| Descripción |
Retrato de dos mujeres sentadas. Una de ellas es Teodora Lamadrid, que apoya la cabeza sobre el codo en el regazo de la otra mujer, dirigiendo el rostro hacia arriba con la mirada perdida. La otra actriz, con expresión dulce, la rodea con el brazo sobre el hombro mientras le coge la mano con el otro.
Teodora fue una de las actrices más aclamadas por el público durante el Romanticismo, destacando en el Teatro pero también en la Lírica junto a su marido, el músico Basilio Basili. Asimismo tuvo un papel importante en el mundo de la interpretación a través de la cátedra en el Real Conservatorio de Música y Declamación. Su hermana Bárbara, también actriz, destacó junto a ella en los escenarios y podría tratarse de la otra mujer de esta imagen.
Esta fotografía forma pareja con la CE30033, donde aparecen ambas junto a otros dos actores. Sin embargo, el reverso de la presente fotografía carece de decoración, a diferencia de su pareja, impresa con tinta azul y orla en los cantos, evidenciando la utilización de diferentes soportes secundarios en las mimsmas fechas, a veces de forma tardía respecto al momento de la toma fotográfica.
Con el desarrollo de la "Cartomanía" se hace frecuente coleccionar "carte de visite" con retratos familiares y miembros de las casas reales europeas, pero también celebridades de la época, siendo numerosas las imágenes de actores y actrices teatrales que circularon.
El autor, Enrique Godínez, fue uno de los fotógrafos más destacados del momento. Discípulo y amigo de Disdéri, comienza su actividad en Sevilla en 1852, estableciendo su estudio en la calle Cadenas 4 y 5, para trasladarse, después de un periodo de producción en Madrid, a la calle de la Unión 9 una vez de regreso en Sevilla en 1872.
El sello comercial del reverso nos permite por tanto datar la fotografía entre 1854 y 1858, puesto que todavía señala la primera dirección, además de indicar su firma como Fotógrafo de sus Altezas Reales. En 1858 Godínez realiza un viaje a París en el que conoce a Disdéri, desarrollando su carrera en Madrid durante los años sesenta, hasta que cambia al estudio de la calle de la Unión ya en Sevilla. A su muerte su viuda regenta el comercio, ofreciéndolo a Disdéri durante su estancia sevillana. Coincidiendo con el momento de esplendor de las tarjetas de visita, Godínez destacó como retratista de las diferentes clases sociales, también de la Casa Real y personajes del mundo de la cultura y el espectáculo, como en esta fotografía.
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