Foto: Museo Nacional de Escultura

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Inventario CE2878
Clasificación Genérica Escultura
Objeto/Documento Escultura de bulto redondo
Autor/a Ferreira, Antonio (act. 1701=1750) [Activo en la primera mitad del sigo XVIII]
Título San Juan Bautista niño
Materia/Soporte Figura: Barro
Peana: Madera
Pigmento
Técnica Figura: Modelado
Policromado
Peana: Tallado
Dorado
Figura: Cocido
Dimensiones Altura = 37,50 cm; Anchura = 18,50 cm; Profundidad = 12,50 cm
Figura: Altura = 32 cm; Anchura = 18,50 cm; Profundidad = 12,50 cm
Descripción Esta singular figura exenta de san Juan Bautista niño, destinada a la devoción privada, inicia la presencia de obras portuguesas en las colecciones del Museo. Atribuida al escultor lusitano Antonio Ferreira, que junto a Machado de Castro fue uno de los artistas más carismáticos del belén o presépio portugués, género renombrado en el arte europeo del siglo XVIII y desarrollado en Portugal a partir de una tradición nacional surgida de la escultura de barro cocido de fines del siglo XVII en la abadía de Alcobaça.
En su producción Ferreira manifiesta la influencia de grabados flamencos como los de Jacques Callot, caracterizada en personajes de gestualidadad barroca con visibles reminiscencias manieristas. Activo en el primer tercio del siglo XVIII, fue autor de grandes conjuntos belenísticos, algunos desaparecidos como el de la cartuja lisboeta de Laveiras y otros afortunadamente aún conservados, como el del convento da Madre de Deus de Lisboa, fechado hacia 1700-1730 y expuesto actualmente en las salas del Museo Nacional do Azulejo. De hecho, en esta imagen del Bautista modelada en barro policromado, de exquisito detalle y cuidada policromía, encontramos la misma manera de modelar las telas, idénticas policromías y similares fisonomías que en las esculturas del presepio de Madre de Deus, especialmente en los grupos de ángeles músicos o en los querubines que acompañan al arcángel san Gabriel en el conjunto lisboeta.
Iconografia San Juan Bautista niño
Datación 1701=1733 (Primer tercio del siglo XVIII)
Contexto Cultural/Estilo Barroco portugués
Clasificación Razonada Esta atractiva y curiosa imagen de San Juan Bautista, a medio camino entre sus figuraciones habituales como tierno infante o como ensimismado adolescente, es sin duda una obra singular dentro de las colecciones del Museo: realizada en barro policromado y asegurada a una peana de madera dorada evidencia la destreza de un artista muy cualificado, como deja ver la calidad de su modelado y el detallismo de su ejecución, tanto a la hora de describir el rudo aspecto de su túnica de piel de camello como la suntuosidad del manto que le cubre o su blanda anatomía y sus facciones aún infantiles, realzadas con una cabellera de suntuosos rizos finamente trabajados que rematan su frente con un altivo copete. La policromía, a la altura de su modelado, está aplicada con maestría tanto en las carnaciones con sus rubores correspondientes como en sus vestiduras, suntuosa a la hora de cubrir el manto con labores doradas y sutil al recrear la áspera túnica, permitiendo que el propio color del barro en el que está modelado predomine en ella.
En casi perfecto estado de conservación -únicamente faltan el índice de su mano derecha que señalaba al cordero, prefiguración de Cristo (Ecce agnus dei...), que a su vez ha perdido una de sus orejas-, su concepción, más cercana al relieve que a la escultura de bulto redondo como muestra la planitud del manto en el reverso, junto con el material utilizado y su policromía permiten relacionarla con la obra de los denominados "barristas portugueses" del siglo XVIII, especializados en el modelado de figuras para los grandes belenes monumentales o presepios. Hay que señalar que en el panorama artístico europeo del siglo XVIII el belén portugués es una de las manifestaciones artísticas más interesantes, desarrollada fundamentalmente a partir de una tradición nacional que surge de la escultura en barro cocido realizada a finales del XVII en la Abadía de Alcobaça y llevada a su apogeo en el siglo XVIII por escultores de la talla de Antonio Ferreira o Joaquim Machado de Castro (1731-1822).
Es al primero de ellos, Antonio Ferreira, activo en la primera mitad del siglo, a quien debe atribuirse la realización de esta escultura. Ferreira es el mejor representante de la influencia flamenca asociada a los presepios, siendo patente su inspiración en grabados de Jacques Callot (1592-1635) en algunas de sus obras, caracterizadas por personajes de gestualidad barroca en los cuales son aún visibles reminiscencias manieristas. Si bien buena parte de su obra ha desaparecido, especialmente el monumental presepio de la cartuja lisboeta de Laveiras alabado por Machado de Castro, afortunadamente se conserva el del convento da Madre de Deus, hoy en el Museo Nacional do Azulejo. Fechado hacia 1700-1730 y realizado en colaboración con su padre, Dionisio Ferreira, ha sido recientemente restaurado y reordenado; en sus esculturas encontramos la misma manera de modelar las telas, idénticas policromías y similares fisonomías en las imágenes del dúo de ángeles músicos o en los querubines que acompañan al arcángel san Gabriel.
Bibliografía MARCOS VILLÁN, Miguel Ángel. San Juan Bautista niño. En: BOLAÑOS ATIENZA, María(dir). El Museo crece: Últimas adquisiciones 2005-2010. Madrid (m): 2011. pp. 74-75.
Catalogación Marcos Villán, Miguel Ángel
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