Descripción |
La ciudad griega de Siracusa (Sicilia) se convirtió en el siglo V a.C. en uno de los centros más influyentes del Mediterráneo occidental. Sus monedas, símbolo de su prosperidad y realizadas por artistas de gran calidad, fueron muy apreciadas. La cuadriga coronada por Niké representada en el anverso y la cabeza de la ninfa Aretusa rodeada de delfines, en el reverso, alcanzaron un enorme éxito, siendo imitadas, entre otras, por las colonias griegas de Emporion (Ampurias) y Rhode (Rosas), en Gerona.
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