Descripción |
Existen objetos muy parecidos a las monedas, que no tienen su carácter oficial y reciben el nombre genérico de fichas. Desde dinero de empresas hasta entradas para espectáculos, estas piezas resuelven situaciones muy variadas. A veces sustituyen a las monedas cuando escasean o actúan como dinero en un ámbito muy determinado: transportes, casas de juego, minas, fábricas. Otras sirven para hacer publicidad, para contar o para jugar. Incluso hay amuletos que imitan el formato de las monedas.
El hecho de que circule de mano en mano convierte la moneda en un magnífico vehículo de propaganda. Algunas entidades comerciales privadas, ya desde el siglo XVIII, aprovecharon esta ventaja y produjeron fichas similares a la moneda en circulación, con mensajes publicitarios para atraer clientes o vender sus productos.
Este es el caso de la pieza que presentamos; se trata de una ficha publicitaria del inglés Basil Burchell, que se publicitaba como el inventor de los caramelos antilombrices.
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