Descripción |
Bizancio, que se consideraba a sí misma heredera del Imperio Romano, dominó buena parte del Mediterráneo hasta 1453. Sus circuitos económicos y su moneda tuvieron una enorme influencia, no sólo en los jóvenes Estados surgidos en los antiguos territorios romanos de Occidente, sino en el naciente Califato Omeya de Oriente. El sistema inicial y más imitado, basado en el sólido áureo y el follis de bronce, fue sustituido a partir del siglo VIII por nuevas denominaciones y tipologías.
Las monedas esquifadas son piezas de forma cóncava, a modo de cuenco. Es una tipología frecuente en las acuñaciones de Bizancio posteriores a la reforma monetaria de Alejo I, en 1092.
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