Museo Museo Nacional de Artes Decorativas
Inventario CE19708
Clasificación Genérica Porcelana; Heráldica; Ajuar de mesa; Colección de Arte Oriental
Objeto/Documento Fuente (servicio de mesa)
Materia/Soporte Porcelana
Técnica Esmaltado
Moldeado
Vidriado
Dimensiones Altura = 4,50 cm; Diámetro = 31,80 cm
Descripción Fuente circular con escudo de Felipe V en el centro del asiento y cenefas vegetales alrededor del escudo y en el alero. Decorada con esmaltes rojo de hierro, verde y dorado sobrecubierta, y óxido azul bajo el vidriado.
Iconografia En el centro: Escudo de Felipe V;
Escudo de Familias Reinantes o escudo de Reinos y Países.
Escudo de Felipe V o escudo histórico de España
Escudo cortado:
1º partido de Castilla-León y Aragón Sicilia:
1º cuartelado de Castilla y León
1º y 4º de Castilla: de gules con castillo de oro.
2º y 3º de León: de plata con león rampante de oro.
Entado en punta de Granada.
2º partido de Aragón y Sicilia:
1º de Aragón: palado de azur y gules
2º de Sicilia: cuartelado en aspa:
1º y 4º palado de azur y gules
2º y 3º de plata con águila explayada de oro.
2º cuartelado:
1º de Austria: de gules con faja de plata
2º de Borgoña moderna: azur sembrado de lises de oro y bordadura de puntos equipolados de oro y azur
3º de Borgoña antigua: oro con dos bandas de azur y bordadura de gules
4 de Brabante: de azur con león rampante de oro.
Mantelado en punta partido:
1º de Flandes: plata con león rampante de oro
2º de Tirol: de plata con águila explayada de oro.
Sobre el todo, escusón de azur con tres lises de oro, puestos 2:1.
Corona cerrada (corona real) sobre el escudo y toisón de oro alrededor del escudo.
Escudo colocado sobre una cruz de Santiago.


[Estudio heráldico realizado por Sofía Gomes da Costa.]
Datación 1700-1720
Contexto Cultural/Estilo Dinastía Qing [Emperador Kangxi (1622-1772)]
Compañía de Indias
Lugar de Producción/Ceca China (Asia)
Clasificación Razonada Fuente de la sopera con el número de inventario 19709.
Fuente catalogada en el catálogo de Castellana 150 Subastas del 19 de Mayo de 1999. Madrid.
En el escudo de Aragón los esmaltes utilizados (gules y azur) no son lo correctos y van contra las reglas de composición heráldica, mesclando dos colores. Las armas Aragón son un palado de oro y gules. Lo mismo pasa con el Aragón del cuartelado en aspa de Sicilia.
El águila de las armas de Sicilia suele ser de sable. De esta manera se respectan las reglas de composición heráldica de no juntar dos metales (el oro y la plata) como ocurre en este caso.
Borgoña moderna tiene la bordadura de puntos equipolados de plata y gules y no de azur y oro.
Brabante es de sable con león rampante de oro
Flandes se representa por un campo de oro con león de sable.
Tirol se representa por un campo de plata con águila de gules explayada. Este mantel también está contra las reglas de composición heráldica.
La cruz de este escudo presenta el brazo inferior más ancho que el normal en las cruzes de Santiago, que terminan en punta. Como la terminación de los restantes brazos de la cruz es la correcta en este tipo de cruzes, optóse por clasificarla como cruz de Santiago.


Piezas pertenecientes a la vajilla de porcelana china del rey español Felipe V (1683-1746), encargada con motivo de la subida al trono del monarca en el año 1700 y terminada con anterioridad a 1720. Las características, tanto tipológicas como ornamentales, de todas las piezas que componían la vajilla se corresponden con el estilo decorativo imperante en Europa en esos momentos.
