Descripción |
Máscara antropomorfa de tela de corteza con rostro de madera tallada. Tiene ojos almendrados pintados de color rojo en el exterior y azul en el interior. Las cejas están unidas y se han realizado con resina vegetal de color negro. Bajo los ojos hay dos pequeñas perforaciones rectangulares, permitiendo así la visión del portador de la máscara. La nariz es recta y alargada, está pintada de color rojo y tiene tallados los orificios nasales. Boca abierta, semicircular y pintada de rojo en el exterior, cuenta con 22 dientes reales, 12 en la mandíbula superior y 10 en la inferior, los dientes centrales están tallados y afilados. Los dientes encajan en la madera y están pegados con resina negra. La lengua está tallada y pintada de azul. En la barbilla tiene resina de color negro. El rostro está cosido a la tela de corteza con fibra vegetal. Las orejas son romboidales y de madera de balsa, también están cosidas a la tela. La máscara lleva una gorra con visera, realizada con tela de corteza pintada de color marrón. La gorra cuenta con una trenza en la zona frontal y una banda ancha en la zona superior. La mitad superior de la trasera está cosida con grandes puntadas de fibra vegetal, quedando la zona inferior abierta.
Clasificación razonada:
Esta máscara o "nachamâ" se utiliza en la ceremonia más importante para los ticuna, el rito de paso de las adolescentes, Worecüchiga en idioma ticuna, es conocida también como fiesta de la pelazón en las comunidades de la Amazonía peruana y colombiana, y "festa da moça nova" en las comunidades brasileñas. "Worecü" es el nombre que reciben las jóvenes cuando tienen su primera menstruación, significa "mujer joven", "moza con los senos en brote" o "hija de la luna". "Chiga" se puede traducir como "significado", "palabra". La traducción de Worecüchiga es "día de la worecü" o "razón de ser de la worecü".
Tras su primera menstruación la adolescente es recluida en una habitación especial llamada "turi", que puede construirse tanto en el interior como en el exterior de la vivienda. Sus paredes se realizan con el peciolo de las hojas de la palmera del aguaje ("Mauritia flexuosa") y el exterior está decorado con pinturas realizadas por los hombres, que representan motivos gemétricos, zoomorfos, antropomorfos y astros. Destacando entre todos la figura del venado, símbolo de la vigilancia a la que es sometida la adolescente durante este peligroso periodo de transformación. La "worecü" sigue una dieta especial y tiene que cumplir con una serie de restricciones durante un periodo de varios meses, depende de lo que su familia tarde en preparar la suficiente cantidad de comida y bebida para la fiesta. Esta fase de reclusión, reposo y dieta se llama "aure", en ella la adolescente aprende a hilar y tejer con fibra de chambira, con la que hace su primera hamaca, también recibe los consejos de su madre y otras parientes femeninas, que son las únicas personas con las que mantiene contacto durante esta etapa de meditación, aprendizaje y preparación para su vida adulta.
Los preparativos de la fiesta duran meses porque se necesita mucha carne de caza y pescado, que se ahuman para conservarlos, por lo que los hombres salen más a cazar y pescar, y hay que preparar una gran cantidad de bebidas fermentadas de yuca ("masato" y "paiyawarú"), que implica más trabajo en la huerta por parte de las mujeres para conseguir la yuca necesaria. Pueden acudir hasta 300 invitados. En los preparativos finales participan todos los invitados. La celebración comienza normalmente un día de luna llena y dura unos tres días.
Durante los preparativos finales y en varios momentos del ritual se realizan "tamboreadas", se trata de danzas en las que marcan el ritmo el tambor "tutu" y el bastón de cascacabel, un palo al que se añaden sonajas hechas con semillas.
También participan dos instrumentos musicales que tienen un carácter más ceremonial, fueron creados por Joi, uno de los gemelos míticos, y no pueden ser vistos por las mujeres ni por los niños no iniciados en su uso, son las bocinas de corteza de árbol y el megáfono de madera, este último es la voz de los "ngo-ogü", espíritus malignos que viven en la selva y son peligrosos para la "worecü".
Algunos invitados llevan máscaras y trajes de tela de corteza confeccionados por ellos mismos. Se llaman "nachamâ" o "chamû", que significa piel y se refiere también a la corteza de los árboles. La mayoría de los enmascarados son hombres, algunos son niños varones y un porcentaje muy pequeño son niñas y mujeres jóvenes. Representan a los espíritus "ngo-ogü" y a otros espíritus de la naturaleza, como los padres de los animales, "natügü", y los de las especies vegetales, así como seres de la selva inmortales. Los trajes y máscaras son una representación física de esos seres sobrenaturales, son su "cuerpo", permiten el encuentro de los humanos con los inmortales. Cada persona representa a un ser sobrenatural de su elección.
