| Descripción |
Incisivo central superior derecho (P1) aislado. De grandes dimensiones y sin huellas de hipoplasias. La corona es "en pala", con la cara labial muy incurbada y con numerosas estrías (descripción según Garralda 2005: 293).
La cueva de El Castillo, en Puente Viesgo (Cantabria), es uno de los principales yacimientos arqueológicos de la Prehistoria europea. Situado en una elevación caliza de forma cónica, en la cuenca del río Pas, reúne uno de los mayores depósitos arqueológicos de España, que evidencia el uso continuado de la cavidad durante al menos 150.000 años. Igualmente, posee una excepcional colección de pinturas rupestres que abarcan la totalidad del Paleolítico superior.
El yacimiento fue descubierto en 1903 por Hermilio Alcalde del Río, y excavado posteriormente por el arqueólogo alemán Hugo Obermaier, bajo el patrocinio del príncipe Alberto I de Mónaco y el Instituto de Paleontología Humana de París. Los materiales obtenidos en la excavación fueron estudiados en los años 70 por Victoria Cabrera. La cueva fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008.
Gracias a su larga secuencia estratigráfica, el yacimiento de la cueva de El Castillo permite conocer desde el primer poblamiento humano de la Cornisa Cantábrica hasta los últimos cazadores y recolectores de la región, así como el contexto ambiental y climático de estas poblaciones, su evolución tecnológica y económica, e incluso su organización social y estructura cultural.
Los niveles musterienses de la Cueva de El Castillo (niveles 22, 21 y 20) corresponden con el periodo denominado Paleolítico Medio, en el que la cavidad fue ocupada por neandertales (Homo neanderthalensis). Se dividen entre Musteriense B (nivel 22) y Musteriense A (nivel 20). En ambos niveles se documentaron en las excavaciones de principios del siglo XX abundantes restos de industria lítica y fauna, así como diversos hogares. Entre la industria lítica abundan las raederas, denticulados y hendedores, útiles típicos del Paleolítico Medio. Respecto a la fauna, el conjunto está dominado por los restos de caballo, seguido de los de ciervo, destacando la presencia de rinoceronte en el nivel Musteriense A. La caza de animales de gran talla, como el caballo, es habitual en los niveles arqueológicos de esta época. Por desgracia, no contamos con datos que permitan precisar la cronología de estos niveles, más allá del hecho de que deben tener más de 40.000 años de antigüedad, fecha aproximada de la desaparición de los neandertales.
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