Estos objetos de porcelana tan preciados por la nobleza y las cortes europeas, importados a través de las compañías comerciales occidentales establecidas en Oriente, eran utilizados como vehículo de propaganda política. En relación a esta idea, el motivo principal que decora las piezas es el escudo del ya citado monarca español, rodeado por el collar del Toisón de Oro y de la Orden del Espíritu Santo ,y rematado con la corona real. Envolviendo la decoración heráldica se disponen dos cenefas vegetales, quedando el resto de la pieza libre de ornamento.
Los colores empleados para los esmaltes son el rojo y el dorado sobre vidriado, y el azul cobalto bajo cubierta, con pequeños toques de azul turquesa y verde, paleta de colores perteneciente al estilo decorativo Imari, (contradictoriamente a lo que se ha venido publicando hasta la fecha: familia rosa), muy habitual durante el periodo tardío del reinado de Kangxi (1662-1722), junto a la familia verde, para la exportación.
En origen la vajilla debió constar de 2.000 piezas aproximadamente, pero tras el incendio del Alcazar Real en el año 1734 se pierde la mayor parte de ellas, adquiriendo una especial importancia los pocos ejemplares que se conservan en la actualidad entre los fondos de Patrimonio Nacional, el Museo Arqueológico Nacional y la sopera y fuente que nos ocupan, en el Museo Nacional de Artes Decorativas.
Bibliografía ALFONSO MOLA, Marina; MARTÍNEZ SHAW, Carlos. Oriente en palacio: tesoros asiáticos en las colecciones reales españolas. Madrid: Patrimonio Nacional, 2003. p. 209, il. XI.16/ XI.17; XI. 16
Sopera
Compañía de Indias, primera mitad del siglo XVIII
Porcelana. Alto: 17, 5 cm; ancho entre asas: 25 cm
Museo Nacional de Artes Decorativas, Madrid [19709]

XI. 17
Plato hondo
Compañía de Indias, primera mitad del siglo XVIII
Porcelana. Alto: 3,6 cm; diámetro: 22,5 cm
Museo Nacional de Artes Decorativas, Madrid [19708]; Catálogo editado con motivo de la exposición celebrada en el Palacio Real de Madrid, Marzo-Mayo de 2003.

DÍAZ, Rocío. Porcelana china para España. Londres: Jorge Welsh Books, 2010. p. 92-100, il. 4b; Armas de Felipe V Rey de España; porcelana decorada en azul de cobalto bajo vidriado y esmaltes rojo de hierro, turquesa y dorado; Dinastía Qing, época de Yongzheng (1723-1735), ca.1725-1730. Las piezas de este servicio de mesa que se conservan actualmente pueden considerarse como la única muestra de una vajilla real encargada a China. Sin embargo, la datación exacta de la misma presenta gran dificultad, ya que no existe ningún registro ni de su encargo ni del inventario de sus piezas en los testamentos de los distintos monarcas de los siglos XVIII y XIX. En el Palacio Real de Madrid se conservan setenta y dos piezas decoradas con el escudo de armas de Felipe V (notas 1); en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, una sopera y una fuente, y en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid, otra sopera y otra fuente (2) . El servicio de mesa incluye piezas que constatan el uso de alimentos muy apreciados por las cortes europeas de la época, incluida la española, tales como el chocolate, el té y el café. Así, encontramos: tres chocolateras de cuerpo periforme, pie, asa y pico vertedor apuntado dispuestos en ángulo recto, con una sencilla tapadera casi plana (3) [il. 4C]; una pequeña tetera de cuerpo globular, pie, asa y pico vertedor recto (cuya tapa se ha perdido); un jarro de cuerpo periforme, pico, asa y tapadera similar a la de la chocolatera; un azucarero de forma cilíndrica, con la tapa rematada en un pomo que imita un capullo de loto; otros dos azucareros, modelados con un original diseño inspirado en modelos europeos realizados