Hay varios seres imprescindibles: O´ma, la madre del viento, la máscara es de gran tamaño y el traje cuenta con un enorme falo, lleva un silbato que produce el sonido de la tempestad; Mawü, el padre del viento, lleva una gran rueda de tela de corteza colocada sobre un aro de madera, con la que produce viento; Beru, es la mariposa "Morpho", la madre del monte, lleva una máscara grande que cuenta con la espiritrompa, el tubo espiral con el que las mariposas acceden al néctar de las flores, el cuerpo tiene alas y grandes pechos caídos. Otros seres representados son: Yure-u, es un ser muy peligroso, de color negro, solo los chamanes pueden llevar este traje-máscara; Yewa-e, el padre del agua, es el dueño de la arcilla y el arcoíris del oeste, es una gran anaconda; Chawü, maíz; Mu-û, colibrí; Ü-acü, el sol.
Esta máscara representa a uno de los personajes imprescindibles en la fiesta, To-ü, el mono capuchino de frente blanca ("Cebus albifrons"). Son los enmascarados más bromistas, pícaros y provocadores, la identificación ha sido posible no tanto por las características de la máscara, que nunca representa los rasgos del mono, sino por las del traje que la acompaña (CE7942), que cuenta con un falo de madera cubierto de tela de corteza en la parte frontal y un rabo en la posterior. Las personas que portan esta máscara llevan también sonajas hechas con semillas suspendidas de ganchos o colocadas en una lanza o un palo, y una muñeca de tela de corteza colgada de la espalda que representa a su hijo, al que entregan en la fiesta a cambio de bebida.
Para hacer la tela de corteza hay que cortar el árbol, el tronco se golpea con mazos de madera para extraer la corteza interior, después la corteza se lava y se golpea, por último se seca. Dependiendo de la especie vegetal que se utilice, la tela puede ser de color beige claro o marrón rojizo.
Hay trajes-máscara de una pieza y, lo más habitual, máscaras separadas del traje. Los trajes pueden tener mangas y pantalones o ser como un vestido con aperturas para poder sacar los brazos, o sin ellas y el enmascarado lleva los brazos dentro del traje. Todos los trajes cuentan con flecos realizados con tiras de hojas en el borde inferior. Las máscaras son como un saco que cubre toda la cabeza hasta el pecho, pueden llevar orejas y narices añadidas, otras veces son más sencillas y la cara está simplemente pintada en la tela, algunas tienen la cara tallada en madera, como esta pieza.
Los trajes y las máscaras están decorados con diseños pintados con pigmentos vegetales, aunque en algunas máscaras se pueden emplear pigmentos minerales. Los más habituales son el fruto de la "pacova" ("Renealmia"), que produce un color azul oscuro o púrpura, si se mezcla con hierro se oscurece y con jugo de cítricos se aclara; hojas de "bure" ("Calathea loeseneri") para el azul; el rizoma de la planta "Dieffenbachia humilis" para el amarillo; el color verde se consigue con hojas de chonta ("Bactris gasipaes"); el rojo con corteza de palo de Brasil ("Caesalpinia echinata") o con semillas de achiote ("Bixa orellana"), con este último se produce también el naranja. Primero trazan el contorno del dibujo con una especie de cuchillo de madera o el tallo de una planta, para ello utilizan el color más oscuro de la "pacova", y luego rellenan el interior con pinceles realizados con hierba o con los dedos o frotando directamente el pigmento. En esta máscara parece que se ha empleado "bure" para el azul y palo de Brasil para el rojo.
En la máscara la decoración se relaciona con las características del ser sobrenatural representado, pero es en los trajes en los que aparecen multitud de diseños, algunos están relacionados con el ser, aunque sea de manera simbólica, pero otros no tienen ninguna relación y aparecen en trajes que representan a diferentes personajes. Como cada persona interpreta a su manera al ser sobrenatural que representa, en muchas ocasiones es difícil identificarlo. Los dibujos dependen de la creatividad de la persona que los realiza, pero siguen unos patrones culturales estéticos y suelen inspirarse en el medioambiente amazónico.
La identidad de los enmascarados debe permanecer en secreto y por ese motivo se visten en un lugar escondido. Los primeros enmascarados que entran en la fiesta son los que van disfrazados de To-ü, el mono capuchino. Cuando entran el resto de enmascarados, las mujeres los persiguen agarrándose a los flecos del traje y les hacen preguntas para averiguar a qué ser representan, los enmascarados contestan a través de una flauta que produce los sonidos del ser sobrenatural en cuestión, la flauta también les sirve para beber.
