antropología y así completar sus fondos americanos. Finalmente la compra se realizó mediante Resolución de la Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas dictada el 14 de enero de 1982, y en la que se incluían unos 600 objetos.
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