en plata, de cuerpo alto y cilíndrico, con tapadera cupuliforme y calada, cuya función era espolvorear el azúcar sobre el chocolate (4): tres cuencos semiesféricos con pie recto [il.4d]; veintiocho cuencos o pocillos para té, dieciséis pocillos altos o jícaras para chocolate y ocho tazas con asa para café [il.4e ]. El resto de piezas que componen la vajilla son tres soperas de cuerpo circular con asas moldeadas en forma de medio crisantemo, tapadera con una pequeña ala sobresaliente y, como remate, un pomo que imita un capullo de loto, cuya tipología responde a modelos de la metalistería europea [il. 4b]; una tapadera, y cuatro fuentes y cinco platos, entre llanos y hondos, de borde continuo. Otras piezas de este servicio de mesa se conservan en diferentes colecciones particulares. Así, dos jarros, similares al descrito anteriormente (5)[il.4f], un azucarero alto, similar también a los ya descritos[ils.4g-h ], varios platos ,dos candeleros y una escudilla con asas y tapa [il.4i]. Todas las piezas de esta vajilla muestran como motivo principal de decoración el escudo de armas timbrado con corona real y rodeado del collar del Toisón de Oro y de la Orden del Santo Espíritu, pintado en azul bajo vidriado y esmaltes rojo de hierro, turquesa y dorado. El escudo de armas se encuentra flanqueado por dos tipos de cenefas decorativas: la primera, que en las piezas horizontales rodea a las armas y en las piezas verticales se ubica paralela al borde, es de carácter vegetal, configurada por flores de cuatro pétalos dorados enriquecidos con toques en rojo y con los estambres en turquesa; el motivo es similar a las flores de menor escala que conforman el collar del que pende el Toisón de Oro. La segunda cenefa, ubicada en el borde del ala en las piezas horizontales, o recorriendo la base del cuerpo en el caso de las verticales, está formada por motivos dorados con el contorno delineado en rojo, propios de los collares de las órdenes (6). Las chocolateras son las únicas piezas de esta vajilla que añaden una cenefa más en el pie, compuesta por puntas de lanza intercaladas de pequeñas circunferencias en dorado con perfiles en rojo. Otra licencia en la decoración se presenta en las piezas pequeñas - pocillos, jícaras y tazas- , en las que, por no reducir el tamaño del escudo de armas, se suprime la corona real. Los tres cuencos que se conservan de esta vajilla son, hasta la fecha, las únicas piezas que se conocen con una marca en su base en azul bajo vidriado (7), marca de buen augurio, encerrada en un doble círculo que consiste en una barra de tinta, ding, atravesada por un pincel, bi, y el cetro, ruyi. Bi ding ruyi forman un juego de palabras que se podría traducir como que las cosas se resuelvan como tú deseas [il.4]. Escudo de armas de Felipe V (con varios errores) (9) cortado. 1. Partido a su vez: a. cuartelado de Castilla y León, entado en la punta, Granada; b. partido de Aragón y del cuartelado en aspa de Aragón y Sicilia. 2. Cuartelado a su vez: a. Austria; b. Borgoña moderno; c. Borgoña antiguo; d. Brabante; entado en la punta de todo, partido de Flandes y Tirol. Sobre el todo un escusón de Borbón (10). Al timbre corona real; acolada la cruz de Santiago, y rodeado del collar del Toisón de Oro y de la Orden del Santo Espíritu. Las armas de Felipe V fueron diseñad as en Francia por orden de su abuelo Luis XIV (n. 1638~ m. 1715). Las armas de los últimos Austrias, con dos modificaciones, se cargan en abismo de un escusón de Francia brisado de una bordura de gules, llamadas armas de Anjou, que significa de la sangre de Francia y son común mente conocidas en España como de Borbón (11). La ausencia de la bordura de gules en el escusón de Barbón