Mientras la adolescente sigue recluida se suceden las tamboreadas, los cantos, la aparición de enmascarados y la bebida. El siguiente hito en la ceremonia es pintar de negro el cuerpo de la "worecü" con jugo de genipa, se hace para eliminar el olor de la sangre menstrual, que atrae a los espíritus "ngo-ogü". La pintura con genipa está relacionada también con la renovación y el aumento de la energía vital o "pora", para los ticuna pintarse con genipa es además una manera de reafirmarse como seres humanos.
La fiesta continúa y cuando queda poca bebida la "worecü" es vestida con una falda corta de tela roja y adornada con pinturas rojas realizadas con achiote, plumón blanco pegado en el cuerpo, collares de plumas y caracoles, tobilleras y brazaletes. Lleva una corona de llanchama y plumas de guacamayo, colocada de tal forma que le tapa los ojos, para protejerla de los espíritus. Ataviada de esa manera hace su aparición en la fiesta, se trata de un momento de tensión, ya que entonces puede ser raptada por los espíritus "ngo-ogü". El chamán, "yuucü", ofrece a la adolescente una antorcha, la "worecü" la lanza contra un árbol que simboliza el mal. Después ella baila con los enmascarados.
El momento culminante de la fiesta es la pelazón, cuando las parientes femeninas arrancan el cabello de la "worecü". El tío paterno arranca el primer mechón y el último. Es muy doloroso y las mujeres intentan reconfortarla además de aconsejarla sobre su vida adulta. El cabello es arrancado para que el olor de la sangre de la menstruación impregnado en el pelo no atraiga a los espíritus y también porque es un rito de transformación y purificación, se elimina el antiguo cabello para que la "worecü" inicie una nueva etapa como mujer adulta.
Tras la pelazón la adolescente vuelve a bailar con los enmascarados, esta es su última aparición en la fiesta. Los enmascarados se quitan los trajes y las máscaras y se los entregan al dueño de la casa, que a cambio les da carne ahumada y pescado. Trajes y máscaras pasan a ser objetos comunes, dejan de representar a los seres sobrenaturales. Los trajes se reciclan para utilizarlos como ropa de cama retirándoles los flecos.
La fiesta termina con el baño de la "worecü" en el río, mediante el cual la adolescente renace como mujer adulta. Los instrumentos musicales y las paredes de la habitación de reclusión son arrojados al río y todos los asistentes se bañan también.
La Worecüchiga se realiza para celebrar la transformación de la adolescente en mujer y para lograr su bienestar en particular, pero también el de su comunidad, el de la naturaleza y el del mundo a nivel general. También es importante para la identidad ticuna, ya que se transmiten los valores culturales entre las distintas generaciones.
Cuando a la "worecü" le crece el pelo tiene lugar la fiesta de la quemazón, otra ceremonia en la que se le corta el flequillo y se queman las máscaras y los flecos de los trajes que se utilizaron en la Worecüchiga.
En la actualidad cada vez son menos las familias que celebran la Worecüchiga debido a diversos motivos, como la influencia de las diferentes sectas cristianas asentadas en la región o del estilo de vida impuesto por la sociedad nacional, así como por la gran cantidad de tiempo y esfuerzo necesarios para organizar la fiesta. También se han producido cambios como el periodo de reclusión de la adolescente, que ahora es más reducido, unas semanas o días antes de la fiesta. Algunas familias hacen coincidir la fiesta con las vacaciones escolares y se celebra para varias "worecü" a la vez, de esa forma se reparte el gasto entre varias familias. En algunos casos a las niñas se les afeita la cabeza o les cortan el pelo con tijeras en lugar de arrancarles el cabello. También ha aumentado la participación de los niños en la fiesta, ahora muchos son los portadores de los trajes-máscara y se han producido innovaciones en los diseños y los seres representados. Actualmente se hacen máscaras para la venta, que junto con las telas de corteza pintadas, suponen uno de los principales productos artísticos y comerciales ticuna.
Los trajes-máscara también participan en otros "yü-ü" o ritos de iniciación, como la presentación a la comunidad de los niños y niñas de 8-12 meses de edad, o la de perforación de la orejas y pintura con genipa para niñas y niños entre los 3 y 6 años. Actualmente solo se perforan las orejas de las niñas y estas ceremonias se realizan poco, cuando lo hacen se suele aprovechar una fiesta de la pelazón para realizar también la iniciación de los más pequeños.
Bibliografía:
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