Museo Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí
Inventario CE1/00804
Objeto/Documento Panel de azulejos
Autor/a Atribuido; Fábrica de Vicente Navarro (act. 1755-1895[ca])
Título El servicio de turrones y chocolate
Materia/Soporte Loza
Técnica Esmaltado [De un blanco cremoso y decoración polícroma]
Moldeado por presión
Multicocción oxidante
Dimensiones Altura = 143 cm; Anchura = 113,50 cm; Superficie total = 1,09 m2
Azulejo: Altura = 20,50 cm; Anchura = 20,50 cm
Descripción Panel de 3 x 8 azulejos policromos sobre fondo estannífero. Está representada la figura de un criado con peluca, calzón corto y casaca que lleva una bandeja con jícaras de chocolate, una de ellas volcada. A su lado una criada, elegantemente vestida, porta una bandeja con dulces. Un pato y un capazo colgados de la pared, orla en la parte baja del panel.
Forma panel cerámico con el 1/00803
Iconografia Figura masculina; Escena
Datación 1767=1800 (Último tercio s. XVIII)
Lugar de Producción/Ceca València (m) (L´Horta Nord (comarca), València-Valencia (p))
Lugar de Procedencia València-Valencia (p)(Comunitat Valenciana, España)
Clasificación Razonada El panel chapaba originalmente la pilastra de una cocina de la que se conservan otros dos fragmentos. Los revestimientos parietales culinarios en Valencia se inician con azulejos de figura completa de gran calidad dibujística; en una segunda etapa aparecen arrimaderos figurados con un cierto grado de adaptabilidad (cocina Eixarch, de los Miquel, etc).; el tercer momento supone la culminación del proceso con chapados totales (cocinas Dorda, Vallbert...) y a finales del siglo XVIII se vuelve al panel adaptable, cfr. Camino del Horno. Este fragmento pertenece pues al segundo momento y por sus similitudes con la cocina de los Miquel en Benicarló (Castellón) de 1776 puede considerarse coetáneo o ligeramente anterior. La paleta corresponde al periodo áureo de la policromía cuando imperan las gamas frías (verdes, turquesas, violetas, ocres, amarillos paja), que conectan estos productos con el exquisito gusto rococó por los colores terciarios y delicados y que en Valencia tiene correspondencia con el auge de las sederías. Son unos años en los que Vicente Navarro es aún el principal fabricante de la ciudad. Vemos aquí una dama y un joven caballero, vestidos rigurosamente a la moda francesa del primer periodo Luís XVI (1774-1779) ofreciendo en bandejas rectangulares doradas, un surtido de turrones, ella, y jícaras con chocolate, él. Luce un aparatoso peinado y sobre la ceja una mouche -pequeñas piezas de seda o terciopelo que fingían pecas o lunares- mientras que el joven lleva una peluca empolvada con balsa, chaleco con rica botonadura, calzón bajo la rodilla y casaca ajustada del color más rabiosamente de moda, verde con bordes de pasamanería dorada. Del muro, tras ellos penden un capazo de esparto y un pato; en el suelo un par de calabazas. La concepción del espacio de estas pinturas culinarias valencianas es sumamente interesante: reflejan al igual que los omnipresentes espejos del interiorismo rococó el ambiente y los personajes que los rodean; pero el reflejo es también literal ya que los azulejos blancos del fondo son realmente el muro chapado de la misma cocina de forma que la realidad y ficción pictórica se superponen. Puede parecer extraño el perfil ondulado sobre el que se apoyan los dos personajes, imposible en un interior ya que no es plano con baldosas rojas como el existente en las cocinas valencianas reales del sigloXVIII; lejos de ser una ingenuidad, se trata de una sabia solución para conseguir sin problemas enlaces laterales, con posibilidad de intercambiar figuras para su adaptación a cualquier espacio preconcebido siendo la condición única que aquellos queden a una altura constante. Los turrones, pero sobre todo el chocolate gozaba de una auténtica veneración en los suntuosos refrescos de tarde-noche con los que la burguesía, la nobleza y el alto clero agasajaban y celebraban cualquier efeméride. No se trata de una cocina humilde que se recrea en los objetos cotidianos a lo Chardin, sino una muestra de la opulencia y el hedonismo rococó de una sociedad que aprovecha cualquier ocasión para la exhibición de su riqueza y bienestar a finales del reinado de Carlos III. Es por otra parte una de las contribuciones más originales de la azulejería valenciana del siglo XVIII.

Inocencio Vicente Pérez Guillén (Cores 2005)
Bibliografía MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA; ARTES SUNTUARIAS GONZÁLEZ MARTÍ. El azulejo en el museo: su conservación, restauración y montaje expositivo [exposición]. p. 78-80; Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Subdirección General de Información y Publicaciones, 2001. ISBN 84-369-3515-2.

PÉREZ CAMPS, Josep; et álii. Cores para a arquitectura azulejaria valenciana, século XIII au século XX. 2005. p. 103, il. 39; Exposición, Lisboa, 30 jun. - 2 out. 2005. Textos Josep Pérez Camps (et. al.). Lisboa: Instituto Portugués do patrimonio, 2005. ISBN 972-776-280-8.

VV.AA.. Azulejería en valencia. De la Edad Media a principios del siglo xx. 2006. p224 y 225; Textos de: Jaume Coll Conesa, Inocencio V. Pérez Guillém, Vincent Estall i Poles, Josep Pérez Camps.

VV.AA.. Cerámica y Cultura: The story of Spanish and Mexican mayólica. 2003. p. 17; Edited by Robin Farwell Gavin, Donna Pierce, and Alfonso Pleguezuelo. Alburquerque: Universitu of New Mexico Press, 2003. ISBN 0-8263-3101-7.
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