de las piezas de la vajilla ha sido tratada de forma diversa por los autores. Así, algunos como Fernández Pereira la explican como un error más en la representación de las armas debido a los escasos conocimientos de heráldica europea de los artistas chinos (12) .Otros autores, por el contrario, explican la ausencia no como error, sino como omisión, bien obligada, bien deliberaba, y parten de dicha omisión para datar la vajilla. Éste es el caso de Sánchez Hernández, quien mantiene que la bordura del escusón de Anjou se utilizaría en España sólo a partir de 1720 - 1721, co n lo que las piezas de la vajilla estarían realizadas antes de 1720 (13), o el caso de Tabar de Anitua, quien entiende que la ausencia de la bordura de gules en el escusón de Borbón sugiere que la vajilla se hizo en el momento en que Felipe V aspiraba a la sucesión de Francia, renunciando a la de España (hacia 1724 ) (14). En línea con la primera corriente, en tendemos que la referida ausencia obedece a uno de los muchos errores que el desconocimiento generalizado de la heráldica llevaba a cometer. Esta teoría vendría avalada tanto por el hecho de que no es el referido e único error a preciable en las armas de la vajilla, ya que se perciben errores en los esmaltes, en las piezas y en las figuras, como por el hecho de que los errores no son sólo predicables de esta vajilla, sino que también se observan en los tibores (cap. 7 ) (15) e incluso en otros objetos de la época, como, por ejemplo, en algunos reposteros con las armas del rey, tejidos en la Real Fábrica de Tapices de Madrid entre 1724 y 1744 (16) [fig. 57], o en la portada de la Relación de Plazas, Castillos, Fuerzas y Presidios de las Islas Filipinas, mandada realizar por el gobernador Fernando Valdés Tamón en 1739 (17) [fig. 58] , entre los que se aprecia el cambio de color de la bordura en el escusón de Borbón. Por lo expuesto, no sería desacertado afirmar que, en la mayoría de las ocasiones, la supresión de la bordura se habría producido por considerarla, de forma ignorante, como un detalle insignificante. De este modo, la omisión de que venimos hablando no puede ser el elemento determinante para establecer una datación segura. Para datar esta vajilla debe atenderse a su decoración, propia de la manera delicada y refinada de hacer del periodo Yongzheng (1723- 1735); a la diversidad y tipología de las piezas y a la similitud con otros servicios de mesa realizados para el mercado europeo (18), todo lo cual sugiere una fecha en torno a 1725-1730 . Felipe V, duque de Anjou, nació en Versalles (París) el 19 de diciembre de 1683. Era el segundo hijo del gran delfín Luis y de la princesa María Ana de Baviera, nieto, pues, de Luis XIV. En 1701 casó con María Luisa Gabriela de Saboya, de cuyo matrimonio nacieron varios hijos, dos de los cuales llegarían a ser monarcas españoles: Luis y Fernando. Contrajo segundas nupcias, en 1714, con Isabel de Farnesio, de cuya unión nacería, entre otros, Carlos, rey de Nápoles y Sicilia, así como rey de España. Felipe V murió en Madrid el 9 de julio de 1746. Nombrado heredero por Carlos II, sucederá en el trono español al morir éste sin descendencia en 1700. Sin embargo, la proclamación del rey no fue reconocida por Austria, que consideraba más legítimos los derechos al trono del archiduque Carlos, segundo hijo del emperador Leopoldo I. En 1701, mientras Felipe V juraba ante las Cortes castellanas como rey, Inglaterra, Holanda, Dinamarca, Prusia y otros príncipes alemanes se alinearon junto a Austria para contrarrestar la hegemonía francesa en Europa. Esto propició el estallido de la Guerra de Sucesión española (1701- 1714), que se extendió a la propia Península Ibérica, ya