Descripción |
El sueño del caballero de Antonio de Pereda es uno de los cuadros más emblemáticos del Museo de la Academia en el que ingresó en 1816 procedente de la colección Godoy, Príncipe de la Paz. Forma parte del género de las vanitas que tuvo una amplia difusión en la España del siglo XVII. La vanitas comporta la representación de una serie de objetos y figuras de carácter profano pero impregnadas de un claro sentido moralizador. El sueño, como referencia a la ambigüedad de la realidad y lo imaginario que, en ocasiones, llegan a confundirse, es una constante en la cultura española del Barroco. Un caballero, vestido con la indumentaria de la época, aparece dormido mientras que un ángel le muestra el carácter efímero, transitorio y perecedero de los placeres, las riquezas, los honores y la gloria. El ángel le muestra el jeroglífico de la fecha sobre el sol, que hiere, vuela raudo y mata. El conjunto de objetos situados sobre la mesa constituye un auténtico bodegón en el que se establece una condensación de símbolos y alegorías. La calavera, como alusión a la muerte, las riquezas, lo cambiante del juego y el azar expresado por los naipes; las flores que, como la vida, se marchitan. La vela humeante situada entre las calaveras, refleja lo breve y la condición fugaz y transitoria de la vida. Lo mismo representa el reloj que alude al paso del tiempo. El mismo significado tienen las armas, como la pistola y la armadura, la mitra y la tiara papal. El pintor ha representado un "corpus" de los objetos de la vanidad del mundo y de su sin sentido tratados con una definición magistral que los individualiza como forma de acentuar, a través de lo real, la presencia de su carácter didáctico, alegórico y moral.
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