Inventario |
CE2700
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Clasificación Genérica |
Escultura
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Objeto/Documento |
Escultura de busto
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Autor/a |
Anónimo [Taller flamenco]
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Título |
Retrato del emperador Carlos V, joven
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Materia/Soporte |
Piedra
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Técnica |
Esculpido
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Dimensiones |
Figura: Altura = 53 cm; Anchura = 60 cm; Profundidad = 28 cm; Peso = 76,50 Kg Sombrero: Altura = 14 cm; Diámetro máximo = 48 cm; Peso = 18 Kg
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Descripción |
La importancia que la Casa de Austria da a la configuración de la imagen oficial de sus miembros hace que se defina a edad muy temprana la del futuro emperador Carlos V: rostro alargado, mandíbula prominente y labio inferior colgante, tocado con vistoso sombrero provisto de grandes plumas y portando el collar de la orden del Toisón de Oro. El retrato pudo ser realizado hacia 1520, fecha cercana a su coronación en Aquisgrán, y presenta un joven rostro en el que falta aún la vitalidad y el poder que asociamos a las representaciones maduras del emperador.
Se conservan dos retratos similares realizados en arcilla policromada en museos de Brujas y Gante. Parece ser Pietro Torrigiano el introductor de la tipología de busto florentino en el centro de Europa, aunque sigue siendo el lenguaje formal flamenco el elegido para su realización, el mismo que se aprecia en las obras religiosas de este momento, pero al servicio en este caso, de la exaltación política.
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Iconografia |
Carlos V, emperador de Alemania; Carlos I, rey de España; Retrato individual masculino
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Datación |
1520[ca]
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Contexto Cultural/Estilo |
Renacimiento flamenco
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Clasificación Razonada |
La recuperación renacentista del retrato presenta muchos más matices de lectura que la simple perduración de la imagen. La posibilidad de contar con la representación fiel del personaje, de la figura del poderoso o del sabio, suponía acercar la presencia real a través de unos rasgos identificadores, para poder establecer una comunicación mucho más tangible con el espectador. Los gabinetes de los estudiosos integraron en su patrimonio ornamental las imágenes pintadas o esculpidas de los hombres ilustres, como referencia y como memoria. Del mismo modo, las galerías privadas, en la medida de sus posibilidades, comenzaron a lucir al lado de los retratos familiares las imágenes de los personajes de la casa reinante, junto a una común evocación de los emperadores romanos, entre otras muchas series.
El naturalista retrato de busto que, representando al emperador Carlos, forma parte de las colecciones estables de este Museo, es una temprana y excelente muestra de esta intencionalidad. Realizado en piedra caliza y maltratado por el paso del tiempo y una probable exposición a la intemperie, el busto ha sido clasificado como obra de un anónimo maestro flamenco, realizado en torno a 1520.
La escultura muestra la joven figura del emperador en las fechas correspondientes a su coronación en Aquisgrán, vistiendo camisa, jubón y manto, y luciendo sobre el pecho el collar del que pende el Toisón de Oro. Sobre la cabeza, tratada con gran exactitud en lo que a la fidelidad en la representación del rostro se refiere, se ha colocado un sombrero plano a la moda, decorado con grandes plumas. En la parte delantera se advierte la existencia de un gran medallón redondo, un aditamento ornamental que se convirtió en costumbre duradera en el tocado masculino. Salvo el hecho mismo del parecido con la imagen fijada del emperador y el atributo del Toisón, ningún otro signo de realeza destaca en la realización de la obra.
El tipo iconográfico está presente en el catálogo de las imágenes del emperador sobre distintos soportes, pero entre todos es obligado señalar el ejemplo conservado en el Museo de Bellas Artes de Gante, la patria chica de Carlos V. Realizado en terracota y policromado, el tipo responde a las mismas características que la pieza vallisoletana, salvo en el tratamiento del cabello, proponiéndose la misma cronología para ambas. Estas similitudes constatan la importancia trascendental de un esquema que contribuyó a fijar la imagen del joven rey en la primera etapa de su andadura pública. Los posteriores retratos pintados por Tiziano, especialmente en clave militar, y los bultos broncíneos de Leoni, de clara intencionalidad anticuaria y evocadora, suponen otros estadios a la hora de consagrar la imagen de la llamativa figura del monarca.
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Bibliografía |
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ARIAS MARTÍNEZ, Manuel. Busto del Emperador Carlos V. En: MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA. Museo Nacional de Escultura: colección. 2015. pp. 94-95.
ARIAS MARTÍNEZ, Manuel. Busto del Emperador Carlos V. Museo Nacional Colegio de San Gregorio: colección / collection. Madrid(m) : 2009. pp. 88-89.
ARIAS MARTÍNEZ, Manuel. Retrato del emperador Carlos V joven. Comuneros: 500 años. Valladolid(m) : 2021. p. 147.
BELLOSO MARTÍN, Carlos. Carlos V en Valladolid. La Corte en Valladolid. 2022. pp. 25-51.
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El viaje más largo. La primera vuelta al mundo. Madrid(m) : 2019. p. 55.
ELVIRA BARBA, Miguel Ángel. Busto de Carlos V. En: CHECA CREMADES, Fernando. Carolus. Madrid(m) : 2000. pp. 212-213.
SAGARRA GAMAZO, Adelaida. Burgos, legua cero del viaje de Magallanes-Elcano. Una historia de reyes, mercaderes y océanos. Cristobal de Haro, mercader burgalés. Burgos(m) : 2019. p. 48.
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Forma de Ingreso |
Dación
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Fecha de Ingreso |
26/04/1999
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Catalogación |
Arias Martínez, Manuel
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