Foto: Antonio Ceruelo

:: Ampliar Imagen ::

Museo Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (IAACC) Pablo Serrano
Inventario 1995.01.0201
Clasificación Genérica Escultura
Objeto/Documento Escultura
Autor/a Serrano Aguilar, Pablo (Lugar de nacimiento: Crivillén, 10/02/1908 - Lugar de defunción: Madrid (m), 11/1985)
Título Juana
Materia/Soporte Bronce
Peana: Mármol
Técnica Fundido
Dimensiones Altura = 29 cm; Anchura = 17 cm; Profundidad = 16 cm
Descripción Retrato de pequeño tamaño realizado en bronce patinado y sustentado sobre una base de mármol negro. La representación correspondiente a un personaje femenino, con la fisonomía propia de una niña, que comprende la cabeza y el cuello. De los rasgos representados destaca el diferente modo en cómo plasma la nariz y la barbilla, con un ligero y suave volumen que sobresale en un rostro plano donde su boca y sus ojos, se simulan mediante una incisión en la superficie del material. Su cabello se dibuja también con líneas incisas en el flequillo y la cabeza, acabando en una coleta donde se observa la manipulación gestual del barro.
Inscripciones/Leyendas Trasera inferior
1957 Codina [Datación
Sello del fundidor]
Firmas/Marcas/Etiquetas Trasera inferior
Serrano [A la izq de 1957]
Datación 1957
Historia del Objeto EXPOSICIONES

2018

- Pablo Serrano. Retratista retratado, de junio de 2018 a septiembre de 2020, IAACC Pablo Serrano.
Clasificación Razonada Al mismo tiempo que desarrollaba las grandes creaciones con las que recorría los museos de Europa y América, Pablo Serrano se dedicaba a la que podría ser considerada una de sus series más personales y la única en la que trabajó a lo largo de toda su carrera: las Interpretaciones al retrato. Frente a la obra más académica que desarrolló en Uruguay, condicionado por la naturaleza de los encargos de tipo religioso, oficial o de la alta burguesía, Serrano desplegó tras su llegada a España un nuevo concepto del género que partía del expresionismo y con el que buscaba no tanto la exactitud en representación física como capturar la personalidad del retratado. Así lo manifestaba el propio Serrano al hablar de su serie: Me ha interesado siempre la interpretación del retrato. Porque en cada hombre hay un rostro físico y otro metafísico. Me interesa de cada ser humano esto, sus dos espacios: los que vive y habita. Le observo. Lo aprendo. Cuando ya le conozco, lo interpreto. Ya no necesito más su presencia física. Más bien, me estorba

Desde su etapa uruguaya y hasta su fallecimiento, Serrano modeló en la intimidad de su taller estas obras más pensadas para su disfrute en la esfera privada que para su difusión en los principales circuitos expositivos, si bien algunas de ellas jugaron un papel clave en su carrera. Así lo demuestra el hecho de que fuera la carta de presentación a su vuelta a España: en 1955 obtenía ex aequo con Ángel Ferrant el Gran Premio de Escultura de la III Bienal Hispanoamericana por la Interpretación al retrato de Joseph Howard, y en 1957 inauguraba en el Ateneo de Madrid su primera exposición individual, protagonizada, junto con los Hierros, por toda una serie de Interpretaciones al retrato realizadas tras su llegada a su país natal. Pablo Serrano se erigía con esta serie en uno de los grandes retratistas españoles del siglo XX gracias a unas obras nacidas de la unión del expresionismo y del profundo conocimiento que tenía de este género, conformando una galería de retratos de los principales científicos, empresarios, intelectuales y profesionales de la arena cultural con los que mantuvo una relación profesional o de amistad.

Entre las muchas que realizó en estos primeros años se encuentra la dedicado a Juana, a quien Serrano había conocido en 1956 con motivo de la exposición individual de la pintora en el Salón del Prado del Ateneo, partiendo ese mismo año, y en compañía de José Mª Moreno Galván, en un viaje que les llevó por distintos países de Europa. Surge entonces una relación sentimental y también profesional, ingresando juntos en 1957 en El Paso y abandonando también juntos esa formación. Fue en ese mismo año de 1957 cuando Serrano realizó este retrato dedicado a Juana Francés en el que lo primero que llama la atención es la reducida dimensión del mismo, más sorprendente si se compara con otras obras de esta serie. No es la única diferencia que se observa al confrontarla con otras interpretaciones, especialmente aquellas dedicadas a hombres. Frente al expresionismo grave de facciones exageradas y deformadas, el retrato que hace de Juana se caracteriza por una delicadeza que, más allá de su pequeño tamaño, se traduce en la total ausencia de deformación en el rostro, más asemejado al de una niña que al de una mujer adulta de treinta y tres años. ¿A qué podría responder este modo de hacer de Serrano? ¿Quizá a la diferencia de edad que había entre ambos? ¿A la propia metafísica de Juana? ¿A la imposibilidad de deformar el rostro de un ser querido? Aunque no se observa su característica gestualidad expresionista, Serrano se mantiene fiel a su personal modo de entender el género del retrato, presentando unos rasgos suaves con los que da forma a su barbilla y respingona nariz. Se podría decir que el gesto lo aplica Serrano de manera muy contenida al representar su boca, reducida a una minúscula incisión en sentido horizontal que de tan pequeña parece imposible poder hablar con ella; esa gestualidad contenida aparece también en sus ojos, de mirada triste, a los que dibuja de nuevo con un objeto punzante. En ambos rasgos se observa un poso de melancólica introspección: dulzura no siempre es sinónimo de despreocupada felicidad. Es únicamente en su cabello, recogido en una coleta, y en su cuello donde se observa el característico gesto de Serrano al trabajar el barro.
Aunque sí es el que recibe el tratamiento más singular, por su tamaño y su aspecto abocetado, esta incapacidad de deformar el rostro del retratado no es exclusiva de Juana. La volveremos a encontrar en otras Interpretaciones al retrato, sobre todo en algunas dedicadas a mujeres, con planteamientos y resultados distintos en los que predomina un modelado cuidado de los rasgos de las protagonistas, en detrimento de la carga expresiva que sí aparece presente en Juana.
Bibliografía DURÁN UCAR, Dolores. Pablo Serrano. Catálogo razonado de esculturas. 1930-1985. Fundación Azcona, 2017. 510.

VV.AA.. Pablo Serrano. Fundación Museo Pablo Serrano. Madrid: Electa, 1994. 85.
Catalogación Grau Tello, María Luisa
Derechos de explotación Gobierno de Aragón. IAACC Pablo Serrano, 2024
| más imágenes |

Foto: Antonio Ceruelo

 

Foto: Antonio Ceruelo

Subir

© Ministerio de Cultura | v49.0 Accesibilidad | Mapa Web | Créditos | Contacte con Cer.es | Condiciones de uso | NIPO: 551-09-131-6