Foto: Pedro Saura Ramos

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Inventario CE58127
Clasificación Genérica Arte rupestre
Objeto/Documento Techo de los Policromos
Materia/Soporte Óxido de hierro Rojo
Carbón vegetal Negro
Técnica Grabado
Dibujo
Pintura
Dimensiones Longitud = 22,50 m; Anchura = 11 m
Descripción Vista general del techo de la sala de los Policromos de la cueva de Altamira. Presenta una superficie densamente decorada de cerca de 200 metros y en la cual se documentan más de 300 representaciones de arte rupestre que abarcan desde los inicios de la expresión gráfica, hace casi 40.000 años, hasta el momento en que la cavidad quedó cerrada, hace unos 13.400 años. Este gran panel se sitúa en una sala lateral de la cavidad que en origen, se encontraba abierta hacia la zona del vestíbulo, si bien tras diversas modificaciones realizadas a lo largo del siglo XX ha quedado como un espacio cerrado, al que se accede por un estrecho pasillo desde la galería principal de la Cueva.
Sorprende que en esta sala no se decoraran las paredes y todo el aparato gráfico se concentre en el techo. Este se ubicaba en origen a tan solo un metro del suelo y en él, diversas generaciones de artistas plasmaron todo tipo de representaciones del repertorio paleolítico, tanto figurativas como abstractas o de interpretación desconocida. Para ello, se emplearon prácticamente todas las variedades conocidas de las técnicas del grabado y la pintura, como el grabado simple o el múltiple, el trazo estriado o el trazo raspado, o las aplicaciones de colorantes lineales, el punteado, la pintura aerografiada o soplada, las tintas planas o el difuminado de los colorantes por frotado o lavado.
Una grieta natural atraviesa el panel de roca dividiéndolo longitudinalmente en dos secciones, a partir de las cuales se describe su contenido artístico.
Según se accede a la sala y se mira al techo hacia la derecha, encontramos una zona en general bastante lisa, con algunas pequeñas protuberancias y diversas grietas poco profundas, en donde se aprecian algunos precipitados calcáreos de calcita blanca y zonas descamadas por procesos naturales. En este sector predomina, en una primera visualización, el color rojo, perteneciente a diversas representaciones de animales y signos de apreciable tamaño, así como a numerosos restos de colorante muy perdidos por causas naturales. En esta zona se concentran la mayor parte de las representaciones más antiguas de la cavidad, pertenecientes a las primeras fases del Paleolítico superior, el Auriñaciense y el Gravetiense. Por encima de ellas, superponíendose, aparecen representaciones de fases más recientes, en especial en el tramo más cercano a la entrada a la sala.
Signos rojos claviformes, signos punteados, grandes caballos rojos en tinta plana, y otros animales de gran tamaño como bisontes o cérvidos, se superponen a decenas de haces de líneas grabadas, más conocidas como chozas, los primeros motivos representados en este panel, a comienzos del Paleolítico superior. En la zona anterior de este sector derecho, un grupo de bisontes policromos de una calidad inferior a los más conocidos del sector izquierdo, se superponen a caballos rojos en tinta plana y conviven con grabados de ciervos de gran belleza plástica y buen tamaño, seguramente coetáneos.
La zona a la izquierda de la grieta se presenta más accidentada, con numerosos salientes redondeados en su primera mitad, y una zona más lisa con algunas grietas poco profundas al fondo. Es el sector que primero se observa al entrar en la sala y dónde se concentran las representaciones más conocidas de la Cueva. En él se distribuyen veintitrés grandes bisontes grabados y/o pintados en diversos tonos de ocre rojo y negro, de ahí el término de "policromos" por el que es mundialmente conocido, si bien solo se usan dos colores básicos, el rojo y el negro. Junto a los bisontes destacan las representaciones de dos caballos y una gran cierva realizados de manera similar. Aparecen también representaciones más antiguas generalmente pintadas en rojo. La realización material de estos grandes animales policromados se sitúa a caballo del Magdaleniense inferior y el Magdaleniense medio, es decir, entre hace unos 14.600 y 13.500 años antes del presente.
En su conjunto, este panel supone una de las mayores concentraciones conocidas de manifestaciones artísticas paleolíticas, con representaciones realmente excepcionales tanto por su tamaño, como por su calidad técnica o por la capacidad plástica de los autores.
Las representaciones figurativas del techo son, en su mayor parte, naturalistas, pero en su composición no se documentan líneas de suelo, representación de paisajes, o escenas aparentes, aunque es evidente que existe una relación entre muchas de ellas. En la mayor parte de las figuras de animales existe un dominio de la perspectiva y de las proporciones anatómicas, si bien en las representaciones más antiguas estas habilidades están más limitadas y existen convenciones de representación de los animales que, dentro de un apreciable naturalismo, no se ajustan a la realidad representada.
Sobre el sentido e interpretación de este panel se ha especulado mucho a lo largo del casi siglo y medio que ha transcurrido desde su descubrimiento, en 1878. Actualmente se sabe que se trata de una formidable acumulación de representaciones realizadas a lo largo de casi 25.000 años, lo que convierte a este techo, y por extensión a la cueva de Altamira, en un lugar especial para las poblaciones del Paleolítico superior. Su relación con el pensamiento transcendente de los hombres de esta época es segura, si bien no conocemos con qué creencias o ritos pudieron estar asociadas. Por el contrario, sabemos que no se hicieron con el ánimo de decorar la cavidad, ya que las mismas apenas eran visibles al encontrarse en un espacio ancho, profundo apenas a un metro de altura, lo cual impedía no ya la observación general del techo, sino incluso la contemplación, una por una, de la mayor parte de las figuras.
En su conjunto, este panel constituye un auténtico hito de la Historia del Arte, siendo conocida como el "la capilla Sixtina del Arte Paleolítico", y un referente absoluto para el conocimiento del primer arte de la Humanidad.
Contexto Cultural/Estilo Auriñaciense
Gravetiense
Solutrense
Magdaleniense Inferior
Magdaleniense Medio
Lugar de Procedencia Cueva de Altamira. Techo de Policromos, Santillana (Santillana del Mar)(Santillana del Mar, Besaya)
Lugar Específico/Yacimiento Cueva de Altamira. Techo de Policromos
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