Clasificación Razonada |
Los cambios en la moda propiciados por las producciones de la Fábrica de Alcora dejaron su huella en Talavera en la adopción tanto de nuevas tipologías moldeadas (mancerinas, soperas, fuentes ovaladas, platos de engaño, etc.), como de algunas decoraciones, como por ejemplo las puntillas de origen francés o los motivos policromos de los repertorios naturalistas de la segunda y tercera época de Alcora (1742-1798), como por ejemplo las series conocidas como de pintura de ramito, chaparro, ramilletes a la francesa, andrómica (rocalla), etc. Al igual que en Alcora, y como se aprecia en esta pieza, se trata de una decoración de ramos de flores, frutos u hojas, de distintos tamaños, dispuestos de forma aislada y ordenada, o formando pequeñas orlas. En Talavera puede ir acompañada de elementos de otras series, como escenas, escudos o franjas de líneas vermiculadas; de algunos se han conservado tantos ejemplares que en ocasiones se han agrupado como serie independiente (del chaparro).
Tradicionalmente se ha tomado como referencia para el comienzo de la fabricación en Talavera de las series denominadas alcoreñas el año 1750, fecha en la que se cree que llegó procedente de Alcora el ceramista José Causada, aunque, por ejemplo, ya aparecen puntillas en las tablillas o vaseras realizadas en fecha anterior para el prior de El Escorial, Fray Sebastián de Vitoria (1741-1745) (GÓNZALEZ ZAMORA, César, 2004, nº 235, p. 444). Estas decoraciones de ramos policromos se iniciarían hacia la década 1760, ya que en 1764, en la relación de precios que el alfarero de Talavera Francisco Antonio Fernández hace de su producción con motivo del acuerdo suscrito con José Nombela para la venta de sus vidriados en Madrid, aparecen piezas pintadas con frutas y ramos atravesados (GÓNZALEZ ZAMORA, César, 2004, p.211); algunas jarras realizadas para la Cofradía de San Sebastián de Madrid están fechadas en 1771 (GÓNZALEZ ZAMORA, César, 2004, fig, p. 210). Su producción se extendería hasta principios del siglo XIX, ya que se han conservado algunas piezas con elementos propios del reinado de Fernando VII (nº inv. CE05093).
Las salvaderas o areneros formaban parte del ajuar del escritorio y se empleaban antes de la aparición del papel secante para echar arena o polvos secativos sobre un escrito para acelerar el secado de la tinta.
BIBLIOGRAFÍA:
ESCRIVÁ DE ROMANÍ y DE LA QUINTANA, Manuel: Historia de la Cerámica de Alcora. Madrid, 1919
TODOLÍ PÉREZ DE LEÓN, Ximo: La fábrica de cerámica del Conde de Aranda en Alcora : historia documentada, 1727-1858. Asociación de Ceramología, Alicante, 2003.
Alcora. Un siglo de Arte e Industria. Catálogo de exposición. Castellón, febrero 1996. Valencia, marzo 1996. Bancaixa, Obra Social. 1996
GÓNZALEZ ZAMORA, César: Talaveras. Antiqvaria, Madrid, 2004.
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