que los territorios del reino de Aragón se declararon partidarios del archiduque Carlos. Tras una serie de victorias de Felipe V y la muerte del emperador austriaco, que hizo que el archiduque Carlos se convirtiera en el nuevo emperador y lo alejara de su pretensión a la corona española, se llegó a la paz tras la firma de los tratados de Utrecht en 1713 y de Rastadt al año siguiente, en los que se reconocía a Felipe como rey de España, pero a cambio se perdían las posesiones en Italia y en los Países Bajos y se cedía Gibraltar y Menorca a Gran Bretaña. La primera fase de su reinado estuvo presidida por un a política de marcada influencia francesa, en la que se iniciaría una renovación de la cultura en España en materias tales como las ciencias, la literatura, la filosofía, el arte, la política, la religión y la economía . Se crearon secretarías e intendencias (divisiones territoriales administrativas) y se acometió una labor de centralización y unificación administrativa con los Decretos de Nueva Planta, por los que se abolieron los fueros aragoneses y valencianos. Las segundas nupcias del monarca, en 1714, dieron lugar a un cambio en el modelo político a seguir, pasándose de la influencia francesa a la italiana. Así, bajo la dirección del primer ministro, el cardenal Alberoni, se llevará a cabo una política encaminada a la recuperación de las posesiones italianas perdidas en los tratados de Utrech y Rastadt. La ocupación de Cerdeña y Sicilia, entre 1717 y 1718, provocó la intervención de Inglaterra, Francia. Holanda y Austria - la Cuádruple Alianza-, lo que supondría el fin de cualquier intento de recuperación, aunque, en contrapartida, se conseguiría la entrega, para los infantes Carlos y Felipe, de los ducados de Piacenza, Parma y Toscana. En enero de 1724. Felipe V abdica a favor de su hijo Luis, si bien la temprana muerte de Luis I - en agosto - hizo que Felipe ocupara nuevamente el trono. Este segundo reinado supuso un nuevo cambio en la política, al rodearse de ministros españoles: José Patiño, político, diplomático y economista; José del Campillo, hacendista, y luego, el marqués de la Ensenada (cap. 8), gran político y magnífico planificador de la economía. Se llevó a cabo una alianza familiar con Francia a través de los Pactos de Familia, que implicaron a España en las guerras de sucesión polaca y austriaca (1733- 1738 y 1740- 1748, respectivamente); en contrapartida, los ejércitos españoles se apoderaron de Nápoles y Sicilia en 1734, que serían reconocidos a favor del infante Carlos a cambio de su renuncia a Parma y Piacenza (19). Notas: (1) Varias de estas piezas están ilustradas en Teresa Fernández Pereyra, Vajilla de Felipe V de la Compañía de Indias, Reales Sitios, num. 116, Madrid. 1993. pp. 25-32; en Paulina Junquera, Vajillas reales, piezas seleccionadas, Reales Sitios, n. 5, Madrid, 1965. pp. 69. 77, y en María Leticia Sánchez Hernández, La vajilla de Felipe V, catálogo de la exposición Oriente en Palacio. Tesoros asiáticos en las colecciones reales españolas, Madrid, Patrimonio Nacional, 2003, pp. 202, 207 - 209. (2) La sopera del Museo Arqueológico Nacional está ilustrada en María Leticia Sánchez Hernández, ob. cit., p. 208, foto XI.15, y en Fernando Tabar de Anitua, Cerámica de China y Japón en el Museo Nacional de Artes Decorativas, Madrid, Patronato Nacional de Museos, D. L., 1984, p. 183, foto XIII. La sopera del Museo de Artes Decorativas está ilustrada en Antonio Díez de Rivera, The Spanish Market , Oriental Art, vol. XLV. n. 1, 1999, p. 40, fig. 3, y en María Leticia Sánchez Hernández, ob. cit., p. 209, foto XI.16. (3) Una de estas chocolateras está ilustrada en Michel Beurdeley, Porcelaine de