Descripción |
La presencia en la Península Ibérica de gentes portadoras de la cultura centroeuropea de las Campos de Urnas se inicia a finales de la Edad del Bronce. Estas poblaciones, en pequeño número, se asentaron en el Noreste peninsular, coexistiendo con las poblaciones de culturas locales. Entre los elementos característicos de esta cultura, además del ritual de la cremación de sus muertos, se encuentran nuevas formas y decoraciones cerámicas.
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