Descripción |
Alegoría de la atención, representada a través de una joven retratada de medio cuerpo y ataviada con un vestido escotado y una cinta de carcaj, terciada desde el hombro izquierdo. Se cubre los brazos con un chal y lleva su mano izquierda hacia el oído.
El dibujo aparece firmado y fechado bajo la figura, a la derecha: "Rosario Weiss 1842". En todo el panorama del siglo XIX, las mujeres creadoras fueron una excepción, procediendo generalmente de familias cultas, bien situadas, con vínculos decisivos en el extranjero. Este es el caso de la madrileña Rosario Weiss (1814-1843), una de las artistas más conocidas de la época, que había llegado al mundo del arte gracias a la relación de su madre con Francisco de Goya. El pintor aragonés la instruyó en el dibujo desde niña, bien a través de la copia de dibujos que realizaba para ella o por el retrazado de dibujos de su mano, tanto en Madrid como en Burdeos, donde la familia Weiss Zorrilla se trasladó en 1824, conviviendo con el maestro de Fuendetodos hasta la muerte de éste, y regresando después la familia a Madrid.
En este caso, Weiss se autorretrata como una joven y sensual Diana cazadora, identificada así al portar un carcaj. Realizado con trazos delicados y armoniosos, de ritmo serpenteante, hace uso del sombreado con excelente gradación de claroscuros. El dibujo mantiene un gran ritmo en la composición, creando una diagonal que se inicia en el brazo semilevantado de la figura y continúa con la inclinación del tronco del árbol tras la misma. El movimiento del cabello acentúa la dirección de esta diagonal, encontrando su contrapunto en el brazo izquierdo que, al elevarlo hacia su oído, marca una dirección opuesta y crea el punto central temático de la composición: la escucha de los ruidos de la naturaleza, del bosque, la atención.
Weiss recoge en este dibujo la idea de mujer ideal, meditativa y contemplativa, relacionada por un nudo invisible con la naturaleza. Curiosamente las imágenes que produjeron las mujeres de sí mismas no se diferenciaban notablemente, ni en temas, ni en contenido o estilo, de las que los propios hombres ofrecían de ellas, perpetuando los estereotipos creados. Pero en muchas ocasiones, los logros en este campo comenzaron a mostrar a las féminas desde un ángulo diferente.
A la colección del Museo del Prado se ha incorporado en 2024 el lienzo de Rosario Weiss "Alegoría de la atención (autorretrato)" (inv. P008468) que hasta ese momento se encontraba en paradero desconocido y que guarda estrecha relación con este dibujo, diferenciándose únicamente en el tronco detrás de la figura en el caso de la obra del Museo Nacional del Romanticismo. El lienzo se realizó como compañero de otra alegoría que representaba el silencio, y que Rosario Weiss presentó a la exposición organizada por la Société Philomatique de Burdeos en 1841, donde consiguió la medalla de plata. El dibujo pudiera haber servido de apunte para el lienzo o bien realizarse posteriormente a modo de "ricordo".
|