la Compagnie des Indes, cuarta ed., Friburgo, Office du Livre, 1982, p. 90. (4) Un azucarero decorado en azul y blanco, ca. 1720 - 1740, muy similar a los aquí descritos, está ilustrado en Christine Shimizu y Laure Chabanne, L´Odyssée de la Porcelaine Chinoise, París, Réunion des Musées Nationaux, 2003, p.146. La forma de la tapadera, cupuliforme y calada, es muy similar a la presentada por el par de azucareros con el escudo de armas de Francisco José de Sampaio Mello e Castro, ca. 1700-1722, ilustrados en Mary Salgado Lobo Antunes (coordinadora), Porcelanas da China- Chinese Porcelain, Coleccçao Ricardo do Espíritu Santo Silva, Lisboa, 2000, p.28. (5) Uno de estos jarros está ilustrado por Maria Antónia Pinto de Matos en Joao Rodrigues Calváo (coordinador), Caminhos da Porcelana, Dinastías Ming e Qing - The Porcelain Route, Ming and Qing Dynasties, Lisboa, Fundacáo Oriente, 1999. p. 279. (6) La cenefa se asemeja al collar de la Orden del Santo Espíritu (compuesto de eslabones con el monograma coronado de Enrique III de Francia y un trofeo de guerra, y cada uno de éstos entre una flor de lis). (7) Esta marca fue publicada por primera vez por Paulina Junquera en su artículo, ob. cit., pp. 71, 75. (8) William Chaffers, Marks and Monograms on European and Oriental Pottery and Porcelain, 14 ava. ed. revisada, Los Angeles, Borden Publishing Company, p. 344, y Gerald Davison, The Handbook of Marks on Chinese Ceramics, Londres, Han-Shan Tang Books, 1994, p.159, n. 1832, p. 196. n. 1832. (9) Los errores, observables a simple vista si se realiza una labor comparativa con diversas ilustraciones de esta obra, se encuentran en varios cuarteles. Así, para las armas correctas de Aragón, Sicilia y Borgoña moderno, véanse las ilustradas en la fig. 57 de este capítulo o en la fig. 132 del capítulo 56; para las de León, Borgoña antiguo, Brabante, Flandes y Tirol véanse las ilustradas en la fig.132 del capítulo 56. Finalmente y por lo que se refiere a las armas de Borbón: de azur, tres flores de lis de oro, bordura de gules. (10) Faustino Menéndez Pidal, El escudo de España, Madrid, Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, 2004. pp.2354242. (11) Ibid. (12) Teresa Fernández Pereyra. ob. cit., p. 31. (13) María Leticia Sánchez Hernández, ob. cit., pp. 204-205. (14) Fernando Tabar de Anitua, ob. cit., p.88. (15) Los errores en las armas de los tibores, curiosamente, son muy similares a los de la vajilla; uno de ellos es la ausencia de la bordura de gules. (16) Concha Herrero Carretero, Catalogo de tapices del Patrimonio Nacional, vol. 3, Siglo XVIII, reinado de Felipe V, Madrid, Patrimonio Nacional, 2000, pp.133-141. (17) Real Biblioteca, Palacio Real, Madrid, Patrimonio Nacional [II/264]. (18) Howard data en torno a 1720 - 1730 los servicios de mesa decorados con armas inglesas que presentan la cenefa formada por motivos de collares de órdenes: David S. Howard, Chinese Armorial Porcelain, Londres, Faber and Faber, 1974, pp. 193-210. Esta cenefa también la presenta la vajilla con las armas reales de Francia que Antoine Lebel data en tomo a 1725- 1730: Antoine Lebel, Royal China, Chinese Porcelain Commissioned by the French Royal Family in the 18th Century, Christie´s Magazine, enero- febrero 2003, pp. 88-91. (19) Para la biografía de Felipe V, véase Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, Madrid, Espasa-Calpe, 1958-1966, vol. 23, pp. 606 -609: Germán Bleiberg, Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1979, vol. 2. pp. 35 ~38, y Carlos Martínez Shaw y Marina Alfonso Mola, Felipe V, Madrid, Arlanza Ediciones, 2001. Rocío Díaz
