Museo Museo Nacional de Artes Decorativas
Inventario CE24211
Clasificación Genérica Tejidos
Objeto/Documento Fragmento de tejido
Materia/Soporte Hilo metálico plateado [plateado.]
Seda [plateado.]
Técnica Dorado [Hilo de plata]
Terciopelo
Fondo: Raso
Dimensiones Altura máxima = 85 cm; Anchura máxima = 55,50 cm
Descripción Fragmento textil de forma cuadrada. Terciopelo de seda verde sobre fondo de raso verde y con hilos metálicos de plata dorada. Decoración vegetal estilizada dispuesta en bandas horizontales paralelas y respectivas. Gruesos troncos retorcidos de los que brotan una rama con dos hojas hacia el lado derecho, terminando en una flor brochada redondeada y polilobulada. Del eje central del tronco surge una pequeña rama que termina en una gran flor que alberga en su interior una forma polilobulada, realizada con hilos de plata dorada, de la que surgen pétalos con terminación puntiaguda en los tres extremos, y entre éstos otros con puntas redondeadas. Los espacios vacíos se completan con ramas descendentes velludas. Orillo color crema en dos tonos en dos lados, conservando así el ancho original.
Iconografia Palmeta; Frutos; Flor
Datación 1474[?]
Contexto Cultural/Estilo Edad Moderna
Lugar de Producción/Ceca Italia (Europa) [Posiblemente.]
Clasificación Razonada Los motivos parecen tener su origen en el mundo oriental y concretamente en el arte otomano, aunque su tratamiento es claramente goticista.
Existen dudas acerca del taller o autor de este fragmento, hoy en día no se conoce si es obra de un taller italiano o peninsular.
Se puede fechar anterior a 1474, fecha en la que falleció Enrique IV, hermano de Isabel la Católica, que fue enterrado en el Real Monasterio de Guadalupe, Cáceres, ya que en la Real Academia de Historia existe un fragmento de características similares a esta pieza, y que procede de la tumba del citado Rey. La duda en la atribución se debe a que el fragmento de la Academia de la Historia pasó a formar parte de dicha institución de 1946, cuando Manuel Gómez Moreno y Gregorio Marañón abrieron la tumba de Enrique IV. En el informe realizado por Gómez Moreno se apunta que el cuerpo del Rey yace sobre un paño brocado, en color verde con flores y motivos realizados con hilos dorados.
En el caso de este fragmento conservado, solamente se sabe que en la exposición de 1917 Exposición de tejidos españoles anteriores a la introducción del Jacquard, cuyo catálogo lo realizó Artiñano, aparece que procedía de la colección Weissberger. Al Museo llegó la pieza al adquirir la citada colección en 1948.
Bibliografía ARTIÑANO; GALDÁCANO, Pedro Miguel de. Catálogo de la exposición de tejidos españoles anteriores a la introducción del Jacquard. Madrid: 1917. p. 35 nº 76, il. XXII; Sociedad Española de Amigos del Arte.
Madrid: Artes Gráficas Mateu, [1917].

Los Reyes Católicos y la Monarquía de España. Madrid: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, 2004. p. 342-343, il. 15; El fragmento de tercipelo es igual al que se conserva en la Real Academia de la Historia y que procede de la tumba del rey Enrique IV de Castilla en el Real Monasterio de Guadalupe. La apertura de la tumba se realizó en 1946 y fue documentada por Manuel Gómez Moreno y Gregorio Marañón. La pieza, que conserva los dos orillos, en un ejemplo de la gran técnica de los terciopelos de esta época, es un terciopelo cortado a un solo cuerpo, sobre raso de 5, decorado con hilos metálicos de plata dorada (con una composición de Ag 85,5% y Pb 0,76%, dorado con oro, no se detecta mercurio. Análisis realizado por Salvador Rovira del MAN, al que agradecemos su colaboración). La decoración de motivos florales y vegetales muestra un cierto movimiento por la ondulación de los motivos, de influencia orinal, más concretamente otomana. El rey Enrique IV (1454-1474), hijo de Juan II de Castilla y María de Aragón y hermanastro de Isabel la Católica, tuvo un reinado turbulento, debido a las disputas y luchas internas entre el rey y la alta nobleza. Como culminación de una intriga por el poder fue destituido, en Ávila (1465), sucediéndole como rey su hermanastro el infante Alfonso, pero su muerte en 1468 propició la vuelta al trono de Enrique, aunque Isabel fue designada heredera al trono de Castilla, por delante de la hija de Enrique IV, en el Tratado de los Toros de Guisando, tras aceptar la legitimidad de su hija Juana. Las luchas por el poder continuaron a su muerte entre los partidarios de su hija Juana, conocida como la Beltraneja, y los partidarios de Isabel, comenzando una guerra civil que terminaría con la Paz de Alcaçovas en 1479, y el reconocimiento de Isabel como legítima reina. Ana Cabrera Lafuente.

Viaje a través de las artes decorativas y el diseño. Asociación de amigos del Museo Nacional de Artes Decorativas, 2012. p.13.
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