Descripción |
Punta musteriense hallada en la Cueva de la Carihuela (Píñar, Granada).
Se trata de una de las cuevas más relevantes de la prehistoria peninsular, con evidencias de ocupación humana desde el Paleolítico medio hasta la Edad del Bronce. Esta punta de sílex se recuperó en los niveles musterienses.
En líneas generales, en Europa occidental, las diferentes industrias musterienses (nombre derivado del abrigo francés de Le Moustier) se identifican con el Paleolítico medio y una especie humana: Homo neanderthalensis. De hecho, en los niveles musterienses de la Carihuela se han localizado los restos óseos de al menos nueve neandertales (fechados hace entre 80.000 y 26.000 años). Este yacimiento, junto con Boquete de Zafarraya (Málaga), Cova Negra (Játiva), Caldeirão (Portugal), Gorham´s Cave y Devil´s Tower (Gibraltar), permite sostener la hipótesis de que Homo neanderthalensis pervive en el sur de la Península ibérica hace 30.000-26.000 años, un período en el que Homo sapiens ya habría sustituido a los neandertales en la región cantábrica y en el norte de los Pirineos.
El instrumental lítico musteriense se fabrica fundamentalmente sobre lascas (a diferencia de las industrias del Paleolítico inferior, en las que cantos y bloques suponen el principal soporte). Las herramientas más características serán raederas, denticulados, bifaces y puntas, siendo menos frecuentes otros útiles que se especializarán y multiplicarán en el Paleolítico superior (raspadores, buriles y cuchillos de dorso). Asimismo, durante el Paleolítico medio se desarrollan y perfeccionan los métodos de preparación de los núcleos, con el fin de obtener lascas con una morfología determinada (lo que exige cierta planificación).
En el caso de las puntas musterienses, pueden ser triangulares, subtriangulares o losángicas. Dicha forma se genera a través de retoque, o como en el caso de esta pieza, mediante un solo golpe de percutor sobre un núcleo preparado previamente al que seguirá un somero retoque de la lasca resultante (punta musteriense sobre lasca levallois).
El análisis de las huellas de uso presentes en puntas procedentes de diferentes yacimientos revela que, en ocasiones, fueron engastadas en largos astiles como "puntas de lanza", mientras que otras veces se emplearían como cuchillos (provistos quizá de una guarnición protectora). En el primer caso, parece que se trataría fundamentalmente de lanzas de empuje (a modo de picas), si bien los estudios de balística experimental muestran que algunas puntas son adecuadas para el lanzamiento y su capacidad de penetración alta, por lo que pudieron actuar como jabalinas. De hecho, las largas lanzas de madera descubiertas en el yacimiento alemán de Schöningen (fechado en unos 400.000 años y atribuido a Homo heidelbergensis, ancestro de los neandertales) ofrecen unas condiciones aerodinámicas que permitirían ser arrojadas a cierta distancia.
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