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Filipinas: puerta de Oriente. De Legazpi a Malaspina. Pérez- Martín Salvador, Cristina(coord). Madrid: Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX), 2003. p. 274-275, il. 151; Estas piezas presentan una decoración en azul, verde y rojo de hierro; dorado sobre cubierta con el escudo de Felipe V. La empresa que significó la Nao de China, y que se sostuvo durante más de doscientos cincuenta años, se inició en 1565, cuando Miguel López de Legazpi zarpó del puerto de Navidad, en Jalisco, con la comisión de ocupar las islas Filipinas. Con él viajaba el cosmógrafo y fraile agustino Andrés de Urdaneta, quien en esa ocasión descubrió el tornaviaje o tornavuelta, es decir, la ruta que hacía posible el regreso del Galeón de Manila hasta las costas mexicanas. Consistía en cruzar el inmenso océano siguiendo la corriente de Kuro Shivo o río Negro, hasta el cabo Mendocino --en la costa norte de California- , para de ahí bajar costeando el litoral hasta el puerto de Acapulco y seguir viaje a España vía Veracruz. Una vez descubierta la nueva ruta, España inauguró la primera compañía naviera del Pacífico, conocida como la Nao de China o Galeón de Manila, que mantendría un intenso e ininterrumpido intercambio comercial transoceánico entre Manila y Acapulco. Desde el siglo XIV, la red de mercaderes musulmanes transportaban las porcelanas del océano Índico hasta las cortes de los reinos del Próximo Oriente. A partir de ahí, las piezas fueron introducidas por venecianos y genoveses en Occidente. La porcelana tuvo gran peso en el comercio de los italianos hasta la llegada de los portugueses a la India, quienes fueron los primeros que la importaron directamente a Europa. Los holandeses, gracias a la superioridad de su flota mercante, pronto acapararon el mercado. Ambos países establecieron sus propias rutas comerciales con China y poseyeron el dominio de otros mares como vías alternas para llevar a cabo su importante comercio. La porcelana china fue resultado de la sabia mezcla de caolín y una arena muy blanca de origen granítico, con un alto contenido de calcio, conocida como petunste. Estos dos elementos fundamentales produjeron una pasta que, fusionada a altas temperaturas en los hornos de Ching te Chen, permitió la manufactura de la porcelana llamada azul y blanca, que decorada con óxido de cobalto, aplicado antes de ser horneada y esmaltada, constituye el grueso de la producción china desde el siglo XIV hasta el día de hoy. Con posterioridad a la porcelana azul y blanca aparecieron sucesivamente otros colores dominantes: primero la familia verde y la familia negra, durante la época del emperador Kang-Shi, y más tarde la popular y no menos preciada familia rosa. Paralelamente a estos períodos se produjo la porcelana blanca denominada blanc de Chine, manufacturada en Tehua, provincia de Fukien. Los ceramistas chinos, localizados principalmente en Ching te Chen, pronto se acostumbraron a copiar modelos y a decorar su magnífica porcelana de acuerdo con los gustos y demandas de sus clientes extranjeros. Al entrar en contacto con las riquezas traídas por la Nao de China, las familias más poderosas de la Nueva España incorporaron a su vida cotidiana cantidades innumerables de estos objetos e hicieron pedidos especiales de vajillas con los escudos nobiliarios. Esta vajilla puede considerarse la única muestra que queda en España de estos servicios reales encargados a China, así como la obra cumbre de la Compañía de Indias Española. El rey debió de encargarla al tomar posesión del trono en 1700, pero en el incendio del Alcázar en 1734 se perdieron la mayoría de las piezas. Alberto Bartolomé Arraiza
Catalogación Saiz Peña, Elena
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