Foto: Raúl Fernández Ruiz

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Inventario 3500
Clasificación Genérica Escultura; Materiales pétreos
Objeto/Documento Figura exenta
Tipología/Estado Exenta; Antropomorfa
Título Dama Oferente del Cerro de Los Santos
Conjunto Tarjeta postal y FM; Museo Español de Antigüedades. Tomo VI. Lámina 6; Negativo sobre placa de vidrio y FM
Metal Caliza
Técnica Esculpido
Dimensiones Altura = 135 cm; Anchura = 39 cm; Grosor = 38 cm
Descripción Figura femenina estante en actitud oferente portando un vaso. Sus ojos son grandes y de párpados marcados, más gruesos los superiores. La nariz está ligeramente erosionada, pero conserva los orificios nasales indicados. Debajo, la boca está cerrada, con los labios levemente marcados y la barbilla es prominente sobre una mandíbula rectilínea. Sobre la frente aparece una fila de mechones curvos y apuntados divididos por un surco frontal. La parte delantera de la cabeza está cubierta por un tocado formado por una banda con motivos curvos en resalte que da lugar a una segunda banda con motivos en onda separados por incisiones, con una hilera de pequeñas losanges entre ellas; le siguen dos bandas horizontales decoradas con incisiones oblicuas de las que penden unos colgantes que caen sobre los mechones de la frente. Todo el tocado se sujeta en los laterales con sendas rosetas formadas por incisiones paralelas y triangulares de las que cuelga un peinado de mechones y adornos consistentes en tirabuzones finos terminados en colgantes, y tres tirabuzones gruesos a cada lado de la cara que alcanzan la zona del pecho. De las orejas cuelgan unos pendientes de rodetes con decoración de triángulos y esferas en su zona delantera. La túnica interior está sujeta en el cuello mediante un pasador en forma de "T" o fíbula, conservándose algo de decoración rosada entre el pliegue de la túnica y el cuello. Sobre la túnica aparece un primer collar fino de tres vueltas, que da paso a una tela que cubre el pecho con motivos triangulares divididos por surcos que separan resaltes marcados, tela sobre la que se apoyan cuatro collares gruesos, en espiga el primero y el tercero, torsionado el segundo, y liso y del que penden una serie de colgantes en punta el cuarto. Las manos, con dedos bien marcados, uñas señaladas mediante incisiones y al menos dos dedos de la mano izquierda adornados con anillos (pudiera portar alguno también en la mano derecha, pero se ha perdido) sujetan un vaso ligeramente vaciado en su interior, con pie marcado y borde exvasado. El interior de las manos está vaciado, y los pulgares se indican tras el vaso. Un reborde al final de cada muñeca podría ser el extremo del manto, o bien sendos brazaletes en espiral. La parte posterior de la cabeza es lisa, probablemente cubierta por un velo. Un manto se apoya sobre los hombros, se abre formando pliegues triangulares sobre los brazos, y sus bordes, formando losanges (divididas las centrales por surcos verticales), pasan por encima de las muñecas y caen por debajo de las manos rematados en borlas. El manto cubre la figura por los laterales con pliegues triangulares terminados en borlas sobre el plinto en el que se apoya la figura. La túnica exterior presenta pliegues oblicuos convergentes hacia el centro de la figura, señalados por surcos profundos; una segunda túnica lisa surge sobre una tercera túnica interior, plisada, que a su vez descansa sobre los pies calzados (el izquierdo ligeramente desviado hacia el centro de la figura). La figura se soporta sobre un grueso plinto, que se ha dejado toscamente labrado. Los laterales de la pieza muestran las arrugas oblicuas del manto en sentidos inversos por encima y por debajo de la altura de las manos. La parte posterior está toscamente labrada. La figura presenta una serie de líneas, dos verticales que delimitan la zona decorada del manto, y una tercera que divide horizontalmente el cuerpo de la figura en dos partes. La parte derecha de la escultura muestra signos de erosión en tanto que la izquierda está en muy buen estado.
La escultura está apenas labrada en su parte posterior, lo que hace suponer que estaba pensada para ser vista de frente. Su vestimenta y joyas ayudan a conocer como vestiría una dama de alto estatus dentro de la sociedad ibérica y su actitud al presentarse ante la divinidad como parte de un rito de paso de edad, con sus mejores galas y ofrecer el producto contenido en el vaso o el propio recipiente. La forma caliciforme del vaso es un hallazgo usual en los santuarios ibéricos, y aunque solían ser de cerámica, también se conocen en plata en todo el ámbito peninsular.

Esta figura, hallada en 1870 entre el gran número de estatuas amontonadas al pie de la ladera occidental, es una de las esculturas procedentes del Cerro de los Santos, en Montealegre del Castillo (Albacete), donde se descubrieron a mediados del siglo XIX los restos de un templo ibérico, un santuario situado sobre una elevación del terreno en uso entre los siglos IV a.C. y la romanización. Las piezas allí halladas constituyen la mejor muestra de la diversidad y evolución final de la escultura ibérica, hasta enlazar con los modelos traídos por los conquistadores romanos. Se consideran una de las mejores fuentes para el conocimiento de la indumentaria de la sociedad de clase elevada de la época, que acudía a orar y ofrecer dones a la divinidad, a la que ofrecían también, como exvoto, su propia imagen en piedra.
Iconografia Figura oferente
Cronología 300[ac]=201[ac] (S. III a.C.)
Contexto Cultural/Estilo Cultura Ibérica
Lugar de Procedencia Montealegre del Castillo
Lugar Específico/Yacimiento Santuario del Cerro de los Santos
Historia del Objeto Hallada en 1870 entre el gran número de estatuas amontonadas al pie de la ladera occidental. Comprada a José Ignacio Miro el 3 de enero de 1873 (Folio 112 del expediente 1871/82-A: listado de las piezas compradas a Miró)
1983/132. Exposición Los iberos. Europalia 85;
1980/17.Exposición Los iberos.; [Mexico. 26 de julio al 15 de diciembre de 1982
Madrid. 10 de enero al 10 de marzo de 1983
Barcelona. 1 de abril al 31 de mayo de 1983]
Referencia Bibliográfica Por su vestimenta y joyas se supone que representaría a una dama de alto estatus dentro de la sociedad ibérica, que se presentaría ante la divinidad con sus mejores galas. El hecho de que la escultura esté poco labrada por detrás hace suponer que estaba pensada para ser vista de frente.
Catalogador Protohistoria y Colonizaciones
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